El dep¨®sito lleno, por 15 euros
Dunas, vegas y palmerales en el sultanato de Om¨¢n
En los mapas antiguos, la pen¨ªnsula Ar¨¢biga aparec¨ªa dividida en tres territorios: Arabia P¨¦trea, Arabia Des¨¦rtica y Arabia Feliz. El sultanato de Om¨¢n, que ocupa el extremo oriental de la pen¨ªnsula, se hallar¨ªa en lo que era el territorio feliz, aunque, vistos sus desiertos y las grandes monta?as rocosas, no desentonar¨ªa en ninguna de las otras dos regiones.
En los mismos mapas, los cart¨®grafos daban una idea de la geograf¨ªa humana y f¨ªsica de aquellas tierras dibujando a un hombre tocado con un turbante que, junto a su camello, aparec¨ªa pl¨¢cidamente sentado a la sombra de un bosquete de palmeras. Tampoco se olvidaban de incluir el manantial con su estanque, la shisha o pipa de fumar y las dunas de arena.
Pues bien, sin entrar en t¨®picos y estereotipos, Om¨¢n resulta aleccionador porque aqu¨ª conviven armoniosamente el todoterreno con los camellos, los restaurantes de comida r¨¢pida con zocos como los de Nizwa y Mascate (ciudades que no hay que perderse), y los ni?os vestidos con impecables disdashas almidonadas con los que llevan la camiseta de futbolistas como Ra¨²l o Van Nistelrooy.
En un pa¨ªs donde las nacionalidades -oman¨ªes, indios, occidentales, etc¨¦tera- siguen reconoci¨¦ndose por la vestimenta, donde te pueden multar por llevar el coche sucio -seg¨²n me dijeron, el pa¨ªs se jacta, y con raz¨®n, de ser uno de los m¨¢s limpios del planeta- y donde existe un Ministerio de Asuntos Camellares, las hermosas im¨¢genes de los mapas siguen siendo realidad. Para verlo basta con acercarse a un campamento en el desierto y a un wadi.
1 De Muscate a Sharqiya
Una vez en camino, lo primero que llama la atenci¨®n en Om¨¢n es el buen trazado y el mantenimiento de las carreteras, incluso el de las pistas que escalan algunas laderas imposibles. El estilo de los conductores es otra cosa, pues resulta imposible de definir en t¨¦rminos agradables. En cualquier caso, para viajar por el pa¨ªs conviene alquilar un todoterreno 4¡Á4 (no teman por el precio de la gasolina: con 15 euros se llena un dep¨®sito de 70 litros).
Para llegar al desierto de Sharqiya se toma la autopista; despu¨¦s, la carretera de Muscate a Sur, atravesando la sierra de Hajar, que con sus m¨¢s de 3.000 metros en el pico de Jabal Shams es la que corona el norte del pa¨ªs. El paisaje yermo de las monta?as alterna con la aparici¨®n de willayats o pueblos en los palmerales, junto a las vegas de los r¨ªos.
Los castellanos se sentir¨¢n como en casa, porque en este sultanato de tres millones de habitantes y 300.000 kil¨®metros cuadrados abundan, casi tanto como en Castilla, las torres fuertes, las atalayas y las fortalezas. La idea misma de castillo est¨¢ tan arraigada en el imaginario de los oman¨ªes que los dep¨®sitos de agua para las azoteas de las casas vienen de f¨¢brica con almenas.
2 El desierto
El campamento de Al Areesh se encuentra en el desierto de Sharqiya, tambi¨¦n llamado Arenales de Wahiba (Wahiba Sands, en ingl¨¦s). Sharqiya est¨¢ formado por una serie de dunas paralelas que se extienden de norte a sur a lo largo de 180 kil¨®metros, y que de este a oeste ocupan casi 100. Entre duna y duna -algunas llegan hasta los 100 metros de altura- se extienden las hondonadas donde habitan los beduinos.
Para evitar el calor del mediod¨ªa conviene llegar al campamento al atardecer, unas dos o tres horas antes del ocaso. Una vez all¨ª, los anfitriones no tardan en proponer el cl¨¢sico paseo gamberro por las dunas en todoterreno con parada para contemplar la puesta del sol, sin duda una de las atracciones del desierto. El paseo a pie tiene tanto encanto o m¨¢s, aunque no se avance lo mismo.
Cualquiera de las dos opciones permite observar el crep¨²sculo y, m¨¢s interesantes a¨²n, la arena, que hace visos y va cambiando camale¨®nicamente de color, y las cabras, que aunque parezca mentira pastan por la duna, quiz¨¢ encontrando alguna de las 180 especies vegetales que, seg¨²n supimos, hay contabilizadas en este desierto.
La cena se sirve a las siete, y por la noche se puede dormir a la fresca, sacando las colchonetas de las caba?as a unas plataformas especialmente preparadas para ello, pero no es f¨¢cil conciliar el sue?o. Tal vez porque en el desierto la abrumadora presencia de las estrellas en el firmamento invita a la reflexi¨®n, o quiz¨¢ por el silencio enga?oso que se escucha.
Lo cierto es que se oyen ruidos, muchos ruidos, probablemente los de los animales cuyas huellas, algunas como cintas de encaje, se aprecian en la arena por la ma?ana. El calor entonces llega sin avisar. As¨ª que lo mejor, despu¨¦s de desayunar y esquiar por una pista de arena -otra atracci¨®n que no mencion¨¦ antes-, es hacer el petate y marcharse. Al salir, en la hondonada, el beduino con turbante y bajo una palmera espera junto a su camello a que alguien se anime a cabalgarlo.
3 El r¨ªo
El Wadi Bani Khalid se encuentra a una hora escasa del campamento de Al Areesh, continuando por la carretera de Muscate a Sur y desvi¨¢ndose a la izquierda hacia el willayat de Al Kamil. Como es bien sabido, wadi en ¨¢rabe significa r¨ªo -de ah¨ª Guadiana, Guadalquivir, etc¨¦tera-, y este al que nos dirigimos, entre monta?as de pizarras rojas (por la presencia del hierro) y verdes (por la del cobre), mana en las estribaciones orientales de la sierra de Hajar.
Desde Al Kamil, el palmeral se extiende vega arriba. La carretera es transitable, pese a los socavones que hizo Gonu, el hurac¨¢n que azot¨® Om¨¢n en junio de 2007 dejando algo m¨¢s de mil muertos a su paso. Por ella, entre los caces que riegan los bancales, y los huertos con palmeras, alf¨®ncigos e higueras, llegamos hasta las cercan¨ªas de dos grandes estanques.
Aqu¨ª el ba?o es una delicia, pero todav¨ªa merece la pena subir hasta el tramo donde el agua clara, encajonada entre paredes de caliza, cae en cascadas y forma pozas perfectas para el chapuz¨®n. Y tambi¨¦n compensa seguir corriente arriba hasta el lugar de donde manan estas aguas incre¨ªbles. Vi¨¦ndolas salir de aquellas inmensas monta?as, polvorientas y asoladas, uno creer¨ªa que Mois¨¦s acaba de golpear la piedra con su cayado.
Y hablando del legislador de los jud¨ªos, conviene tener presentes los tres mandamientos que aparecen en los paneles dirigidos a monta?eros y amantes del trekking: "Toma ¨²nicamente fotograf¨ªas. Deja s¨®lo pisadas. Ll¨¦vate la basura". Todo sea por la felicidad de este rinc¨®n de Arabia.
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicos- Moneda: un rial oman¨ª equivale aproximadamente a 1,70 euros. Un rial se divide en 1.000 baizas.- Prefijo telef¨®nico: 00 968.C¨®mo llegar- KLM (www.klm.com; 902 01 03 21) tiene vuelos de Madrid a Mascate, con una escala, a partir de 550 euros, tasas y suplementos incluidos; desde Barcelona, a partir de 431 euros.- La mayorista Catai (www.catai.es) ofrece un viaje desiete d¨ªas (seis noches) a partir de 1.527 euros por persona, tasas y suplementos no incluidos. Ofrecen la posibilidad de hacer excursiones (el importe se paga aparte) al desierto de Sharqiya, a la sierra de Hajar o a Nizwa, y tambi¨¦n cruceros por el golfo de Om¨¢n. El paquete incluye vuelos, alojamiento en hotel de cuatro estrellas en Mascate con desayuno, traslados con ch¨®fer de habla inglesa (combustible no incluido) y seguro de viaje.- La mayorista Dahab Travel (www.dahabtravel.es) ofrece un viaje de seis d¨ªas y cinco noches a Om¨¢n, con estancias en Mascate, Nizway el desierto de Sharqiya, a partirInformaci¨®n - Turismo de Om¨¢n (en ingl¨¦s)www.omantourism.gov.om. (en ingl¨¦s)- www.destinationoman.com. P¨¢gina estadounidense con informaci¨®n pr¨¢ctica y listados de hoteles, restaurantes, zocos, tiendas o museos.
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