Cuando el fan es (casi) tan famoso como su ¨ªdolo

La brasile?a Larissa viajaba por primera vez fuera de su pa¨ªs el pasado mes de noviembre, y lo hac¨ªa para conocer a su ¨ªdolo, el actor Paul Mescal. Hasta hace menos de cinco a?os, el irland¨¦s era un completo desconocido, pero tras el estreno de la serie Normal People en abril de 2020 su vida cambi¨® para siempre. Y en cierto modo tambi¨¦n la de Larissa, que opt¨® por abrir una cuenta de Instagram dedicada al int¨¦rprete llamada @paulmescalpics, un perfil que hoy supera los 230.000 seguidores. ¡°Empec¨¦ la cuenta en mayo de 2020 despu¨¦s de ver Normal People. Me qued¨¦ impactada con el talento de Paul, estaba confinada en casa y al principio pens¨¦ que ser¨ªa una buena manera de distraerme de la pandemia, pero me encant¨® y me encanta llevar la p¨¢gina, y Paul nos ha seguido impresionando con su innegable talento y trabajo duro¡±, cuenta por correo electr¨®nico. Lo que nunca pudo imaginar Larissa es que terminar¨ªa colaborando con el actor en la promoci¨®n de la que es, hasta el momento, la pel¨ªcula m¨¢s importante de su carrera, Gladiator II, secuela de la famosa cinta dirigida por Ridley Scott.

Para la reciente promoci¨®n del filme, Larissa y Mescal jugaron a una especie de Trivial para esclarecer qui¨¦n sab¨ªa m¨¢s sobre el actor, si su mayor seguidora o el propio Mescal. Spoiler: gan¨® ella. El v¨ªdeo se viraliz¨® en redes sociales y evidenci¨® c¨®mo la figura del fan se ha convertido en un activo poderoso no solo para cuantificar el tir¨®n de una celebridad, tambi¨¦n a la hora de planificar y ejecutar estrategias de marketing. Es lo que Marta Arranz, cultural strategist y divulgadora de estrategias de comunicaci¨®n y an¨¢lisis cultural en @eso.es.un.insight, identifica como la ¡°fan economy¡±. Es decir, ¡°un fen¨®meno donde los productores culturales no solo venden a los fans, sino que aprovechan su influencia y poder para generar mayor promoci¨®n, lealtad y, en ¨²ltima instancia, m¨¢s ventas¡±. De esta manera, el fan, como representante de una comunidad, se cuela en la conversaci¨®n.

Arranz pone de ejemplo el caso Taylor Swfit, y asegura que ¡°la cantante ha conseguido ser un fen¨®meno de masas gracias a estrategias de marketing centradas en los seguidores, convirti¨¦ndolos en parte activa de su ¨¦xito. Cada campa?a est¨¢ dise?ada para activar su amor y participaci¨®n¡±.

El fan en el centro de la conversaci¨®n

Por descontado, el fandom no es algo nuevo, pero s¨ª ha cambiado la forma en que se articulan esas redes de apoyo conocidas tradicionalmente como club de fans. Hoy existen decenas de miles de cuentas en redes sociales que crean contenido de forma desinteresada acerca de actores, cantantes, miembros de la realeza¡­ cualquier personaje p¨²blico es susceptible de contar con su p¨¢gina de seguidores, perfiles actualizados casi a tiempo real que funcionan como un portal de noticias donde se amplifica la visibilidad del famoso.

En general, se asocia el fen¨®meno fan con la juventud, pero cuentas como @ClubChalamet desmienten esta falsa creencia. Este perfil fue creado en 2018 por Simone Cromer, una mujer afincada en Los ?ngeles y perteneciente a la generaci¨®n X (nacidos entre 1965 y 1981), como ella misma ha desvelado, sin especificar su edad exacta. Su conocimiento acerca del actor neoyorquino es tal que cuando salta alguna noticia relacionada con el int¨¦rprete de Call Me by Your Name o Dune, muchos en redes sociales se interesan directamente por la opini¨®n de Cromer. ¡°Gracias a las redes sociales los fans han pasado de ser sujetos individuales pasivos a comunidades activas que transforman las industrias culturales¡±, se?ala Arranz.

La cultura de internet ha alimentado el fen¨®meno y dentro de la esfera digital son muchos los creadores de contenido que han cimentado su carrera bajo la premisa de ser fan. En Espa?a hay ejemplos tan representativos como el de la creadora de contenido Andrea Compton, quien se describe a s¨ª misma como ¡°youtuber, comunicadora y fan¡±. Despu¨¦s de muchos a?os en el sector, en la actualidad buena parte de su trabajo es fruto de colaboraciones con las plataformas audiovisuales que cuentan con ella de manera recurrente en las campa?as de promoci¨®n de series y pel¨ªculas.

Quiz¨¢ el caso m¨¢s representativo del poder de la figura del fan lo personifica Evan Ross Katz. El comunicador ha pasado de ser fan, en general, a construir un peque?o imperio gracias a su sentido del humor, su creatividad a la hora de convertir en meme cualquier noticia relacionada con el star system y su capacidad para explotar los nuevos formatos de comunicaci¨®n, primero con su podcast Shut Up, Evan, lanzado en 2020, y m¨¢s tarde con la newsletter de mismo nombre creada en 2023. ¡°Todav¨ªa soy un megafan. Y a mucha honra. Siempre lo ser¨¦. Lo que ha cambiado es la proximidad con aquellas personas de las que lo soy, o como me gusta decir, esa gente que me produce palpitaciones en el coraz¨®n. Y agradezco que la transici¨®n haya sido gradual (...)¡±, expres¨® en una entrevista reciente a The Hollywood Reporter.

El propio Ross Katz entrevist¨® hace pocas semanas en su newsletter a la cabeza visible del club de fans de la actriz Dianna Agron, llamado Dianna Agron Updates. Si sucumbi¨® al fen¨®meno Glee sabr¨¢ que Agron fue parte del reparto de la ficci¨®n creada por Ryan Murphy, una int¨¦rprete que vivi¨® su momento de fama en la d¨¦cada del 2010 pero que no se ha prodigado mucho m¨¢s desde entonces. ¡°Nunca pens¨¦ que dar¨ªa ninguna entrevista en toda mi vida y gracias a la cuenta ha hecho muchas en este ¨²ltimo a?o¡±, relat¨® la creadora del perfil, que mantiene su nombre en el anonimato. Despu¨¦s de ocho a?os, el pasado 31 de diciembre cerr¨® la p¨¢gina para siempre. ¡°Esta cuenta me ha dado mucho pero me ha costado mucho tambi¨¦n¡±, dijo en el comunicado de despedida. Y es que detr¨¢s de estas comunidades hay invertidas muchas horas de trabajo. En el caso de Larissa, dedica hasta tres o cuatro horas diarias a la p¨¢gina de @paulmescalpics cuando el int¨¦rprete est¨¢ de promoci¨®n y alrededor de una hora ¡°si est¨¢ entre un proyecto y otro¡±. En cualquier caso, evita presionarse a s¨ª misma y trata de ¡°disfrutar de mantener la p¨¢gina siempre actualizada¡±, puntualiza.

S.C. es la creadora de @akabadgyalqueen, una peque?a p¨¢gina dedicada a la cantante catalana Bad Gyal que empez¨® como un club de fans en TikTok y despu¨¦s dio el salto a Instagram, adem¨¢s de contar con un canal de difusi¨®n en WhatsApp. Con el club de fans, esta joven de 22 a?os dice sentirse ¡°m¨¢s cercana a la artista¡±. ¡°Una de las mejores cosas que me ha tra¨ªdo esto ha sido conocer a gente. Qui¨¦n dir¨ªa que terminar¨ªa yendo a un concierto con la fot¨®grafa que me mand¨® fotos de Alba [Alba Farelo es el nombre real de Bad Gyal]. De hecho, la mayor¨ªa de conciertos a los que voy este verano es con seguidores. He conocido a gente encantadora¡±, relata. Su experiencia al frente de la cuenta, que gestiona ella sola, y teniendo en cuenta las interacciones que cosecha y la visibilidad que logra con sus v¨ªdeos, le hace ser consciente de su influencia: ¡°Me atrever¨ªa a decir que somos parte de la imagen que genera un artista y eso me asusta un poco¡±, opina.

En efecto, en plena era digital, el artista no es el ¨²nico responsable de la imagen que proyecta, pues cada una de sus apariciones (p¨²blicas o no) pueden ser documentadas y analizadas al mil¨ªmetro. Fuera de sus hogares la privacidad es casi inexistente, como revela el ¨¦xito de las cuentas dedicadas a desvelar conversaciones privadas de famosos a partir de la lectura de labios. En este sentido, Arranz destaca el poder de los fans para ¡°dar forma a las narrativas, y por ende a la percepci¨®n que tenemos de las figuras p¨²blicas. Las revistas del coraz¨®n se quedan muy cortas a lo que el colectivo de fans puede saber de su famoso favorito por un detalle de una fotograf¨ªa. Hoy en d¨ªa, son ellos quienes reinterpretan y definen c¨®mo es una persona, m¨¢s que ella misma, en base a las celebridades con los que se codea, c¨®mo va a un evento, o simplemente por c¨®mo mir¨® o dej¨® de mirar a otro en una alfombra roja¡±.

La otra cara de la moneda

Ese poder es un arma de doble filo porque, como todo, el fen¨®meno fan tambi¨¦n tiene un reverso. Ana de Armas lo vivi¨® en primera persona con una p¨¢gina que surgi¨® como un club de fans de la actriz y termin¨® por volverse contra ella. Se trata de la cuenta Ana de Armas Updates, con casi 64.000 seguidores en la red social anteriormente conocida como Twitter. En abril de 2020, la int¨¦rprete bloque¨® este perfil abierto en noviembre de 2019 por un veintea?ero afincado en Texas. Si bien nadie del c¨ªrculo de la actriz se pronunci¨® al respecto, el bloqueo pudo deberse a los comentarios sarc¨¢sticos que acompa?aban muchas de las im¨¢genes compartidas por la cuenta durante las primeras semanas de pandemia, en las que Ana de Armas aparec¨ªa paseando junto a su entonces pareja Ben Affleck. La noticia trascendi¨® las redes sociales e incluso el administrador del perfil, cuyo nombre es an¨®nimo, fue entrevistado al respecto en la revista Paper. ¡°Mis publicaciones nunca fueron con mala intenci¨®n o con af¨¢n de insultar¡±, coment¨®. A pesar de todo, la cuenta contin¨²a activa, aunque el contenido publicado no siempre deja en buen lugar a la int¨¦rprete hispano-cubana.

Las pugnas entre diferentes p¨¢ginas de fans por lograr ser la m¨¢s relevante reflejan igualmente la otra cara de la moneda. ¡°Hay cuentas que nos caemos muy bien y con las que hablamos personalmente, m¨¢s all¨¢ del club de fans. Pero tambi¨¦n hay cierta competencia por parte de cuentas que quieren estar por encima y se dedican a denunciar a otras y conseguir que Instagram las elimine. La pol¨ªtica de Instagram para los clubs de fans no est¨¢ nada consolidada, por lo que es muy f¨¢cil, desafortunadamente¡±, revela la administradora de @akabadgyalqueen. Con sus luces y sombras, la edad de oro del club de fans no ha hecho m¨¢s que comenzar.