La financiaci¨®n se complica
Poco despu¨¦s de la celebraci¨®n de las ¨²ltimas elecciones generales y andaluzas el pasado 9 de marzo, Felipe Gonz¨¢lez public¨® una tribuna de opini¨®n en este mismo diario, en la que sosten¨ªa que, dada la profundidad de la crisis econ¨®mica que se nos estaba viniendo encima, ser¨ªa aconsejable que todos los poderes p¨²blicos de los distintos niveles de gobierno concentraran sus esfuerzos en hacer frente a dicha crisis y que operaciones de reforma, como por ejemplo, la que hac¨ªa referencia a la financiaci¨®n auton¨®mica, deber¨ªan dejarse para un momento ulterior, cuando la crisis hubiera quedado atr¨¢s.
Me imagino que el propio Felipe Gonz¨¢lez sab¨ªa que era sumamente improbable que su opini¨®n fuera aceptada de manera generalizada. La financiaci¨®n auton¨®mica ven¨ªa siendo el centro del debate sobre la estructura del Estado desde 1993, en parte porque en ese a?o fue necesario por primera vez el concurso de CiU para la investidura del presidente de Gobierno y en parte porque tras los pactos auton¨®micos de 1992 se hab¨ªa completado el mapa de la distribuci¨®n de competencias entre el Estado y las comunidades aut¨®nomas y, en consecuencia, era en el problema de la financiaci¨®n de las competencias asumidas pr¨¢cticamente por igual por todas las comunidades en el que ten¨ªa que centrarse el debate. El sistema ideado por la LOFCA en 1980 fue ¨²til para la inicial puesta en marcha del Estado auton¨®mico, pero era manifiestamente insuficiente para resolver el problema de la financiaci¨®n del Estado tras m¨¢s de 20 a?os de ejercicio del derecho a la autonom¨ªa. Por eso hubo que reformarlo en varias ocasiones a partir de 1993 y por eso hab¨ªa sido objeto de intenso debate en los procesos de reforma de los estatutos de autonom¨ªa de la pasada legislatura.
Quiere decirse, pues, que resultaba imposible atender la indicaci¨®n del ex presidente del Gobierno, por m¨¢s razonable que a muchos les pareciera su propuesta. La financiaci¨®n auton¨®mica no pod¨ªa dejar de ser abordada en esta legislatura. El art¨ªculo en el que el presidente de la Generalitat, Jos¨¦ Montilla, respondi¨® a Felipe Gonz¨¢lez, lo dej¨® claro de manera inequ¨ªvoca. No se nos puede decir despu¨¦s de tantos a?os que "ahora no toca".
Con lo que no contaban ni Felipe Gonz¨¢lez ni Jos¨¦ Montilla es con que al debate sobre la financiaci¨®n auton¨®mica se le viniera a superponer el debate sobre la financiaci¨®n municipal, que dificulta las posibilidades de llegar a un acuerdo de manera extraordinaria. Si armonizar las tensiones entre quienes pretenden un pacto exclusivamente bilateral entre su comunidad aut¨®noma y el Estado y los que pretenden un pacto multilateral entre todas en el seno del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera ya era dif¨ªcil, hacerlo con la presi¨®n del poder municipal solicitando ser tenido en cuenta en la distribuci¨®n de lo recaudado tanto mediante los impuestos estatales como mediante los impuestos auton¨®micos, lo va a ser todav¨ªa mucho m¨¢s.
En Andaluc¨ªa lo estamos comprobando. El PP, a trav¨¦s de su presidente, Javier Arenas, ya ha anunciado que no se podr¨¢ contar con su partido en Andaluc¨ªa para un acuerdo en materia de financiaci¨®n auton¨®mica si simult¨¢neamente no se cierra un acuerdo en materia de financiaci¨®n municipal.
En principio, el concurso del PP andaluz no resulta completamente imprescindible para hacer frente al problema de la financiaci¨®n auton¨®mica, pero ser¨ªa temerario para el PSOE y el Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa lanzarse a una reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica con un PP que se hubiera apoderado de la bandera del municipalismo. En consecuencia, presiento que se va a retrasar algo el momento de la financiaci¨®n. De manera indirecta puede acabar haci¨¦ndose realidad la propuesta de Felipe Gonz¨¢lez.
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