El mundo acorrala a Robert Mugabe
Hasta los aliados de Zimbabue se suman en la ONU a la condena de la ola de violencia en el pa¨ªs - El dictador mantiene el plebiscito del viernes "aunque grite Occidente"
Nunca hab¨ªa estado tan solo Robert Mugabe, de 84 a?os, el libertador de Zimbabue reconvertido en d¨¦spota. El mundo entero -incluidos sus aliados tradicionales, como China y Sur¨¢frica- le presionan para que ponga fin a la "campa?a de violencia" en la antigua colonia brit¨¢nica y permita elecciones libres a las que pueda presentarse sin intimidaci¨®n Morgan Tsvangirai, el opositor que gan¨® la primera vuelta el pasado marzo y que ayer segu¨ªa refugiado en la Embajada de Holanda.
La ONU calific¨® la noche del lunes de alarmante el clima de violencia en Zimbabue, en contra de los postulados del r¨¦gimen, que asegura que la situaci¨®n es normal y que Tsvangirai se ha retirado de los comicios por miedo a una "aplastante victoria" del dictador y porque, seg¨²n el principal diplom¨¢tico del pa¨ªs en la ONU, es un "ni?o llorica". El r¨¦gimen mantiene los comicios, aunque s¨®lo haya un candidato, y los plantea ahora como un plebiscito "contra el imperialismo".
Tres meses despu¨¦s de que la oposici¨®n certificara su victoria en primera vuelta, y a cuatro d¨ªas de la celebraci¨®n de la segunda ronda, el Consejo de Seguridad conden¨® sin paliativos a Mugabe. La declaraci¨®n del ¨®rgano de la ONU que vela por la paz y la seguridad denuncia la imposibilidad de que se pueda celebrar una segunda vuelta de elecciones "libres y justas", por la "violencia" y las "restricciones" a las que se somete a la oposici¨®n. M¨¢s de 90 opositores han sido asesinados y centenares est¨¢n presos desde que el r¨¦gimen desencaden¨® su violenta campa?a para aferrarse al poder tras perder los comicios de marzo pasado. Mugabe ha vetado, adem¨¢s, a los observadores independientes, que en la primera vuelta fueron claves para impedir el fraude.
El texto del Consejo de Seguridad, que no tiene car¨¢cter vinculante, se pact¨® horas despu¨¦s de que el l¨ªder opositor, Tsvangirai, se refugiara en la Embajada holandesa en Harare ante la creciente violencia de las milicias del partido de Robert Mugabe y para evitar la misma suerte que el secretario general de la oposici¨®n, Tendai Biti, detenido el pasado 12 de junio por "traici¨®n". Tsvangirai decidi¨® el domingo retirar su candidatura.
La declaraci¨®n de la ONU supone un cambio copernicano ante el "problema de Zimbabue". Ya no son s¨®lo la antigua metr¨®poli -Reino Unido- o el "imperialismo" -encarnado en Washington- los que presionan al r¨¦gimen, sino que la dura condena fue aprobada por unanimidad. Eso incluye a China -uno de los pocos aliados econ¨®micos que le quedan a Harare- y Sur¨¢frica, el mediador clave, el pa¨ªs que tambi¨¦n se despoj¨® en su d¨ªa del apartheid, tolerado durante a?os por las potencias occidentales.
Muchos l¨ªderes africanos hab¨ªan mirado hasta ahora para otro lado ante los desmanes de Mugabe, al que ven a¨²n como el libertador que puso fin al r¨¦gimen racista de Rodesia, rebautizado Zimbabue tras la victoria militar de Mugabe y sus aliados, en 1979. El presidente surafricano, Thabo Mbeki, se hab¨ªa mostrado muy cauto, pero Sur¨¢frica se sum¨® por vez primera al aislamiento del dictador. Y su partido, el Congreso Nacional Africano, dirigido por su rival Jacob Zuma, se mostr¨® extremadamente duro con su hasta ahora partido hermano zimbabuense -el ZANU-PF de Mugabe-, denunci¨® la campa?a de violencia y pidi¨® que se aplacen las elecciones del viernes hasta que se ponga fin a ¨¦sta.
Eso s¨ª, el partido de Mbeki y Zuma dej¨® claro al mismo tiempo que la soluci¨®n a la crisis no puede llegar impuesta por la antigua metr¨®poli colonial, que "nunca demostr¨® ning¨²n respeto por los principios democr¨¢ticos" en la ¨¦poca de la Rodesia racista. Uno de los l¨ªderes africanos m¨¢s prestigiosos del continente, el presidente senegal¨¦s, Abdulaye Wade, clam¨® para que se aplacen los comicios y dijo que m¨¢s de 20 soldados trataron de detener a Tsvangirai y que ¨¦ste se salv¨® s¨®lo porque fue advertido minutos antes y "pudo huir a toda prisa".
Tsvangirai segu¨ªa ayer refugiado en la Embajada de Holanda, y su entorno subrayaba que tratar¨¢ de salir en cuanto tenga garant¨ªas de que su vida no peligra. En una entrevista en la emisora holandesa Radio 1, admiti¨® que hab¨ªa elegido esta sede diplom¨¢tica "porque es neutral y amistosa", informa Isabel Ferrer. Tsvangirai arremeti¨® contra el "r¨¦gimen irracional de Mugabe, que no puede seguir desafiando a todos", y calific¨® la cita electoral de "unos comicios rid¨ªculos con un solo candidato".
El mandatario reiter¨® ayer que sigue adelante con su plan. En un mitin al oeste del pa¨ªs, proclam¨®: "Occidente puede gritar todo lo que quiera. Las elecciones se celebrar¨¢n. Los que quieran reconocer nuestra legitimidad podr¨¢n hacerlo; y los que no quieran, que no lo hagan". La oposici¨®n teme que la violencia se intensifique el viernes para obligar a la gente a ir a votar en el intento desesperado del r¨¦gimen para lograr legitimidad, con el objetivo de lograr una alta participaci¨®n. "El que no vaya a las urnas pone en riesgo su vida", explica un activista de derechos humanos.
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