Un rapsoda llamado Villepin
El ex primer ministro franc¨¦s inicia una nueva vida
El pasado fin de semana, en Montpellier, Dominique de Villepin, antiguo primer ministro y ex ministro tambi¨¦n de Exteriores e Interior, debut¨® como rapsoda. Ante un p¨²blico entusiasta de 400 personas recit¨® obras de sus poetas preferidos: Verlaine, Rimbaud, C¨¦saire, Cendrars, Char... Antes hab¨ªa acudido al instituto Arthur Rimbaud para hablar de poes¨ªa con los alumnos.
"Es una buena manera de restablecer contacto con el pa¨ªs real", dice Villepin, que ya anuncia para el pr¨®ximo oto?o la publicaci¨®n de un tercer libro sobre Napole¨®n, en esta ocasi¨®n dedicado a la ca¨ªda o "el imperio imposible".
Buen orador y graf¨®mano impenitente, Dominique de Villepin trabaja ahora como abogado para sociedades interesadas en sus consejos en materia de pol¨ªtica y legislaci¨®n internacional. Para ello ha abierto bufete en la prestigiosa avenida Foch, en Par¨ªs. Y al mismo tiempo acude a distintos pa¨ªses -Jap¨®n, Per¨² o Venezuela- para pronunciar conferencias bien remuneradas.
El pol¨ªtico es un consumado deportista y un experto en napole¨®n
Para poder instalarse como profesional independiente, Villepin vendi¨® hace unos meses su colecci¨®n de libros de la ¨¦poca napole¨®nica. Se trataba no s¨®lo de viejos vol¨²menes, sino tambi¨¦n de documentos personales del emperador y del mundo que le rode¨®. La subasta le proporcion¨® 1,2 millones de euros.
Conocedor de la historia de Napole¨®n I, ha publicado diversos textos sobre el tema, entre ellos su libro Los cien d¨ªas, que relata el periodo en que el emperador retom¨® el poder tras escapar de la isla de Elba.
Villepin tambi¨¦n ha de ocuparse de su defensa en el embrollado caso Clearstream, en el que aparece implicado como presunto difamador del actual presidente franc¨¦s Nicolas Sarkozy. Villepin no s¨®lo lo niega, sino que dice haber sido inventado precisamente para difamar su persona. El caso sigue su curso y planea sobre el hipot¨¦tico futuro pol¨ªtico de Villepin. Algunos rumores le sit¨²an al frente de la lista de la conservadora UMP para las pr¨®ximas elecciones europeas, pero nadie sabe lo que hay de cierto al respecto. "?Tengo cara de pedir favores?", dice Villepin a quienes se interrogan sobre el alcance de su entrevista -el 18 de junio del a?o pasado- con Sarkozy. "S¨®lo hablamos de Europa".
El grupo de seguidores de Villepin, reducido pero fervoroso, constata que las predicciones de su l¨ªder se cumplen: la reforma constitucional parece estar en un impasse, el atlantismo domina ahora la pol¨ªtica exterior francesa, el palacio del El¨ªseo es m¨¢s cortesano que nunca y algunos medios de comunicaci¨®n parecen al servicio ¨²nico del poder. "Lo constato sin amargura ni rencor", dice Villepin en el diario Le Figaro.
Para completar esta paleta multifac¨¦tica, Villepin se revel¨® a sus ¨ªntimos como pintor, tanto figurativo como abstracto, y como deportista consumado, que igual le daba por disputar partidos de tenis que salir a correr maratones.
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