"Queremos volver, esto se ha terminado"
El Gobierno de Rumania financia clases del idioma y la cultura del pa¨ªs para facilitar el regreso
Simona aguarda bajo el porche met¨¢lico del colegio Juan de Austria, de Alcal¨¢ de Henares. Sentada en un bordillo, espera a que su hija salga del edificio. La ni?a, nacida en Rumania, est¨¢ en clase de rumano. Tiene nueve a?os y en casa habla su lengua materna. Pero no la conoce lo bastante bien, principalmente en ortograf¨ªa y gram¨¢tica, como para integrarse al sistema educativo de su pa¨ªs.
Y eso es lo que Simona tiene planeado: "Queremos volver. Ahora hay muchas carreteras que construir all¨ª, y aqu¨ª ya se ha terminado todo". Su hija ya tiene claro su futuro. Piensa regresar a casa y ser traductora.
Las clases de cultura, historia y lengua rumana son una iniciativa puesta en marcha y financiada por el Gobierno rumano en unos 100 colegios en toda Espa?a. El proyecto se inici¨® a principios de 2008. La actividad extraescolar no est¨¢ limitada a ciudadanos de ese pa¨ªs. Pero casi el cien por cien de los ni?os que se han apuntado son rumanos. Unos, con la intenci¨®n de facilitarles a los ni?os la vuelta a casa. Otros, para que los cr¨ªos no pierdan su idioma y sus ra¨ªces culturales.
"Entre ellos hablan en espa?ol, e, incluso, cuando vamos a Rumania en vacaciones les sale hablar espa?ol con los otros chavales de all¨ª", dice Adina, mientras su hijo juega en silencio en un rinc¨®n del aula. Ella no piensa en volver. "No por ahora. El Gobierno rumano miente con sus ofertas", cuenta mientras las cabezas de las otras "mam¨¢s" asienten. Est¨¢n sentadas en las diminutas sillas de una clase del colegio Miguel Delibes de M¨®stoles.
La profesora, Paula Mandalique, permanece de pie, junto a la pizarra. Junto a ella, varios libros del curr¨ªculo escolar de Rumania. "Lo m¨¢s dif¨ªcil es combinar muchos niveles distintos y varias edades diferentes", comenta. En general, sus clases no van orientadas al folclore, aunque de vez en cuando hacen actividades "como la fiesta rumana de la primavera, una especie de d¨ªa de la madre".
Los ni?os "est¨¢n encantados de aprender", cuenta Paula. Pero no estar¨ªan tan encantados de volver. "Mi ni?a se pondr¨ªa a llorar", zanja Ana, otra de las madres. "Cuando vamos a Rumania dice que ¨¦sa no es su casa, que su casa est¨¢ en Madrid".
Las madres tampoco se muestran muy entusiasmadas con la idea del retorno: "Todav¨ªa pagan muy poco all¨ª", coinciden todas. Algunas llevan casi nueve a?os en Espa?a y, aunque "siempre queda el deseo de volver", ven muy dif¨ªcil el regreso.
El corrillo de madres de Alcal¨¢, sin embargo, se decanta por aceptar las propuestas del Gobierno rumano, aunque ven como mayor dificultad encontrar un trabajo para ellas: "Los hombres lo tienen f¨¢cil, pero para nosotras no est¨¢ tan claro". Los pr¨®ximos d¨ªas 28 y 29 de este mes una caravana informativa del Ministerio de Trabajo de Bucarest intentar¨¢ convencerlas de lo contrario. Con Adina, de M¨®stoles, lo tienen dif¨ªcil: "Nunca cumplen lo que dicen".
Los ni?os, casi clandestinamente, juegan en una esquina. Sus profesoras espa?olas, las del d¨ªa a d¨ªa, les elogian: "Son m¨¢s educados que los espa?oles y ha habido casos en los que un reci¨¦n llegado de Rumania, en dos meses, ha adelantado a todos los de su clase".
Algunos se preparan para hacer el proceso inverso, reintegrarse al modelo rumano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.