El Tirol "parece espa?ol"
Miles de aficionados, incluso sin entradas, invaden Austria para apoyar a 'la roja'
En el Tirol austriaco la expresi¨®n "parece espa?ol" remite a un suceso extraordinario y proviene del siglo XVI, cuando en Espa?a no se pon¨ªa el sol y su cultura hizo furor en las cortes europeas. Gracias al soberano tirol¨¦s Ferdinand II, que se educ¨® en la corte castellana, el nombre de Espa?a qued¨® para siempre ligado al Tirol, al que ahora se acerca de nuevo con la excusa del f¨²tbol ti?¨¦ndose de rojo. Las calles de Neustift est¨¢n adornadas con la bandera espa?ola y la austriaca, y de muchos balcones cuelgan ense?as rojas y amarillas, presentes por todas las pedan¨ªas del espectacular valle de Stubai.
En el pueblo donde se aloja la selecci¨®n es muy f¨¢cil entrar en una tienda y que las dependientas vistan una camiseta roja y amarilla; los ni?os van al colegio vestidos con la de Fernando Torres y, en el esfuerzo por acoger a los visitantes espa?oles, en los restaurantes las cartas son biling¨¹es y aplican horarios especiales: es posible cenar a las 11 de la noche. Las autoridades decidieron impartir clases de castellano para adultos. Igualmente, en los colegios se han incluido en el temario del presente curso aspectos referentes a Espa?a que los cr¨ªos han estudiado con ilusi¨®n.
Neustift se viste de rojo y amarillo, aprende castellano y adapta los horarios
Espa?a en la Eurocopa |
La trayectoria de Torres |
Los pr¨®ximos partidos |
La pasi¨®n se desbord¨® ayer en el Sport Centrum con la llegada de cientos de aficionados espa?oles que animaron al equipo en la sesi¨®n matinal y el partidillo de la tarde. "Hemos viajado toda la noche desde Fuente de Andaluc¨ªa en un Corona hecho polvo", explicaba Jos¨¦ Javier, con una vieja camiseta del Sevilla, que buscaba aut¨®grafos de los futbolistas junto a su compa?ero en la aventura, un b¨¦tico ataviado con la zamarra verdiblanca: "La roja nos une".
Hinchas llegados de Elche, much¨ªsimos de Burgos, valencianos dispuestos a pasarlo bien -"hemos venido a pasarlo bien; el resultado no nos importa, ya que no tenemos ni entrada", seg¨²n un tal Vicent- o dos navarros cargados con 12 litros de calimocho que la polic¨ªa no les permiti¨® llevarse a las gradas ilustran lo variado de una afici¨®n dispuesta a impulsar a la roja. "Nos sentimos muy respaldados. Saber que hay gente que ha hecho un pu?ado de kil¨®metros para animarnos nos da energ¨ªa", reconoci¨® Capdevila. "Vienen con muy buen rollo y nos llega", apostill¨® Torres.
Curiosamente, entre las muchas banderas espa?olas que llenaron las gradas del Tivoli Stadion el pasado martes ante Rusia hab¨ªa dos del Liverpool, una con la grulla del escudo y otra con las cinco Copas de Europa ganadas. Una consecuencia de la internacionalizaci¨®n de los futbolistas espa?oles.
Torres se hart¨® de firmar aut¨®grafos y fue de los jugadores m¨¢s mimados por la afici¨®n. Tambi¨¦n Luis: "M¨ªster, no le d¨¦ tanta ca?a al Ni?o", solt¨® al seleccionador uno de los aficionados: "No os cre¨¢is todo lo que dice la prensa", respondi¨® feliz de ver a tantos aficionados movilizados por la ilusi¨®n que genera su equipo. Al seleccionador le dedicaron hasta una pancarta: "Luis, nunca caminar¨¢s solo", dec¨ªa.
Muchos, como Santi y Samu, que llegaron el lunes de M¨¢laga, adonde volver¨¢n ma?ana tras el partido para no perderse el duelo para volver a Primera contra el Tenerife, buscaban ayer una entrada para el partido contra Suecia. "Yo tengo, pero ¨¦ste no", explicaba Santi. "Y parece que el tema est¨¢ chungo", se lamentaban ambos.
Y tan chungo. La federaci¨®n calcula que habr¨ªa necesitado casi 25.000 para atender la demanda generada por el partido, pero la UEFA s¨®lo le entreg¨® 7.000. Ya no le queda ni una y, como se da la circunstancia de que tradicionalmente la selecci¨®n sueca arrastra una hinchada fiel y organizada, el lleno ma?ana est¨¢ asegurado.
"No recordamos algo semejante desde el partido que jugamos en Faro en la Eurocopa de 2004, pero est¨¢bamos a muy pocos kil¨®metros de Espa?a y el desplazamiento era m¨¢s sencillo", recordaba ayer un portavoz de la federaci¨®n.
Es el reflejo de que la roja apasiona. Las autoridades locales han dispuesto en el centro de Innsbruck una instalaci¨®n para que los aficionados sin entrada puedan seguir los partidos en pantallas gigantes situadas en zonas acotadas.
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