Viaje a ninguna parte
El lehendakari que debiera serlo de todos los vascos sigue empe?ado en serlo de tan s¨®lo unos cuantos, de la mitad o menos. Con su ¨²ltima propuesta, la que le expuso al presidente del Gobierno en su reciente visita a La Moncloa, Juan Jos¨¦ Ibarretxe da un paso m¨¢s en su deriva nacionalista, en su viaje a ninguna parte. Su deseo de convocar un refer¨¦ndum en Euskadi no tiene ning¨²n sentido, est¨¢ fuera de la legalidad y de la realidad.
Lo peor de esta propuesta del lehendakari es que no toda la sociedad vasca tiene igualdad de oportunidades a la hora de posicionarse sobre la misma. Es cuando menos una hipocres¨ªa que sea el mismo Ibarretxe que hace unas semanas homenajeaba a las v¨ªctimas de ETA en el Kursaal, intentando redimir su mala conciencia en ese acto necesario y merecido, quien ahora les d¨¦ la espalda y olvide todo lo que escuch¨® de sus propias voces rotas por el dolor.
El victimismo del Gobierno vasco revela una debilidad que no apela a la raz¨®n sino a los sentimientos
Este nuevo paso de Ibarretxe es un agravio absoluto a las v¨ªctimas, a los que han soportado la violencia y la sinraz¨®n de ETA durante tantos a?os. Est¨¢ pensada exclusivamente para que sus promotores sigan instalados en el poder. Un poder que s¨®lo piensa en el nacionalismo y para los nacionalistas, y que una vez m¨¢s deja de lado a la mitad de la sociedad vasca.
La propuesta, adem¨¢s, contradice en tiempo y forma lo que durante mucho tiempo ha defendido Josu Jon Imaz, esto es, que nunca se podr¨¢ avanzar en ning¨²n proceso si no hay ausencia total de violencia. A d¨ªa de hoy, la violencia de ETA y sus asociados sigue estando muy presente, por lo que el incumplimiento de tan importante matiz hace que la propuesta del lehendakari aumente el nivel de confrontaci¨®n y crispaci¨®n que ya sufre nuestra sociedad, am¨¦n de ignorar un compromiso electoral del propio PNV.
Sin embargo, no podemos dejarnos llevar por este proceso de enfrentamiento que ha emprendido el lehendakari contra las instituciones y el Estado de derecho. Debemos mantenernos serenos. Nadie le niega a Ibarretxe el derecho a decidir cu¨¢ndo convoca elecciones, ¨¦sta es su prerrogativa. Pero Euskadi tampoco puede ni debe seguir soportando las aventuras en que, sin descanso, pretende embarcarnos el lehendakari, y que siempre desembocan en el desaf¨ªo, la confrontaci¨®n, la frustraci¨®n y el aburrimiento.
Despu¨¦s de 30 a?os de gobiernos nacionalistas es el momento de analizar c¨®mo hemos evolucionado en Euskadi. Han sido tres d¨¦cadas repletas de oportunidades para llevar a este pa¨ªs por la senda del progreso y la modernidad desde un proyecto de convivencia. Por el contrario, el resultado es que hoy, en lugar de afrontar con liderazgo y decisi¨®n los retos del futuro de la sociedad vasca, como la educaci¨®n, el I+D+i, la sanidad o las infraestructuras de Alta Velocidad, el Gobierno que debiera serlo de todos los vascos est¨¢ enfrascado en su deriva nacionalista, que, lejos de mejorar nuestro d¨ªa a d¨ªa, lo empeora y que no da soluci¨®n a ninguno de esos problemas a los que nos enfrentamos inevitablemente.
Un buen ejemplo de la sinraz¨®n de la propuesta del lehendakari es el hecho de que pide el apoyo para sacarla adelante a aquellos que se sit¨²an constantemente en una posici¨®n de boicoteo a la modernidad de Euskadi y a la apertura de puertas que supondr¨ªa para nuestro pa¨ªs el proyecto de Alta Velocidad. La tibieza que demuestra con ellos, algunos incluso socios en su Gobierno, nos hace retroceder como sociedad y obstaculiza el camino de la modernidad por el que tiene que transitar la sociedad vasca del siglo XXI.
Por ello, esa gran mayor¨ªa de vascos que llevamos d¨¦cadas trabajando por nuestro pa¨ªs, no podemos m¨¢s que, desde la serenidad y la responsabilidad, apostar por el cambio. Un cambio que permita desarrollar un proyecto de vida liderado por aquellos que defendemos que por encima de las patrias est¨¢n las personas. Porque algunos, a fuerza de defender ante todo las patrias, no defienden ni a las patrias ni a las personas; se concentran en defender proyectos estramb¨®ticos con los que pretenden seguir instalados en el poder. Ya ha quedado patente que el actual Gobierno vasco est¨¢ agotado como colectivo e integrado por individualidades agotadas. No ofrece ni una sola soluci¨®n a un solo problema, y, en cambio, crea problemas para todos.
Ibarretxe vuelve a traer la niebla en vez de dar luz a un pa¨ªs que, desgraciadamente, lleva muchos a?os en penumbra. La sociedad vasca no necesita discursos y propuestas de confrontaci¨®n y divisi¨®n. Este Gobierno tripartito no s¨®lo excluye a los no nacionalistas, sino tambi¨¦n a una parte del nacionalismo que empieza a sentirse decepcionada.
En cuanto al papel de v¨ªctima que pretende arrogarse el Gobierno vasco con Ibarretxe a la cabeza, es otra muestra de su debilidad y no apela a la raz¨®n sino a los sentimientos. La sociedad vasca necesita propuestas de respeto, entendimiento y convivencia. Para lograr estos objetivos la sociedad vasca est¨¢ hoy exigiendo el cambio.
Javier Rojo es presidente del Senado.
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