Bush y McCain piden la explotaci¨®n petrolera de las costas de EE UU
Barack Obama y los ecologistas advierten del grave peligro para el litoral
Un d¨ªa despu¨¦s de que el candidato presidencial republicano, John McCain, lo pidiera, el presidente George W. Bush envi¨® ayer al Congreso una propuesta para levantar el veto a las prospecciones de petr¨®leo en las costas norteamericanas con el fin de aumentar la producci¨®n propia y hacer frente al incontenible aumento del precio de la gasolina. Esta medida, a la que se opone el candidato dem¨®crata, Barack Obama, y las organizaciones ecologistas, traslada a la campa?a electoral un debate de enorme sensibilidad nacional y fuertes repercusiones internacionales y econ¨®micas.
El pa¨ªs produce hoy cinco millones de barriles diarios y consume veinte
El candidato dem¨®crata propone invertir en energ¨ªas alternativas
Frente a las habituales pol¨¦micas generalistas y vagas sobre los asuntos ecol¨®gicos, lo que est¨¢ en juego aqu¨ª es qu¨¦ pol¨ªtica energ¨¦tica va a tener la principal potencia mundial, con qu¨¦ riesgos y con qu¨¦ consecuencias. La apuesta por un aumento de las prospecciones de petr¨®leo, como defienden Bush y McCain, puede tener efecto inmediato y rotundo en el mercado de petr¨®leo, pero supone romper con una pol¨ªtica de dos d¨¦cadas que daba prioridad a la conservaci¨®n de la vida natural del litoral. Mantener el veto actual, como quieren Obama y la mayor¨ªa de su partido, exige un r¨¢pido desarrollo de energ¨ªas alternativas para evitar la dependencia que EE UU tiene ahora de los productores extranjeros de crudo.
EE UU produce hoy cinco millones de barriles diarios, pero consume 20. McCain dijo el martes, y Bush repiti¨® ayer, que eso representa "una dependencia inaceptable de reg¨ªmenes hostiles", como Ir¨¢n o Venezuela, y que EE UU tiene que contener los precios del crudo ya, sin esperar a que surjan otras energ¨ªas. "El desarrollo de la econom¨ªa norteamericana va a seguir dependiendo del petr¨®leo", advirti¨® Bush.
Para ello, el ¨²nico instrumento al alcance, desde la perspectiva republicana, es un aumento apreciable de la producci¨®n nacional mediante nuevas prospecciones o un incremento de las actuales en California, Florida, Nueva Inglaterra y Alaska. La explotaci¨®n petrolera de la reserva natural de Alaska es una vieja reclamaci¨®n de Bush. McCain no cree necesario extender esta pol¨ªtica a ese territorio de alto valor ecol¨®gico. Pero los riesgos y las dudas no son menores en los dem¨¢s escenarios.
En Florida, donde la conservaci¨®n de su hermoso litoral ha sido siempre un orgullo local, las tentaciones de explotaci¨®n petrol¨ªfera crecieron desde que se supo que, a pocas millas de distancia, su vecino, Cuba, se promet¨ªa tiempos de bonanza con el descubrimiento de nuevas bolsas de crudo. El gobernador de Florida, Charlie Christ, republicano, ha cambiado ahora su posici¨®n de muchos a?os para favorecer nuevas prospecciones.
En California, donde las perspectivas de riqueza petrolera son a¨²n mayores pero donde la resistencia ecol¨®gica es tambi¨¦n m¨¢s fuerte, el gobernador, Arnold Schwarzenegger, otro republicano, ha prometido luchar con todas sus fuerzas para impedir el levantamiento del veto actual.
?ste es un asunto fundamental para los ecologistas, cuyo peso electoral aumenta cada d¨ªa. De hecho, el propio McCain se ha alineado con los ecologistas y en contra de Bush en asuntos m¨¢s generales del cambio clim¨¢tico buscando precisamente el voto verde. Pero ese esfuerzo puede ser in¨²til ante una iniciativa como la de las prospecciones petrol¨ªferas, que, seg¨²n Sierra Club, la principal organizaci¨®n ecologista, "desenmascara a McCain" y representa una amenaza palpable para la vida en las costas.
McCain asegur¨® el martes que esa amenaza se ha reducido considerablemente gracias al desarrollo tecnol¨®gico de los ¨²ltimos a?os y que este pa¨ªs est¨¢ hoy apremiado a acelerar su producci¨®n y modernizar la industria petrolera. "Hay tanta regulaci¨®n en esta industria que la ¨²ltima refiner¨ªa fue construida cuando Gerald Ford era presidente [hace m¨¢s de 30 a?os]", dijo McCain.
Esta iniciativa va a satisfacer a las empresas de petr¨®leo, que tienen bloqueado su negocio. Pero tambi¨¦n es posible que despierte grandes simpat¨ªas entre los ciudadanos, cuya mayor angustia estos d¨ªas es la de llenar el dep¨®sito de sus coches a cuatro d¨®lares el gal¨®n (unos 75 c¨¦ntimos de euro por litro), precio desorbitado para los criterios locales.
Al oponerse, Obama asume un considerable riesgo pol¨ªtico. "Se trata de las mismas pol¨ªticas que nos han impedido durante a?os conseguir nuestra independencia energ¨¦tica", dijo sobre la propuesta de su contrincante. La plataforma de Obama incluye una inversi¨®n de 150.000 millones de d¨®lares en 10 a?os en el desarrollo de energ¨ªas alternativas.
Los l¨ªderes dem¨®cratas en el Congreso, Nancy Pelosi y Harry Reid, han anunciado que utilizar¨¢n su mayor¨ªa en ambas C¨¢maras para rechazar la iniciativa de Bush. Pero eso no va a impedir que el veto a las prospecciones, impuesto en 1990, precisamente por George Bush padre, se convierta en un asunto permanente de esta campa?a electoral. Los ciudadanos han establecido ya una l¨ªnea de conexi¨®n terrorismo-reg¨ªmenes hostiles-petr¨®leo-econom¨ªa que ocupa el centro de sus preocupaciones. Es dif¨ªcil que, por muchos episodios que puedan presentarse en una campa?a, algo llegue a distraer la atenci¨®n de esa cuesti¨®n medular.
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