M¨¢s que un tubo de escape

La desgracia parece perseguir a Kimi Raikkonen. A los accidentes que le dejaron fuera de las carreras en M¨®naco -empuj¨® por detr¨¢s a Sutil- y Canad¨¢ -Hamilton le embisti¨® en el pit lane- debe agregar ahora una nueva aver¨ªa mec¨¢nica que le impidi¨® ganar una carrera que ten¨ªa absolutamente controlada. El finland¨¦s ser¨ªa l¨ªder indiscutible del Mundial simplemente sin haber tenido que pagar por las situaciones que ¨¦l no hab¨ªa creado: la rotura del motor en Australia, el abandono en Montreal y el problema de ayer con el tubo de escape. Sin embargo, en las carreras todo eso cuenta.

En el meridiano de la carrera de Francia, Raikkonen comenz¨® a notar una p¨¦rdida notable de potencia en su coche. No creo que ¨¦l mismo consiguiera explicarse por qu¨¦ hasta que una de las piezas de los colectores derechos del tubo de escape se desenganch¨® y qued¨® suelta sobre la parte posterior de la carrocer¨ªa que tapa el motor. Lo ¨²nico que notaba hasta entonces era que estaba perdiendo entre dos y tres segundos por vuelta en relaci¨®n a su compa?ero de equipo, Felipe Massa, hasta que ¨¦ste le adelant¨® y le dej¨® sin posibilidades de ganar la carrera. Su preocupaci¨®n, entonces, deb¨ªa de ser si aquel problema ten¨ªa o no soluci¨®n. Y, afortunadamente, cuando el problema se localiz¨®, desde el box pudieron explicarle la manera de resolverlo parcialmente para que pudiera finalizar la carrera sin excesivo quebranto.

La p¨¦rdida del tubo de escape es una aver¨ªa realmente perjudicial no s¨®lo por la bajada de potencia que supone en s¨ª misma (alrededor de 50cv), sino tambi¨¦n porque tener un elemento flotando por encima del coche va en detrimento de la aerodin¨¢mica y acaba por deteriorar el casco, tal como ocurri¨® al final. Sin embargo, en todo ello hay un problema anexo que puede pasar inadvertido para el gran p¨²blico, pero no para los ingenieros: el tubo de escape lleva instalado un sensor, llamado Lamba, que determina electr¨®nicamente la mezcla de la gasolina y el aire que mejor le va al motor. Lo que, en realidad, indica este sensor es c¨®mo est¨¢ gastando el combustible el coche y eso permite detectar si la mezcla es la adecuada y si debe entrar m¨¢s o menos gasolina en los cilindros.

El perjuicio que puede causar todo esto es importante. Y Raikkonen lo not¨® en la falta de potencia de su motor. Pero ¨¦sa es una situaci¨®n que puede modificarse manualmente. Desde el box debieron de decirle al finland¨¦s qu¨¦ botones deb¨ªa tocar para poder resolver el problema. Y lo consigui¨®, puesto que, al cabo de cuatro o cinco vueltas, el rendimiento de su Ferrari volvi¨® a ser estable y sus tiempos mejoraron hasta el punto de que pudo concluir en la segunda posici¨®n sin excesivas dificultades.

La victoria de Massa es m¨¢s el triunfo de la suerte que el de sus propios m¨¦ritos. Pero subir a lo m¨¢s alto del podio eleva la moral de cualquiera. Massa sale muy reforzado del Gran Premio de Francia, aunque no debe olvidarse de que Raikkonen fue m¨¢s r¨¢pido que ¨¦l mientras su coche aguant¨®. Sin embargo, el doblete le sirve a Ferrari para certificar que est¨¢n haciendo las cosas bien, que su coche es el m¨¢s veloz del campeonato, que los dem¨¢s est¨¢n lejos y que tienen ya a dos pilotos ganadores que se est¨¢n disputando el t¨ªtulo. Entonces, ?por qu¨¦ cambiarlos?