La oposici¨®n de Zimbabue se retira de las elecciones

El l¨ªder de la oposici¨®n de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, se retir¨® ayer de las elecciones presidenciales, cuya segunda vuelta deb¨ªa celebrarse el viernes. Asegura que con el actual clima de intimidaci¨®n y violencia, unos comicios libres y justos son imposibles. Un portavoz del Gobierno de Robert Mugabe (quien ser¨¢ declarado vencedor autom¨¢ticamente), dijo que el motivo real de la retirada era evitar "una humillante derrota".

La declaraci¨®n del l¨ªder del Movimiento para el Cambio Democr¨¢tico (MDC, en sus siglas en ingl¨¦s) se produjo horas despu¨¦s de que elementos armados del r¨¦gimen reventaran un mitin en Harare. En las ¨²ltimas semanas han muerto m¨¢s de 70 de sus militantes, que han sufrido el acoso de la polic¨ªa y de los llamados veteranos de Mugabe, una fuerza de choque. Entre ellos, el alcalde de Harare, del MDC, cuya mujer fue asesinada.

"Hemos decidido no participar m¨¢s en este violento, ileg¨ªtimo y vergonzoso proceso. No podemos pedir [a los votantes] que depositen su papeleta el 27 de junio, porque ese voto les podr¨ªa costar la vida", dijo Tsvangirai en una rueda de prensa.

El candidato del MDC venci¨® con claridad en la primera vuelta celebrada el 29 de marzo, pero seg¨²n los datos oficiales divulgados por el r¨¦gimen -que los tuvo casi cinco semanas secuestrados en espera de una decisi¨®n del presidente- no obtuvo la mayor¨ªa absoluta: el 47,9% frente al 43,2% de Mugabe.

El desarrollo de aquella primera fase fue vigilada por una red social de 13.000 voluntarios que lograron tener bajo lupa al 85% de los colegios. El fraude masivo (cambiar 120.000 papeletas) fue imposible y Mugabe tuvo que aceptar su primera derrota desde que ocupa la presidencia (1980). Para la segunda vuelta, el r¨¦gimen tom¨® medidas: s¨®lo admiti¨® 500 voluntarios.

EE UU y la UE condenaron ayer el clima de violencia que vive Zimbabue e hicieron responsable de ella a Mugabe. El presidente surafricano, Thabo Mbeki, pidi¨® al l¨ªder del MDC que reconsiderara su decisi¨®n y llam¨® a Mugabe al di¨¢logo, pero evit¨® pronunciarse sobre la situaci¨®n pol¨ªtica de fondo.

Mugabe, de 84 a?os, ha convertido la segunda vuelta en un campo minado para la oposici¨®n y dejado claro su objetivo: "Solo Dios me sacar¨¢ del poder", afirm¨®. Y ha puesto todos los medios para evitarlo: la polic¨ªa ha detenido al menos tres veces a Tsvangirai, a quien se ha dificultado el movimiento; el n¨²mero dos del MDC est¨¢ en prisi¨®n acusado de alta traici¨®n, delito que puede acarrear la pena de muerte, por dudar de los resultados oficiales de la primera vuelta y la televisi¨®n p¨²blica (no existe otra) ha retirado toda la publicidad de la oposici¨®n, que no puede hacer llegar su mensaje a la poblaci¨®n, que sobrevive en una hiperinflaci¨®n galopante que ya supera el 1.000.000%.

S¨®lo quedaban los m¨ªtines, el contacto directo con la gente, pero esas reuniones han sido en los ¨²ltimos d¨ªas el objetivo militar predilecto de los veteranos. Tsvangirai asegura que el resultado de las elecciones ya estaba decidido y el fraude en marcha. Con su retirada trata de deslegitimar el proceso ante los ojos de los propios africanos, el ¨²ltimo soporte que le queda a Mugabe.