El desaf¨ªo limpio del autom¨®vil
Las dudas que se plantea cualquier comprador al elegir entre gasolina y di¨¦sel cuando adquiere un coche nuevo se multiplicar¨¢n en los pr¨®ximos a?os. Los motores actuales perfeccionados que utilizan combustibles derivados del petr¨®leo seguir¨¢n moviendo el autom¨®vil al menos en los pr¨®ximos 20 a?os, pero convivir¨¢n con otras alternativas que buscan reducir la dependencia del petr¨®leo -y el precio prohibitivo de los carburantes- y las emisiones contaminantes. El gas natural comprimido (GNC), los biocombustibles de segunda generaci¨®n y los carburantes sint¨¦ticos derivados de la biomasa estar¨¢n disponibles en pocos a?os.
El dif¨ªcil reto que plantea la motorizaci¨®n de los grandes pa¨ªses en desarrollo y la necesidad de reducir a la vez las emisiones contaminantes que amenazan el planeta no tienen soluci¨®n a corto plazo. En China se vende cada a?o un mill¨®n de coches m¨¢s que el anterior (
un aumento que equivale casi al mercado espa?ol, 1,6 millones en 2007), y las previsiones para otros pa¨ªses, como Rusia, son similares: en 2007 se comercializaron 2,4 millones de autom¨®viles y este a?o se superar¨¢n los 3,6 millones. Este crecimiento se repite en India, Brasil, M¨¦xico, Indonesia, Europa Oriental y la mayor¨ªa de los pa¨ªses emergentes. Y el desaf¨ªo medioambiental que plantea s¨®lo se podr¨¢ atenuar con un conjunto de peque?as mejoras que reducir¨¢n poco a poco la dependencia del petr¨®leo, mientras se ultiman fuentes de energ¨ªa m¨¢s limpias y en su mayor¨ªa renovables.
El¨¦ctricos con bater¨ªas de tel¨¦fono
El paso m¨¢s importante a medio plazo en la revoluci¨®n que afronta el autom¨®vil para garantizar su viabilidad vendr¨¢ de la mano de las bater¨ªas de ion-litio. Se desarrollaron para los tel¨¦fonos m¨®viles y ordenadores port¨¢tiles, pero se han convertido en la gran esperanza de las marcas de coches y han desatado una carrera contrarreloj para aplicarlas en los pr¨®ximos modelos. Primero se utilizar¨¢n para mejorar la autonom¨ªa de los coches h¨ªbridos -combinan un motor convencional y otro el¨¦ctrico-, como el Toyota Prius de gasolina, o los di¨¦sel h¨ªbridos que preparan fabricantes europeos como Mercedes (2009), VW y Peugeot-Citro?n (2010), entre otros. Y el objetivo es lograr que permitan recorrer m¨¢s kil¨®metros s¨®lo con propulsi¨®n el¨¦ctrica.
Pero las bater¨ªas de ion-litio servir¨¢n tambi¨¦n para desarrollar casi al mismo tiempo la segunda generaci¨®n de autom¨®viles h¨ªbridos conectables (plug-in), que se podr¨¢n recargar en postes en la calle o en el garaje de casa y permitir¨¢n cubrir la mayor¨ªa de los desplazamientos diarios sin pasar por la gasolinera. Y m¨¢s tarde, hacia 2010-2012, dar¨¢n el empuj¨®n definitivo a la fabricaci¨®n en serie de los coches el¨¦ctricos. Los primeros modelos estar¨¢n pensados para la ciudad, pero enseguida contar¨¢n con variantes h¨ªbridas de largo recorrido, aptas para los viajes: a?adir¨¢n un peque?o motor de gasolina o di¨¦sel que actuar¨¢ s¨®lo como generador de electricidad y recargar¨¢ las bater¨ªas en marcha, como propone el Chevrolet Volt.
Estos pasos intermedios deber¨ªan desembocar en el autom¨®vil de hidr¨®geno, que s¨®lo emitir¨¢ vapor de agua por el escape. Pero su viabilidad definitiva depende de que se logre crear un proceso para producir hidr¨®geno sin que se dispare el consumo de energ¨ªa. De lo contrario, lo que no se va en l¨¢grimas se ir¨¢ en suspiros.
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