No hagas el mal

Una empresa que tiene por lema Don't be evil (no hagas el mal o no seas malo) es de entrada candidata a cualquier premio. Dado que el Nobel recay¨®, entre otros, en Henry Kissinger, mejor que del buscador de Larry Page y Sergey Brin cuelgue el Pr¨ªncipe de Asturias que, adem¨¢s, en su ya larga trayectoria est¨¢ teniendo la valent¨ªa de adelantarse a otras distinciones de similar relumbr¨®n. Pues hay que ser valiente para premiar a la empresa m¨¢s multinacional de la historia, a una compa?¨ªa que el a?o pasado gan¨® cerca de 4.000 millones de euros. Todo eso, y mucho m¨¢s es Google. La elecci¨®n de Google para el Pr¨ªncipe de Asturias de Humanidades rompe, sobre todo, con prejuicios. No se premia a un fil¨¢ntropo rico, se premia una sociedad an¨®nima que cotiza en Bolsa, con acciones que suben y bajan (en tres a?os pas¨® de 80 a 600 d¨®lares) y que sus servicios se ven o se venden en todos los pa¨ªses del mundo y del m¨¢s all¨¢. All¨ª donde alguien se conecte a Internet, tendr¨¢ noticias de Google.

El m¨¦rito de Google no es -y as¨ª lo ha sabido apreciar la Fundaci¨®n Pr¨ªncipe de Asturias- que los veintea?eros Page y Brin no tuvieran un d¨®lar cuando empezaron; tampoco que su invento fuera rechazado en todas las puertas a las que llamaron (entre ellas, Yahoo!). El valor de Page y Brin es que se dedicaron a investigar donde el resto ya hab¨ªa claudicado: los buscadores de Internet. Y as¨ª lograron un motor a base de algoritmos, sencillo, r¨¢pido y mejor que cualquiera. Tambi¨¦n es m¨¦rito de esta pareja prever que un buscador podr¨ªa ser un reclamo publicitario y, a la vez, no caer en la tentaci¨®n, como antes hicieron otros, de mezclar las b¨²squedas del motor con la informaci¨®n pagada.

Ingenuos o no, extra?a en el mundo capitalista que una empresa advierta a sus inversores antes de salir a Bolsa: Don't be evil, no vamos a hacer el mal. Y en estos 10 a?os de Google se mantiene firme el objetivo de la compa?¨ªa: "La misi¨®n de Google", se dice en su p¨¢gina oficial, "es organizar el mundo de la informaci¨®n y hacerlo accesible universalmente". Su buscador fue s¨®lo el primer pelda?o. Le han seguido un mont¨®n de iniciativas (bien propias, bien a trav¨¦s de compras multimillonarias), para poner gratuitamente el mundo de la informaci¨®n a manos de cualquier internauta: digitalizaci¨®n de los fondos de las bibliotecas, nacionales y universitarias, digitalizaci¨®n de libros sin derechos de autor, buscador de im¨¢genes, de calles o de lugares del mundo, edici¨®n fotogr¨¢fica o servicio de correo. Sus tent¨¢culos ya saltan de los contenidos a la transmisi¨®n, con la oferta de cubrir San Francisco con una red wifi de comunicaciones. Y todo y siempre, gratis. Pero su crecimiento no lo ha dejado inmaculado. En China se ha sometido a los dictados de la censura gubernamental, tiene conflictos legales con editores por empleo de contenidos ajenos y su Street view de Google Maps, con v¨ªdeos grabados por las calles de las ciudades, preocupa a las agencias de protecci¨®n de datos.