Preocupados por la discreci¨®n
Antes de la tormenta, la organizaci¨®n de ERC mostr¨® ayer a la prensa el escenario de la batalla de hoy. El congreso se celebrar¨¢ en el auditorio del F¨®rum de Barcelona. Los responsables de organizaci¨®n tambi¨¦n ense?aron a los periodistas las dependencias donde deber¨¢n trabajar y se constat¨® que los informadores estar¨¢n bien lejos de la acci¨®n. "Desde esta puerta hasta el auditorio hay m¨¢s de medio kil¨®metro", coment¨® un responsable de organizaci¨®n. Quiz¨¢ haya m¨¢s distancia.
Habr¨¢ acceso restringido al auditorio, donde 4.060 militantes est¨¢n llamados a dirimir el futuro de ERC y, de rebote, del Gobierno catal¨¢n. Siempre hay recelo hacia la prensa en este tipo de c¨®nclaves. As¨ª fue en el pasado congreso de Lleida, en 2004. En esta ocasi¨®n s¨®lo dos puntos ser¨¢n abiertos a los medios: la proclamaci¨®n de los resultados de la ejecutiva y la lectura del informe del presidente saliente, Josep Llu¨ªs Carod Rovira. Ni debate ni votaci¨®n con testigos. Y promete ser un cap¨ªtulo muy participativo.
El nivel de combustibilidad en una asamblea de ERC es elevad¨ªsimo y la informaci¨®n se intenta dosificar con cuentagotas a la prensa y a los militantes. No es que ERC tenga nada especial contra los medios de comunicaci¨®n, sino que el proceso del congreso se aguanta por unos ligeros alfileres sustentados en pactos de palabra, d¨¦biles y sujetos a cambios.
Si alguien se entera de que otra candidatura ha pactado con la de m¨¢s all¨¢ una enmienda que le pueda perjudicar, la tensi¨®n crece y pueden empezar a caer votaciones ya pactadas. La historia de los congresos de Esquerra es la de un intento de caos organizado. Ocasiones siempre marradas porque el desconcierto es la marca de la casa y los miles de militantes se mezclan con los insistentes periodistas que se enteran por casualidad de que Joan Puigcerc¨®s se sent¨® encima de una urna para impedir una votaci¨®n -hace 12 a?os- o de que los afiliados echaron por tierra el intento de erradicar el asamblearismo. Un congreso de esta ¨ªndole es complicado incluso para los militantes y salir cinco minutos de la sala hace que sea dif¨ªcil retomar el hilo.
Dirigentes de todos los sectores se pasear¨¢n arriba y abajo para negociar enmiendas y rebajar incendios de ¨²ltima hora. Alg¨²n dirigente cr¨ªtico ha denunciado el poder de "la 'ndrangheta calabresa", en referencia la organizaci¨®n de ERC, con sede en la calle de Cal¨¤bria. El motivo es la opacidad que, seg¨²n alg¨²n cr¨ªtico, existe en el seno de Esquerra.
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