"Los hu¨¦rfanos tienen necesidades m¨¦dicas espec¨ªficas"
Jane Aronson fue pionera en el campo de la medicina de la adopci¨®n en Estados Unidos a principios de la d¨¦cada de 1990. Desde entonces han pasado por su consulta m¨¢s de 6.000 ni?os adoptados. Pero el trabajo de esta pediatra de cabello rebelde canoso y llamativas gafas azules no se queda entre las paredes de su oficina. Aronson es la fundadora de Worldwide Orphans Foundation (Fundaci¨®n Mundial de Hu¨¦rfanos), una organizaci¨®n que se dedica a mejorar la vida de los ni?os que viven en orfanatos en distintos pa¨ªses.
La organizaci¨®n ha creado cl¨ªnicas pedi¨¢tricas para tratar a ni?os infectados con el VIH, los llamados "hu¨¦rfanos del sida", en Vietnam y Etiop¨ªa, y tambi¨¦n se encarga de formar al personal sanitario de estas cl¨ªnicas. En Addis Abeba, la capital et¨ªope, han construido una escuela donde cada d¨ªa un grupo de hu¨¦rfanos acude a clase con otros ni?os de la comunidad. "Reciben una buena educaci¨®n y se sienten bien, esto es lo m¨¢s importante". Lo que quiere Aronson es que los adolescentes que viven en orfanatos no s¨®lo reciban un techo y comida, sino tambi¨¦n educaci¨®n, afecto y posibilidades de desarrollarse y crecer.
"Hay miles de beb¨¦s enfermos en hospicios que nunca ser¨¢n acogidos"
"Los ni?os que s¨®lo conocen la vida de orfanato no saben qu¨¦ es la intimidad"
La organizaci¨®n, que naci¨® en 1997, tiene unos 180 trabajadores, muchos de ellos en los pa¨ªses donde est¨¢n presentes, y en su ¨²ltima gala ben¨¦fica recaud¨® 1,4 millones de d¨®lares. El hecho de que personalidades como la actriz Angelina Jolie, madre adoptiva de tres ni?os a los que lleva a la consulta de Aronson, hayan arropado p¨²blicamente su misi¨®n ha ayudado a que el problema de los beb¨¦s sin familia gane visibilidad.
A ella la llaman la doctora de los hu¨¦rfanos. A su consulta de Nueva York acuden todos los d¨ªas ni?os y ni?as que han sido adoptados en distintos rincones del mundo y que, seg¨²n ella, tienen requerimientos m¨¦dicos espec¨ªficos. A primera vista su despacho es parecido al de cualquier pediatra y su trabajo diario similar al del resto de especialistas en medicina de la adopci¨®n, pero Jane Aronson no es una m¨¦dica corriente. Se ha ganado a pulso el apodo de "doctora de los hu¨¦rfanos" (www.orphandoctor.com) por el incansable trabajo que la organizaci¨®n que ha creado, Worldwide Orphans Foundation (Fundaci¨®n Mundial de Hu¨¦rfanos, www.wwo.org), est¨¢ realizando en los orfanatos de pa¨ªses como Etiop¨ªa, Bulgaria y China. Para ella, la adopci¨®n internacional no termina al llegar los padres a casa con su hijo adoptado. Dice que quedan miles de ni?os enfermos en orfanatos que nunca ser¨¢n adoptados.
La sala de espera de la consulta, en el Upper East Side de Manhattan, es peque?a, un poco ca¨®tica, est¨¢ llena de juguetes y en sus coloridas paredes ya queda poco espacio para colgar m¨¢s postales, fotos y dibujos de sus peque?os pacientes. En una estanter¨ªa aparte se encuentran las fotos familiares. Su hijo Ben, de siete a?os, fue adoptado en Vietnam cuando ten¨ªa pocos meses, y Des, de nueve, en Etiop¨ªa con seis a?os. Dylan tiene cuatro y naci¨® en Corea del Sur.
Aronson ha tratado a unos 6.000 ni?os adoptados. "Creo que el mundo tiene que mirar de manera distinta a la adopci¨®n y a los problemas de los hu¨¦rfanos. Seg¨²n datos de Naciones Unidas, en el mundo hay 150 millones de adolescentes que no tienen padres, ni?os que viven en orfanatos, en la calle, que son refugiados y que crecen sin un ambiente estable".
En su d¨ªa a d¨ªa, Aronson, de 56 a?os, ve a beb¨¦s reci¨¦n adoptados que llevan pocos d¨ªas en Estados Unidos para evaluar cu¨¢l es su estado de salud. Tambi¨¦n recibe a ni?os mayores que cuando empiezan a ir a la escuela, manifiestan algunos problemas relacionados con el desarrollo y el aprendizaje. "Mi trabajo comporta una gran carga emocional, especialmente cuando hago evaluaciones previas a una adopci¨®n", dice. Los padres le proporcionan fotos y el expediente m¨¦dico del adoptado con toda la informaci¨®n que han podido recabar y ella lo revisa y valora el riesgo que el ni?o pudiera tener complicaciones m¨¦dicas y problemas de desarrollo graves.
"Los ni?os que s¨®lo conocen lo que es la vida en un orfanato no saben qu¨¦ son las conexiones sociales ni la intimidad. Llegan a mi consulta desnutridos, tristes, con retrasos en el desarrollo y el aprendizaje. Lo primero que hay que hacer es tratar los problemas m¨¦dicos m¨¢s graves, y despu¨¦s nos podemos concentrar en proporcionar la atenci¨®n primaria que necesiten".
Desde que se convirti¨® en madre adoptiva hace unos ocho a?os, le es mucho m¨¢s f¨¢cil ponerse en la piel de los padres y entender sus miedos y preocupaciones.
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