Profec¨ªa cumplida
La Tercera Guerra Mundial acab¨® antes casi de que nadie se diera cuenta de su inicio", escribe J. G. Ballard en uno de los relatos incluidos en Fiebre de guerra, libro recientemente traducido al castellano por Javier Fern¨¢ndez y David Cruz y editado por Berenice. La frase es inequ¨ªvocamente ballardiana, adjetivo que el Collins English Dictionary decidi¨® legitimar otorg¨¢ndole la acepci¨®n de aquello "que se parece o sugiere las condiciones descritas en las novelas y en los relatos de Ballard; en especial, modernidad dist¨®pica, desolados paisajes creados por el hombre y los efectos psicol¨®gicos de los desarrollos tecnol¨®gicos, sociales o ambientales". En La historia secreta de la Tercera Guerra Mundial, la programaci¨®n televisiva, consagrada a detallar las constantes vitales del agonizante presidente de Estados Unidos, exilia a los r¨®tulos a pie de pantalla la cr¨®nica de la ¨²ltima conflagraci¨®n global. S¨®lo hay un telespectador atento que repara en el asunto. La idea es, tambi¨¦n, puro Ballard, como todas las que nutren este libro de relatos donde el autor se acerc¨® a radicales planteamientos formales cercanos al posmodernismo: en El ¨ªndice, el lector tiene que reconstruir la autobiograf¨ªa de un personaje imaginario -una figura mesi¨¢nica cuyo radio de influencia dibuja una historia secreta del siglo XX- a partir de las entradas del ¨ªndice onom¨¢stico de un libro desaparecido; Respuestas a un cuestionario disgrega las claves de un enigm¨¢tico crimen en el centenar de r¨¦plicas de un interrogatorio que ha omitido sus preguntas; Notas para un colapso mental desvela una intrincada ficci¨®n psicopatol¨®gica a partir del comentario de texto de las palabras que conforman su t¨ªtulo...
J. G. Ballard, aquejado de un c¨¢ncer terminal, parece haberse despedido de sus lectores con la reciente publicaci¨®n de Miracles of life (Fourth Estate, 2008), su concisa y conmovedora autobiograf¨ªa, en la que, entre otras muchas revelaciones, esclarece qu¨¦ hubo de verdad y qu¨¦ hubo de invenci¨®n en sus anteriores trabajos alimentados con su memoria personal: la celebrada El imperio del sol (1984) y la casi imp¨²dica La bondad de las mujeres (1991). Cuando el escritor ha decidido poner el punto y final a su obra literaria, abierta a principios de los sesenta, el mundo se ha convertido en la profec¨ªa cumplida de lo que su imaginaci¨®n, nutrida con la influencia del surrealismo y el psicoan¨¢lisis, hab¨ªa venido anunciando. Hay un dato significativo: a partir de su nouvelle Furia feroz (1988), la ficci¨®n de Ballard abandona las claves fant¨¢sticas para ce?irse al realismo y a la disecci¨®n de los entornos as¨¦pticos de la contemporaneidad, pero, en el fondo, su literatura sigue hablando de lo mismo.
Puede atribuirse a Ballard la misma punter¨ªa visionaria que tradicionalmente ha estado asociada al nombre de Julio Verne: si el autor de De la Tierra a la Luna (1865) intuy¨® un siglo XX marcado por la seducci¨®n tecnol¨®gica, Ballard ha sabido detectar las ansiedades subterr¨¢neas que desembocan en un cambio de milenio regido por la muerte del afecto y la definitiva disoluci¨®n de las fronteras entre realidad y ficci¨®n. En 1999, Bruce Sterling escribi¨® en las p¨¢ginas de la revista Time que "Ballard nunca predice acontecimientos o artefactos, sino que describe sensibilidades futuras, c¨®mo se experimentan y qu¨¦ significan". Cuando el grueso de los escritores de ciencia-ficci¨®n escuchaban los cantos de sirena de la carrera espacial y propon¨ªan fantas¨ªas sobre la exploraci¨®n de lo desconocido, Ballard contraatac¨® diciendo que "el ¨²nico planeta verdaderamente extra?o es la Tierra" y propuso como reto la inmersi¨®n en el espacio interior: lo importante, a partir de Ballard, es lo que ocurre en el universo subjetivo, c¨®mo nuestra imparable negociaci¨®n con el futuro transforma nuestros ¨ªntimos sistemas de conocimiento y autopercepci¨®n.
Nacido en Shanghai en 1930, J. G. Ballard tard¨® 40 a?os en escribir -20 para olvidar y otros tantos para recordar- acerca de los acontecimientos traum¨¢ticos de su infancia que determinaron su particular mirada sobre el mundo: El imperio del sol transform¨® en ficci¨®n la ruptura de esa burbuja de enga?osa ociosidad victoriana en la que viv¨ªa encerrada la colonia brit¨¢nica situada al oeste de una ciudad que fue considerada el Par¨ªs de Oriente. La guerra chino-japonesa, la Segunda Guerra Mundial y la reclusi¨®n de la familia Ballard en el campo de internamiento de Lunghua abocaron al futuro escritor a una precoz experiencia de la vida en estado de guerra que se convertir¨ªa en el sustrato de toda su obra literaria. Las im¨¢genes enigm¨¢ticas que aparecer¨ªan de manera recurrente en sus relatos y novelas de ciencia-ficci¨®n tuvieron su origen en la experiencia vivida: las piscinas vac¨ªas, los paisajes desolados, los hoteles abandonados. "Los recuerdos de Shanghai que yo hab¨ªa intentado reprimir estuvieron golpeando las tablas del suelo bajo mis pies y se deslizaron silenciosamente en mi ficci¨®n", escribe Ballard en Miracles of life, poco antes de confirmar que buena parte de su obra ha sido un intento de evocar Shanghai "por medios ajenos a la memoria".
Esa an¨®mala iniciaci¨®n sirve para explicar la extra?a l¨®gica que recorre la obra de Ballard: no es extra?o que quien en su infancia interpret¨® un campo de internamiento como un espacio de libertad y descifr¨® "la luz perlada" de la bomba at¨®mica como un "milagro salvador" terminase creando -en novelas como El mundo sumergido (1962), La sequ¨ªa (1964) y El mundo de cristal (1966)- personajes seducidos por las "posibilidades psicol¨®gicas" de las cat¨¢strofes apocal¨ªpticas o -en la pol¨¦mica Crash (1973)- rendidos al hechizo de las fantas¨ªas pornogr¨¢ficas liberadas por los accidentes automovil¨ªsticos. Decidir si en Ballard se esconde un moralista o un perverso es un debate un tanto est¨¦ril: en su universo imaginario, la l¨®gica de la obsesi¨®n toma el relevo de la moral para desvelar las claves de un presente visionario que ilumina un porvenir no necesariamente benigno, pero, como demuestra el curso de una realidad que sigue d¨¢ndole la raz¨®n, inevitable. -
Ediciones Minotauro est¨¢ publicando, en su colecci¨®n Biblioteca de Autor, la obra de J. G. Ballard. www.edicionesminotauro.com/ Fiebre de guerra. J. G. Ballard. Traducci¨®n de Javier Fern¨¢ndez y David Cruz. Berenice. C¨®rdoba, 2008. 224 p¨¢ginas. 20 euros. Miracles of life. Shanghai to Shepperton. An autobiography. J. G. Ballard. Fourth Estate, 2008. Mondadori lo publicar¨¢ en septiembre. Jordi Costa es comisario de la exposici¨®n J. G. Ballard. Autopsia del nuevo milenio, que tendr¨¢ lugar en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB) del 22 de julio al 9 de noviembre. www.cccb.org/
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