D¨¦nia no localiza al promotor para derribar 111 chal¨¦s
Quedaron a medio construir a inicios de los ochenta en pleno parque del Montg¨®
Todo es misterio en El Greco, una urbanizaci¨®n iniciada en 1973 en pleno coraz¨®n del Montg¨® y que se qued¨® a medio construir a comienzos de los a?os ochenta, despu¨¦s de que el Ayuntamiento de D¨¦nia revocara la licencia a la promotora cuando se iniciaron los tr¨¢mites para convertir el paraje en parque natural. Los esqueletos de sus 111 chal¨¦s en ruinas atestiguan que jam¨¢s fueron habitados y la promotora que comenz¨® las obras est¨¢ en paradero desconocido. Al menos, el Consistorio no la encuentra. Y deber¨ªa hacerlo. Porque hace ya dos meses la Consejer¨ªa de Medio Ambiente orden¨® la demolici¨®n tras considerar que el impacto que causa la urbanizaci¨®n es incompatible con los usos de un parque natural. Ahora bien, seg¨²n la consejer¨ªa, los gastos del derribo, unos 400.000 euros, deben ser abonados o por el Ayuntamiento o por la mercantil.
El Ayuntamiento ya ha advertido que en la actualidad no puede hacer frente a ese gasto. El actual gobierno local, integrado por PSPV, BNV e independientes, considera que deber¨ªa ser Medio Ambiente quien lo hiciera, toda vez que la gesti¨®n del Montg¨® es de su competencia. Pero por si acaso, y dado que sus relaciones con el Consell no pasan por el mejor momento, est¨¢ buscando a la empresa para exigir que asuma la demolici¨®n.
Por el momento no ha habido suerte. "Hemos hecho tr¨¢mites pero no hemos encontrado a la empresa, no ha habido manera", asevera con cierto laconismo el concejal de Urbanismo de D¨¦nia, el socialista Vicent Grimalt.
Para encontrar el origen de la urbanizaci¨®n de El Greco hay que remover viejos papeles, investigar en antiguas hemerotecas y rememorar viejos conflictos urban¨ªsticos acaecidos hace treinta a?os.La promotora que inici¨® las obras fue la Sociedad de Estudios de Transacciones Inmobiliarias, con sede nada m¨¢s y nada menos que en Ginebra. Es la que el Ayuntamiento no puede encontrar.
Por si fuera poco, conflictos entre esa promotora y la firma constructora, Dragados y Construcciones, provocaron parones en las obras y motivaron finalmente la venta de la urbanizaci¨®n a una tercera empresa, Valcomar, que hasta 1993 intent¨® reiniciar las obras pero ¨¦xito, pues para entonces la Lloma del Castanyar, donde se alzaban los chal¨¦s, estaba integrada ya en el Montg¨®. Precisamente durante ese a?o el Ayuntamiento inici¨® el expediente de caducidad de la licencia y, por fin, en 1999 el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) rechaz¨® un recurso de la promotora y confirm¨® la ilegalidad del complejo residencial, que ocupa un total de 60 hect¨¢reas.
El Greco se ha convertido en un s¨ªmbolo de la presi¨®n urban¨ªstica que el Montg¨® ha sufrido durante a?os, especialmente en la parte del paraje correspondiente al t¨¦rmino municipal de D¨¦nia. De hecho, desde la carretera que transita desde X¨¤bia puede observarse c¨®mo las ruinas de los 111 chal¨¦s interrumpen la visi¨®n id¨ªlica de lomas v¨ªrgenes que se suceden desde la monta?a hasta el mar, donde se encuentra la reserva mar¨ªtima del cabo de Sant Antoni.
Ahora, ni Valcomar ni Dragados y Construcciones se responsabilizan de la demolici¨®n y, como puede apreciarse, las Administraciones P¨²blicas tampoco lo tienen claro. As¨ª que mientras tanto, los restos de la urbanizaci¨®n contin¨²an recortando su fantasmag¨®rica sombra sobre el Montg¨® convertidos en un problema pendiente que nadie se atreve a solucionar.
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