Morir a los 35 a?os en Zimbabue
La esperanza de vida cae en picado al colapsarse el sistema de salud
Si a Lucy Makaza-Mazingi la hicieran ministra en Espa?a, a lo mejor se montar¨ªa un revuelo. S¨®lo tiene 35 a?os y muchos sabios fruncir¨ªan el ce?o por su falta de experiencia. Pero Lucy vive en Zimbabue y en Harare es casi una vieja: tiene toda la vida por delante, pero ya supera la esperanza de vida del pa¨ªs surafricano.
Cuando Zimbabue logr¨® la independencia de Reino Unido, en 1979, la gente ten¨ªa una esperanza de vida cercana a los 60 a?os. Desde entonces, se ha elevado en casi todo el mundo, salvo en este pa¨ªs, donde ha ca¨ªdo en picado tras 28 a?os de Gobierno de Robert Mugabe, el h¨¦roe de la independencia convertido en pesadilla: la cifra media hoy es de apenas 35 a?os, la m¨¢s baja del mundo seg¨²n la ONU.
"Me siento muy joven, pero aqu¨ª es todo distinto. Puedo estar contenta porque super¨¦ la media", explica Lucy Makaza-Mazingi, siempre optimista. El colapso de la econom¨ªa -80% de tasa de paro y 160.000% de inflaci¨®n, una cifra que algunos c¨¢lculos independientes elevan hasta el 1.000.000%- se ha cobrado como primera v¨ªctima el sistema de salud. Antes, los hospitales de Zimbabue eran un referente para toda ?frica. Ahora no existen.
"Los protocolos siguen siendo muy buenos y el sistema est¨¢ muy bien pensado; el problema es que ya no hay dinero para mantenerlo", explica Manuel L¨®pez, responsable de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) en Zimbabue. Todas las ONG han sido puestas en cuarentena por el Gobierno de Robert Mugabe, que las considera aliadas del "imperialismo", pero MSF mantiene abiertas sus oficinas en un pa¨ªs que se derrumba.
Los hospitales de Harare parecen correctos desde fuera. El problema es dentro: la mayor¨ªa de m¨¦dicos -algunas estimaciones independientes consideran que m¨¢s del 50%- han huido en los ¨²ltimos a?os. La hiperinflaci¨®n provoca que en apenas dos meses se gaste el presupuesto de todo el a?o, con lo que los que se quedan deben trabajar pr¨¢cticamente gratis -con salarios buenos sobre el papel, pero irrisorios en la pr¨¢ctica- y sin medios: con apagones continuos de luz y sin medicamentos.
"Cada vez se me hace m¨¢s dif¨ªcil luchar. Antes ten¨ªa el tratamiento gratis. Ahora debo pagar por recibir la mayor¨ªa de remedios y no tengo dinero. Voy al hospital y me dicen que no pueden darme lo que necesito y que tengo que lograrlo por mi cuenta", explica Tariro Cihkwantha, de 47 a?os, seropositiva desde 1997. Lo poco que gana como subsidio del Estado no le sirve para nada porque se lo come la hiperinflaci¨®n.
El sida est¨¢ descontrolado en Zimbabue y es la principal causa de la ca¨ªda abrupta de la esperanza de vida. Ahora el r¨¦gimen saca pecho porque sobre el papel se est¨¢ reduciendo su incidencia, que en teor¨ªa afecta al 20% de la poblaci¨®n.
Pero las ONG que trabajan con la enfermedad -en Zimbabue, se trata de una epidemia fuera de control- temen que el descenso tenga otra causa, mucho m¨¢s brutal: la mortandad es tan elevada que necesariamente debe reducir el porcentaje de gente afectada. Las ONG que trabajan sobre el terreno calculan que 3.000 personas mueren cada semana como consecuencia del sida. En silencio.
Las elecciones han empeorado todav¨ªa m¨¢s la situaci¨®n, ya muy dram¨¢tica. A principios de mes, el Gobierno de Mugabe limit¨® mucho el trabajo de las ONG: las consider¨® aliadas del imperialismo.
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