"?No nos lo cre¨ªamos!"
El medio recuerda el triunfo de 1980, cuando se dio a conocer Schuster
Mientras recuerda la "calidad de un chaval con el pelo cortado a taz¨®n" llamado Schuster y de aquella Alemania que "s¨®lo era un proyecto" y aun as¨ª conquist¨® la Eurocopa de 1980, Uli Stielike (Ketsch, 53 a?os) deja atr¨¢s, por unos momentos, la muerte hace cuatro meses de su hijo Michael, de 23 a?os, por una fibrosis pulmonar.
Pregunta. ?Schuster era para tanto?
Respuesta. Era el m¨¢s jovencito del equipo, con apenas 20 a?os. Llevaba el mensaje impl¨ªcito de que el relevo generacional propuesto por J¨¹pp Derwall iba en serio. Esa Eurocopa fue la cuna del ¨¦xito de Bernd. Desde entonces todo el mundo conoce su nombre. De hecho, el Bar?a le fich¨® ese verano. Meses despu¨¦s, gan¨® el Bal¨®n de Plata.
"Math?us se ech¨® a llorar al convocarle. ?Ya hab¨ªa hecho planes con la novia!"
Aprende algo m¨¢s sobre la Eurocopa de 1980 |
P. Las malas lenguas cuentan que usted le llam¨® ni?o mimado, y que Schuster renunci¨® con 23 a?os a la selecci¨®n tras una bronca con Breitner.
R. Con Schuster tengo una buena relaci¨®n, aunque no puede hablarse de amistad. En cuanto a Breitner, ¨¦l sabr¨¢. Pero la Eurocopa de 1980 no la jug¨®.
P. Usted retras¨® su posici¨®n a la de l¨ªbero para dar entrada a Schuster en el centro del campo.
R. Aunque no me fue mal, yo prefer¨ªa jugar m¨¢s adelantado. ?Lo divertido es tener contacto con el bal¨®n! De libre jugaba m¨¢s con los ojos que con el pie. Me anticipaba, pero lo que es participar... En cuanto a Schuster, tras la imagen que dimos en el primer partido, en el que ganamos gracias a Rummenigge a Checoslovaquia (1-0), Derwall ten¨ªa que hacer algo. Y le sac¨® del banquillo.
P. ?Pues vaya si acert¨®!
R. Bernd ten¨ªa una visi¨®n de juego magn¨ªfica, te enviaba un bal¨®n a 50 metros con precisi¨®n milim¨¦trica. Eso te descongestionaba el tr¨¢fico que no veas. Su efecto fue instant¨¢neo contra Holanda (3-2), a la que nos merendamos con un hat-trick inicial de Allofs. Luego nos confiamos un poquito.
P. El partido contra Grecia sobr¨®.
R. Tuvimos suerte de que los ¨²ltimos partidos de cada grupo no se jugasen a la vez. Como Holanda y Checoslovaquia hab¨ªan empatado antes entre s¨ª, incluso nos pod¨ªamos permitir el lujo de perder con los griegos. ?Ya est¨¢bamos clasificados para la final! Entonces no hab¨ªa semifinales ni nada de eso. Lo de hoy es mucho m¨¢s interesante y divertido. Te puedes permitir un fallo y, sin embargo, llegar lejos.
P. Con B¨¦lgica enfrente, ?se sent¨ªan campeones por adelantado?
R. ?Para nada! En principio, todo era una prueba para el Mundial de Espa?a 82. Ni nosotros ni el entrenador cre¨ªamos que pod¨ªamos ganar aquella Eurocopa. Pero claro, ¨¦ramos Alemania, y el sorpres¨®n lo protagoniz¨® B¨¦lgica, con Vandereycken y Van der Elst. Quedar primera por encima de Italia, Inglaterra y Espa?a... ?Buff!
P. Los belgas practicaban como nadie el fuera de juego. ?Qu¨¦ los hac¨ªa tan especiales?
R. Por entonces no est¨¢bamos tan acostumbrados a esa regla. Y era m¨¢s dif¨ªcil aplicarla, porque siempre ten¨ªas a alguien que jugaba de libre. Ellos lo estudiaron a conciencia.
P. Tuvo un final feliz, pero usted se llev¨® un buen disgusto...
R. Hrubesch nos adelant¨®, pero el ¨¢rbitro, un rumano, Rainea, me pit¨® un penalti a Van der Elst a falta de 20 minutos. ?La falta fue a dos metros del ¨¢rea! No me lo pod¨ªa creer, la hice aposta, sabiendo que estaba fuera. Si llega a estar dentro, ni me atrevo... ?Hoy d¨ªa ser¨ªa tarjeta roja! Menos mal que en el ¨²ltimo minuto, tras un c¨®rner de Rummenigge, Hrubesch cabece¨® a la red.
P. ?Por qu¨¦ tienen esa predisposici¨®n natural para marcar en el ¨²ltimo minuto?
R. Cuesti¨®n de confianza y fortaleza f¨ªsica. Un ejemplo: Rummenige le dijo al fot¨®grafo que estaba sentado al lado del bander¨ªn "Ten cuidado, ap¨¢rtate, que ahora vamos a marcar". ?Y gol de la jirafa Hrubesch!
P. S¨ª que ten¨ªa que ser alto...
R. Para lo que manejan ahora no mucho (1,89 m). El juego estaba centrado en la cabeza de Hrubesch, que con esos dos goles acall¨® las cr¨ªticas. Por alto iba muy bien, pero t¨¦cnicamente... Digamos que no era muy fino. Pero ¨¦l, como todos, sab¨ªa cu¨¢les eran sus debilidades. Como Briegel o F?rster. Eran unos toros. Hac¨ªan lo que sab¨ªan, no se pon¨ªan a driblar o dar pases de 50 metros. La generaci¨®n del 72 fue la que mejor f¨²tbol despleg¨®. Era m¨¢s t¨¦cnica. ?Nosotros? M¨¢s equipo.
P. ?De verdad que no se esperaban ganar la Eurocopa?
R. ?No nos lo cre¨ªamos! Para que se haga a la idea, Lothar Math?us, que debutaba, se ech¨® a llorar cuando supo que estaba convocado. ?Ya hab¨ªa hecho reservas para irse con la novia!
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