Eterno
En 1957, un a?o antes del Mundial, el joven Pel¨¦ ya mostraba su magistral talento en el Santos. La primera vez que lo vi jugar fue en 1957 o a comienzos de 1958, en Belo Horizonte. ?l ten¨ªa 16 o 17 a?os, yo 10 u 11. Fui al partido con mi padre. Pel¨¦ marc¨® un gol bell¨ªsimo, pasando el bal¨®n por encima del portero. Me qued¨¦ apabullado.
Segu¨ª el campeonato por la radio, en un bar. Decenas de personas se reun¨ªan en un peque?o espacio. Despu¨¦s de cada victoria de Brasil, sal¨ªamos a las calles, bailando y cantando. Tras la conquista del t¨ªtulo se organiz¨® un gran carnaval. Recorr¨ª las calles del barrio a hombros de mi hermano.
No imaginaba que ocho a?os despu¨¦s yo estar¨ªa en el Campeonato de 1966. Era reserva de Pel¨¦. Lo sustitu¨ª contra Hungr¨ªa. En aquella ¨¦poca, dec¨ªan que no pod¨ªamos jugar juntos, porque ten¨ªamos las mismas caracter¨ªsticas. En 1970 jugu¨¦ de delantero centro, fuera de mi posici¨®n, a su lado. Antes de que la pelota le llegara a los pies, Pel¨¦, en una fracci¨®n de segundo, observaba todo lo que ten¨ªa a su alrededor y me miraba con sus ojos saltones y expresivos, queriendo decirme todo lo que iba a hacer. La comunicaci¨®n anal¨®gica, sin palabras, con la mirada y el cuerpo, es menos exacta y por lo tanto mucho m¨¢s rica.
Los especialistas llaman inteligencia cinest¨¦sica a esa capacidad de prever la jugada, percibir todos los movimientos de los compa?eros y de los adversarios y calcular la velocidad del bal¨®n y de los otros jugadores. Es una cualidad importante para un crack. Sabe, pero no sabe que sabe. Existe un saber inconsciente, intuitivo, que precede al raciocinio l¨®gico. Adem¨¢s de eso, Pel¨¦ ten¨ªa en el m¨¢s alto nivel todas las cualidades t¨¦cnicas y f¨ªsicas necesarias para ser un fen¨®meno en su posici¨®n. Era fuerte, veloz, habilidoso, creativo, ten¨ªa un gran impulso, finalizaba bien con los pies y con la cabeza y era un guerrero en el campo. Se volv¨ªa un poseso en los partidos m¨¢s dif¨ªciles y cuando mejor lo marcaban.
Intent¨¦ encontrar en Pel¨¦ alguna deficiencia o alguna virtud que no fuese tan expresiva. No lo consegu¨ª. Es imposible imaginar que aparezca un jugador con m¨¢s cualidades. Pel¨¦ ser¨¢ el eterno rey del f¨²tbol. Los m¨¢s j¨®venes, que s¨®lo han visto a Pel¨¦ en el Mundial de 1970, piensan que ¨¦se fue su gran momento. Es por la importancia del t¨ªtulo y por su extraordinaria participaci¨®n. Pero su ¨¦poca m¨¢s exuberante fue entre 1957 y 1966, cuando jugaba en el Santos. Pel¨¦ hac¨ªa varias jugadas extraordinarias, incre¨ªbles, en casi todos los partidos.
Antes del campeonato de 1970 dec¨ªan que Pel¨¦ no era el mismo y que estaba m¨¢s lento. Era cierto. ?l planeaba que ¨¦se fuera su ¨²ltimo campeonato, hizo un gran esfuerzo y se puso en forma. No particip¨® en el campeonato de 1974 porque quer¨ªa cerrar su carrera en la selecci¨®n cuando todav¨ªa estaba en auge. Se march¨® a dar espect¨¢culo a Estados Unidos.
Mi padre, que entend¨ªa mucho de f¨²tbol y vio jugar a Pel¨¦, Di St¨¦fano y Maradona, dec¨ªa que Pel¨¦ era el mejor, el m¨¢s eficaz y el m¨¢s completo; que Maradona era el m¨¢s habilidoso y artista con el bal¨®n; y que Di St¨¦fano era el ¨²nico que brillaba de un ¨¢rea a otra, ya que Pel¨¦ era incomparable de intermediario para el gol.
A Pel¨¦ no le gustaban los privilegios. Raramente reclamaba alguna cosa. Era el compa?ero ¨®ptimo fuera y dentro del campo. ?l sab¨ªa que era mucho mejor que los dem¨¢s, pero que precisaba de todos para brillar. Fuera del campo, nunca le vi triste ni preocupado. Atend¨ªa a todos con una sonrisa. Me daba la impresi¨®n de que no ten¨ªa conflictos de identidad. Los ¨ªdolos viven divididos entre la persona y el personaje, entre el creador y la criatura. La criatura acostumbra a engullir al creador. Pel¨¦ parec¨ªa la excepci¨®n. El Edson no incomodaba al Pel¨¦. Parec¨ªa que s¨®lo exist¨ªa Pel¨¦.
Pel¨¦ dej¨® de jugar y se convirti¨® en hombre anuncio. Todav¨ªa hoy vive de vender su imagen. Tambi¨¦n en eso es un crack. Est¨¢ siempre sonriendo, preocupado por mantener su aspecto de buen mozo. Quiere quedar bien con todos. De vez en cuando entra en conflicto con la FIFA, con Ricardo Teixeira, presidente de la Confederaci¨®n Brasile?a, y con otros dirigentes, pero enseguida da marcha atr¨¢s. No quiere mantenerse alejado del poder. Esa dualidad y otros conflictos lo hacen objeto de cr¨ªticas. Maradona la aprovecha para censurarlo.
Tenemos el h¨¢bito y la ilusi¨®n de considerar perfectos a los ¨ªdolos. No es as¨ª. Los ¨ªdolos, como Pel¨¦, tienen virtudes y defectos, como cualquiera. Los ¨ªdolos son especiales por sus obras.
Tost?o fue compa?ero de Pel¨¦ en la selecci¨®n de Brasil entre 1966 y 1971.
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