S¨®lo dos de cada 10 madrile?as creen que su pareja comparte las tareas

"?Carlitos tiene piojos!", anuncia Carmen. Carlitos tiene cinco a?os. Su padre, Gonzalo, ve la televisi¨®n. No le conmueve la noticia. El ba?o con olor a vinagre no le afecta. No le toca. ?l trabaja muchas horas en un comercio. Su mujer obtiene unos ingresos colaborando espor¨¢dicamente con una empresa. La divisi¨®n de las tareas dom¨¦sticas recae, casi en exclusiva, sobre ella. Esta radiograf¨ªa real madrile?a de una pareja en la cuarentena, vecina de Centro, ilustra algunos de los datos de la segunda oleada (la primera fue en 2004 y ¨¦sta corresponde a 2007) de la encuesta sobre Mujer, mercado de trabajo y conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral en Madrid, elaborada por el soci¨®logo Carlos Ll¨¦s, catedr¨¢tico de la Universidad Carlos III, para el Ayuntamiento de la capital.

Un 26% de las mujeres manda en el trabajo frente al 36% de los hombres

Las cifras marcadas del estudio, basado en 7.320 cuestionarios -350 por cada uno de los 21 distritos- indican que el contrato temporal o el empleo a tiempo parcial afecta al 21% de las mujeres que trabajan frente al 8% de los hombres (ligera subida frente a los datos del anterior muestreo, en 2004). El 70% de las mujeres entre 30 y 44 a?os hacen doble jornada, la del trabajo y la de las tareas familiares, frente al 40% de los hombres, y el 45% de las mujeres j¨®venes desean tener hijos por el 60% de los varones. M¨¢s datos relevantes: las madrile?as dedican m¨¢s del doble de horas a las labores dom¨¦sticas que los hombres (7,5 horas frente a apenas tres).

"?Vaya novedad!", apostilla Azucena, vecina de Moncloa y profesora. Lo cierto es que mientras ha crecido la aceptaci¨®n de palabra de que el modelo "ideal de familia es el igualitario" (hasta el 70% de los encuestados sin distinci¨®n de sexos lo suscriben), s¨®lo el 20% de las mujeres cree que sus parejas practican "la corresponsabilidad familiar". Carlos Ll¨¦s concede que mientras ha crecido el desprestigio ante las actitudes de suficiencia machista, lo que no crece tan deprisa es la verdadera intenci¨®n de compartir.

Otra cifra reveladora: el 42% de las madrile?as abandonan el mercado de trabajo a partir de los 35 a?os para dedicarse en exclusiva a las labores del hogar y encargarse de sus hijos, frente a s¨®lo un 1,4% de los hombres.

Sin embargo, la dedicaci¨®n a las tareas dom¨¦sticas y al cuidado de los dependientes est¨¢ ahora m¨¢s equilibrado entre sexos: pasa de un 68,4% en 2004 a un 61,6% en 2007. Ana Santaolaya, de 38 a?os y administrativa a tiempo completo, cuida de su hermano, minusv¨¢lido, junto a sus padres. Sus hermanos varones apenas entran en los turnos: "Es una cuesti¨®n de car¨¢cter, no de machismo. Ellos pueden pasar del tema y yo no", sentencia Ana, que condiciona su propia vida de pareja a su trabajo y la ayuda a su hermano.

Persisten las desigualdades entre sexos en el terreno laboral, se mantiene al alza el contrato temporal y el empleo a tiempo parcial entre las mujeres j¨®venes. "Mis posibilidades de ascenso al tener la ni?a eran muy peque?as y ¨¦l ten¨ªa m¨¢s oportunidades", ejemplifica In¨¦s, de 35 a?os, que decidi¨® pedir la jornada reducida al tener a su hija Sara, ahora de tres a?os.

Asimismo, describe que se mantiene la segregaci¨®n ocupacional seg¨²n sexo, con la feminizaci¨®n de algunos sectores como el sanitario, donde por cada hombre hay tres mujeres, y con la masculinizaci¨®n de los cargos directivos, en donde s¨®lo un 26% de las mujeres manda sobre otras personas, frente al 36% en el caso de los varones.

Carlos Ll¨¦s destaca que el 53% de las mujeres entre 25 y 34 a?os son universitarias, cuatro puntos sobre los hombres. Una de cada cinco mujeres y uno de cada siete varones aseguran carecer de tiempo para s¨ª mismos.