Rajoy busca enfriar el congreso

Despu¨¦s de tres meses de descontrol total, en los que ha demostrado que su paciencia de buen jugador es infinita, Mariano Rajoy no quiere tener m¨¢s sorpresas. Por eso, una vez desactivados los intentos por conformar una candidatura alternativa, el l¨ªder se esfuerza ahora en tener un congreso tranquilo este fin de semana en Valencia. Y para lograrlo, Rajoy y su equipo trabajan en dos frentes.

Las negociaciones siguen para matizar los ataques a los nacionalismos

De momento, el l¨ªder ya ha adoptado una decisi¨®n trascendental que le ha costado mucho tiempo tomar. Rajoy ha hablado con el ex presidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que llevaba varios d¨ªas esperando, para comunicarle que esta vez, rompiendo con la tradici¨®n, su discurso como presidente de honor ser¨¢ el s¨¢bado y no el domingo, el d¨ªa que se cierra el c¨®nclave, seg¨²n varios dirigentes consultados.

La noticia, que se anunciar¨¢ hoy oficialmente, se explicar¨¢ por motivos de agenda, el argumento que tambi¨¦n se ha utilizado con Aznar. Sin embargo, detr¨¢s de esta ruptura en la tradici¨®n de los congresos del PP -el presidente de honor y el fundador hablan siempre el ¨²ltimo d¨ªa, justo antes del discurso final- hay un motivo pol¨ªtico de fondo. Rajoy evita con este cambio de agenda -Manuel Fraga, el presidente fundador, tambi¨¦n se desplaza al s¨¢bado- tener que competir, como sucedi¨® en 2004, en aplausos y entusiasmo con Aznar, un hombre cuyos tonos mitineros y sus ataques sin cuartel contra el PSOE calientan siempre a los compromisarios.

El l¨ªder del PP recuerda perfectamente, como la mayor¨ªa de los dirigentes y los periodistas que estaban all¨ª, la imagen terrible de las decenas de compromisarios que abandonaron el c¨®nclave en 2004 mientras ¨¦l hablada. Los mismo que poco antes aplaud¨ªan entusiasmados a Aznar. La sombra de su mentor, que le nombr¨® a dedo, siempre ha perseguido al jefe de la oposici¨®n. Adem¨¢s, al colocarlo el s¨¢bado, Rajoy diluye informativamente la aparici¨®n de Aznar, ya que ese d¨ªa el titular lo dar¨¢ la votaci¨®n. La inc¨®gnita es el voto en blanco, aunque nadie lo ha pedido. Esperanza Aguirre, rival del l¨ªder, anunci¨® ayer que no dar¨¢ instrucciones a los compromisarios de Madrid, que "son libres" para decidir.

Mientras, la direcci¨®n del PP se esfuerza en enfriar el congreso tambi¨¦n en lo que se refiere a la ponencia pol¨ªtica, eje de un encendido debate que ha provocado casi 1.200 enmiendas, algo in¨¦dito. Los ponentes y casi todo el equipo de la calle G¨¦nova se dedica en exclusiva a negociar a contrarreloj -tendr¨ªan que haber acabado la semana pasada- con los cr¨ªticos para evitar un choque de trenes durante el congreso.

De momento parecen avanzadas las negociaciones sobre las enmiendas para suavizar el texto en lo que se refiere a la relaci¨®n con los nacionalistas, aunque no est¨¢n concluidas, y el problema est¨¢ m¨¢s bien en la parte social. Ayer no estaba a¨²n resuelto el encendido choque de enmiendas entre los que quieren ampliar la defensa de los derechos de los homosexuales, corrigiendo la posici¨®n en la que se hab¨ªa colocado el PP en estos cuatro a?os, y los otros, m¨¢s cercanos a posiciones cat¨®licas, que reivindican la familia tradicional. Tambi¨¦n hay varios choques por la pol¨ªtica sobre el aborto o las c¨¦lulas madre.