Pop dislocado y electr¨®nica ¨¦tnica
Manos de Topo y El Guincho, los m¨²sicos 'underground' m¨¢s internacionales
Antes encontrar¨¢ un italiano que admita votar a Berlusconi, o un espa?ol que desee realmente que la selecci¨®n gane que un m¨²sico que acepte formar parte de una escena. Manos de Topo y El Guincho son dos artistas perif¨¦ricos, en la mayor¨ªa de acepciones del t¨¦rmino -aproximaci¨®n musical no oficialista, excentricidad vital y c¨®digo postal extramuros- sentados en un caf¨¦ del Raval barcelon¨¦s para discutir la existencia de una nueva escena dentro de la m¨²sica independiente patria. Y claro, se muestran esc¨¦pticos.
Los Manos de Topo fabrican un pop dislocado de voz inc¨®moda y rimas surreales, mientras que Pablo Reixa, El Guincho, con su original aproximaci¨®n a la electr¨®nica y a lo ¨¦tnico, es el fen¨®meno underground m¨¢s internacional de la historia reciente de este pa¨ªs. Los Manos proceden de Vigo, Sabadell y Menorca, mientras que Pablo es canario. Han compartido bandas previas y barrio, Gr¨¤cia. Ayer formaron parte de los fastos que una marca de cerveza organiz¨® para apoyar el talento independiente durante el D¨ªa de la M¨²sica.
Artistas perif¨¦ricos debaten en el Raval sobre una nueva escena musical
Han compartido bandas y ayer formaron parte del D¨ªa de la M¨²sica
En un cartel integrado por lo m¨¢s granado del underground espa?ol, El Guincho actu¨® en Madrid y Manos de Topo en Barcelona. No ser¨¢ la primera ni la ¨²ltima vez que se encuentren este verano en el circuito de festivales. Manos de Topo presentar¨¢n Ortopedias bonitas, cuando el sol a¨²n pique fuerte. El Guincho har¨¢ lo propio con el celebrado Alegranza cuando el sol ya est¨¦ a punto de volver a salir.
"Oye, Pablo, ?t¨² subvencionar¨ªas al Celta de Vigo?", le pregunta Alejandro Marzoa (xilof¨®n) a Reixa, quien comparte sello internacional con White Stripes y empalma dos actuaciones en S¨®nar y Off S¨®nar con el concierto de Madrid, al que acudir¨¢ su t¨ªa, por cierto. "Enr¨®llate, que nos han dicho que cobras 20.000 euros por bolo", le espeta Rafa de los Arcos (bater¨ªa). Reixa y F¨¦lix, su amigo y cofundador de Discoteca Oc¨¦ano, medio a trav¨¦s del que editaron este disco min¨²sculo en ambiciones y presupuesto que es hoy un fen¨®meno global, responden al segundo. "Qu¨¦ dices, t¨ªo. En el Reino Unido no te llevas nada, parece que debas darles las gracias por tocar. Lo mejor es Australia. Se come genial. S¨ª, he actuado para 10.000 personas, pero de ah¨ª a cobrar toda esa pasta...".
"Me gustar¨ªa ver a bandas como los Manos de Topo o a Joe Crep¨²sculo (otro outsider de la escena barcelonesa, miembro de los descomunales Tar¨¢ntula) triunfar fuera. Si he podido yo a trav¨¦s de Myspace y con una buena rese?a en Pithcorkmedia, esa web yanqui que es como la Biblia del underground, pues tambi¨¦n pueden ellos. Siempre que me preguntan qu¨¦ m¨²sica escucho nombro a bandas de colegas, como ellos. El otro d¨ªa puse un tema de Joe Crep¨²sculo en una radio australiana y fliparon".
Los Manos de Topo asienten. Vista la reticencia de Pablo a salvar los 80 millones de euros de deuda del Celta, le proponen dise?ar El Guincho, el videojuego. Casi cuela. "Somos colegas de barrio. Hemos tocado en bandas juntos y nos conocemos de estar en locales como el Big Bang. Lo ¨²nico que ha cambiado es que nosotros somos algo m¨¢s famosos y ¨¦l es ahora enorme. Pero si me preguntas con qui¨¦n quiero compartir escenario, no te digo ning¨²n grupo supuestamente grande, te digo Los Carradine, o El Guincho".
En su constante y extremadamente divertida b¨²squeda de capitalizar el ¨¦xito de Pablo, los Topos le proponen editar un ep juntos. Pero de una forma algo peculiar. "Mira, Pablo", le espeta Alejandro, "t¨² pones tus seis canciones y, al final, nosotros ponemos las nuestras, as¨ª por sorpresa y a traici¨®n. Y la gente lo flipa, seguro".
"No s¨¦ exactamente c¨®mo debe hacerse esto de darse a conocer en el extranjero, pero s¨ª te digo que muchos guiris que han escuchado nuestra m¨²sica han flipado, a pesar de mi voz", apunta Miguel ?ngel, el esp¨¢stico vocalista de la banda. "Un tipo vino y nos regal¨® incluso un pollo asado y una Moritz. Dijo que le record¨¢bamos a los Cure. Pobre Robert Smith".
Mientras ellos deciden con qu¨¦ pierna saltar hacia la dominaci¨®n mundial, la escena sigue tomando forma, al menos, para los medios, y ya parece que los ecos de una Barcelona ir¨®nica, surrealista e internacionalista han llegado hasta M¨¦xico. "Es cierto, tenemos fans en M¨¦xico", apunta Alejandro. "Tenemos seis, t¨ªo. Y en Myspace tener seis significa tener seis, no 6.000", le responde Rafa.
Otros colegas
Las coincidencias son espacio-temporales, m¨¢s que musicales: colegas de barrio, de bar o local de ensayo. Aqu¨ª cuatro bandas imprescindibles.- Le PianoPasaron de tratar de ser un combo de 'northern soul' a una magn¨ªfica banda de pop. Su disco deb¨², en septiembre. Pueden ser algo grande.- Los CarradineVeteranos del desorden, son la cara m¨¢s descre¨ªda y, tambi¨¦n, el 'hit' de la temporada. 'Sospechoso tren de vida' alegra la tarde m¨¢s tonta.- Tar¨¢ntulaSu 'Esperando a Ram¨®n' dice que otra Barcelona es posible. Entre la agitaci¨®n 'arty', rock cazurro e iron¨ªa bruta, es el grupo que todos quieren tener.- NiseiRock nervioso, 'dub' adictivo y 'hardcore'. Experimentales, inteligentes y deliciosamente inc¨®modos, tienen nuevo disco, 'Continents'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.