Una obra maestra
La ¨²ltima entrega de 'Metal Gear' presenta la guerra como el principal motor econ¨®mico mundial - El padre de la serie, Hideo Kojima, ha puesto al l¨ªmite las posibilidades de la PS3 - El t¨ªtulo no se ha doblado al espa?ol
Fin de la saga Metal Gear, aquella que arranc¨® en 1987 para los ordenadores de ocho bits MSX. Hideo Kojima, padre de la serie, anunci¨® que con la cuarta entrega dar¨ªa respuesta a todos los enigmas de Solid Snake, protagonista de esta guerra perpetua entre los intereses comerciales y los derechos de la humanidad. Con casi cuatro a?os de desarrollo, la m¨¢quina de Sony recibe hoy el t¨ªtulo con el que espera superar a Xbox 360.
Metal Gear es la v¨¢lvula de escape de Kojima para dar rienda suelta a su creatividad cinematogr¨¢fica. Una f¨®rmula que combina tantas horas de interacci¨®n como de escenas intermedias para relatar una profunda trama, con decenas de ramificaciones, donde hay espacio para el drama y el humor. Es algo extra?o que corten la partida para ofrecer varios minutos de di¨¢logo, reproducido, eso s¨ª, por los mismos personajes y en el mismo escenario interactivo con un gusto por los detalles y los planos de c¨¢mara exquisitos. ?Cine o entretenimiento electr¨®nico? Esta mezcla y sus ventas (m¨¢s de cuatro millones de unidades la anterior entrega) demuestran que es una f¨®rmula que gusta.
Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots
Desarrolla: Kojima Productions
Distribuye: Konami
Plataforma: Play Station 3
G¨¦nero: acci¨®n
Edad: +18
Precio: 69 euros
Sitio: www.metalgearsolid.com
Nota 1 a 5: 5
Arropado por ¨²ltima vez por su impresionante equipo de colaboradores -Yoji Shinkawa en dise?o de personajes, Harry Gregson-Williams en la banda sonora y Motosada Mori como consejero militar-, Kojima presenta a un Solid Snake castigado por el paso del tiempo. Es pr¨¢cticamente un anciano embutido en un uniforme de las fuerzas especiales. Decidido a no volver a entrar en combate, se ve obligado a participar en una ¨²ltima misi¨®n con la promesa de contar con la ¨²ltima tecnolog¨ªa.
Es el a?o 2012 y la guerra se ha convertido en una actividad econ¨®mica m¨¢s, que crea conflictos all¨ª donde no los hay para permitir que la gigantesca m¨¢quina de matar no deje de funcionar. Todo lo que han podido hacer los defensores de la humanidad (Sons of the Patriots) es implantar un sistema de control nanotecnol¨®gico que activa y desactiva armas y soldados a voluntad. Sin embargo, el antagonista de Solid Snake, Liquid Snake, pretende tomar el control de ese bot¨®n para poner todos los ej¨¦rcitos bajo su mando y desmontar el orden mundial establecido.
A pesar de ser una obra maestra, Metal Gear Solid 4 tiene fallos t¨¦cnicos debido a las exigencias de Kojima de poner la Play Station 3 al l¨ªmite de sus posibilidades. En recientes declaraciones dijo que el formato Blu-Ray (25 GB) se le quedaba peque?o. Eso ha impedido, entre otras cosas, que el t¨ªtulo venga doblado al espa?ol.
Ello no consigue empa?ar la grandeza del nuevo enfoque que se da a la infiltraci¨®n t¨¢ctica, situ¨¢ndola en un campo de batalla abierto donde no queda ning¨²n lugar para esconderse.
Por ese motivo son necesarios ingenios tecnol¨®gicos como el traje de camuflaje Octocamo, capaz de mimetizar las texturas a la perfecci¨®n y hacer invisible al soldado si ¨¦ste se queda inm¨®vil.
El parche Solid Eye aporta un intrigante aspecto de pirata, al tiempo que ofrece importante informaci¨®n sobre la localizaci¨®n de los enemigos y sus armas. Por ¨²ltimo, el Metal Gear Mark II, un minirrobot que sigue a Snake a todas partes. Su blindaje permite mandarlo a sitios a los que un hombre no podr¨ªa llegar sin morir acribillado. Adem¨¢s de captar informaci¨®n, dispara a distancia.
Las misiones que hay que abordar son muy variadas, desde la infiltraci¨®n a la protecci¨®n de objetivos, pasando por los rastreos, las huidas y un largo etc¨¦tera que impide tener la sensaci¨®n de jugar siempre a lo mismo. La forma de afrontar cada reto depende del jugador.
En su d¨ªa Metal Gear Solid fue tristemente famoso por la aparici¨®n del ansiol¨ªtico Diazepam como sustancia que tomaba el protagonista para afinar la punter¨ªa. Haci¨¦ndose un peque?o autohomenaje, aparecen nuevos productos, esta vez ficticios, para conseguir objetivos similares. Sin embargo, su uso continuado va haciendo mella en el protagonista. Moraleja: las contraindicaciones son peores que sus ventajas.
Metal Gear 4 es un final apote¨®sico para una saga m¨ªtica, aunque los fans esperan que en el futuro alguno de los carism¨¢ticos personajes secundarios protagonice una nueva serie de similar calidad.
El cineasta frustrado
Hideo Kojima, el creador de Metal Gear Solid, fue se?alado en 2002 por la revista Newsweek, como una de las 10 personas m¨¢s influyentes del mundo. Kojima, que recal¨® en Madrid durante su gira europea -al igual que en los grandes estrenos cinematogr¨¢ficos-, admite que ha trabajado bajo una enorme presi¨®n. "No percibo la presi¨®n como algo negativo, la canalizo para aumentar el nivel de lo que estoy trabajando", explica Kojima. Escritor de historietas, jam¨¢s consigui¨® que le publicasen ninguno de sus guiones. Kojima se recuerda como un ni?o solitario, enganchado a la tele y a los videojuegos. Su admiraci¨®n por Shigeru Miyamoto, el creador de Mario, le anim¨® a entrar en este negocio. Pronto le lleg¨® el ¨¦xito con el primer Metal Gear. Inventor del g¨¦nero de la infiltraci¨®n, que prima avanzar a escondidas sobre la acci¨®n a cara descubierta, sus argumentos son tan profundos que requieren varias horas de escenas cinem¨¢ticas interpuestas entre las misiones del juego, lo que le ha permitido demostrar su creatividad como narrador.
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