Hacia una imagen de modernidad

Cuentan personas que han hablado con Eduardo Zaplana que en 2005, cuando los obispos convocaron una multitudinaria manifestaci¨®n a favor de la familia tradicional y en contra del matrimonio homosexual, ¨¦l estaba en Alicante y le llam¨® Rajoy. "Eduardo, tienes que ir a la manifestaci¨®n. Rouco me ha pedido apoyo". "Sabes que no me apetece", le respondi¨® ¨¦l, un liberal alejado de la Iglesia y que promovi¨® en la Comunidad Valenciana la primera ley de parejas de hecho de Espa?a. "Tienes que ir", sentenci¨®. Y fue, con ?ngel Acebes.

Ese mismo partido que desfil¨® con los obispos, algo ¨²nico en Europa, y que agrupa buena parte del voto cat¨®lico, propuso ayer como n¨²mero dos a una divorciada que, seg¨²n ha contado ella en reiteradas ocasiones, fue madre soltera por inseminaci¨®n artificial, con 40 a?os.

Ese mismo partido, que tiene problemas para negociar con los representantes del ala m¨¢s cercana a la Iglesia el texto sobre el matrimonio gay, va a votar como secretaria general a una persona que fue de las pocas en apoyar a Alberto Ruiz-Gallard¨®n cuando cas¨® a dos homosexuales. Y que en una entrevista con EL PA?S, con su beb¨¦ en brazos, cuando se le pregunt¨® si el Gobierno del PSOE hab¨ªa hecho algo bien, respondi¨® sin dudar: "Hay una ley que me gusta, lo que llaman el divorci¨® expr¨¦s".

Rajoy tiene muy claro, seg¨²n su entorno, que si el PP ha perdido las elecciones ha sido por tres claves: porque la mala imagen ha movilizado al voto anti-PP, porque Zapatero arrasa en el voto femenino, y porque algo parecido sucede con el voto joven. Seg¨²n la ¨²ltima encuesta del CIS, el PSOE le saca en voto femenino cinco puntos por encima de la media a los populares.

Con De Cospedal, Rajoy mata dos p¨¢jaros de un tiro. Ella es una imagen de la modernidad que Rajoy busca. Y, seg¨²n coincid¨ªan ayer varios dirigentes, la presencia de dos mujeres muy preparadas, ella y Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, ambas abogadas del Estado, como n¨²mero dos y n¨²mero tres del PP, servir¨¢ como contrapeso al Gobierno de Zapatero, el primero con m¨¢s mujeres que hombres.

La batalla de la imagen es clave, y el PP entra al fin en ella. Si el PSOE coloca de ministra de Defensa a una catalana embarazada, Carme Chac¨®n, el PP tiene de secretaria general a una madre soltera por fecundaci¨®n in vitro. De hecho, cuando fue nombrada presidenta del PP de Castilla-La Mancha, el arzobispo de Toledo, Antonio Ca?izares, representante del ala dura de la Iglesia, hizo llegar su disgusto de una manera sibilina: desminti¨® a trav¨¦s de una nota que, como hab¨ªa dicho ella en Onda Cero, el Gobierno auton¨®mico del PSOE, muy cercano a la Iglesia, le hubiese pedido que se pronunciara contra su nombramiento.

Pero adem¨¢s de los s¨ªmbolos, De Cospedal es una persona respetada dentro del PP, al que se afili¨® en 1999, por su perfil t¨¦cnico y, sobre todo, por el ascenso electoral en una comunidad que siempre se le ha resistido. En las auton¨®micas subi¨® cinco puntos y en las generales ha ganado hasta en Toledo, donde era cabeza de lista Jos¨¦ Bono.

De hecho, De Cospedal son¨® hace semanas como secretaria general. La mayor¨ªa del PP pensaba que no pod¨ªa ser porque implicaba descabezar al partido en Castilla-La Mancha, ahora que por primera vez funcionaba. Ella asegura que va a seguir al frente del partido en esa comunidad, porque ambos cargos son compatibles, y que ser¨¢ la candidata a la presidencia regional en 2011. ?sa es la condici¨®n que parece haber puesto.

Fue el jefe de gabinete del entonces ministro Javier Arenas, Juanjo Matar¨ª, quien la descubri¨® al llegar a Trabajo y Asuntos Sociales. Ella trabajaba all¨ª de t¨¦cnico en la ¨¦poca de Cristina Alberdi. Despu¨¦s tuvo muy buena relaci¨®n con Manuel Pimentel, hombre de Arenas. Se fue metiendo en pol¨ªtica cada vez m¨¢s hasta que acab¨® en Interior, a las ¨®rdenes de ?ngel Acebes, siempre impulsada por Arenas. All¨ª vivi¨® de cerca los peores momentos del 11-M. De hecho, fue la encargada de organizar el recuento de cad¨¢veres en el Ifema, y le dio al ministro la primera cifra de muertos (202), que luego se redujo a 191. Tras la derrota, Ignacio Gonz¨¢lez, a quien conoc¨ªa de Interior -fue secretario de Estado de Inmigraci¨®n- la recuper¨® como consejera de Transportes de la Comunidad de Madrid. Poco despu¨¦s, muy a pesar suyo -acababa de dar a luz-, Rajoy le pidi¨® que se fuera a Castilla-La Mancha. Y ah¨ª le ha llegado el triunfo.

En los medios, tiene fama de moderada. Su belleza -se r¨ªe cuando se le recuerda que fue Guapa de la Feria de Albacete- y su tono de voz le ha servido para ofrecer esa imagen en el exterior. Pero quienes han trabajado con ella saben que tiene un car¨¢cter muy dif¨ªcil con tendencia al autoritarismo. Esa caracter¨ªstica le ha servido para combatir en un mundo, el de la pol¨ªtica, dominado a¨²n por hombres.

Ahora se enfrentar¨¢ a los problemas de un partido, que sin el pegamento del poder, se cuartea por todas partes. Tendr¨¢ que lidiar con las crisis de Catalu?a, Baleares y Asturias. No parece asustada, no es su estilo.