Una tormenta normal para la ¨¦poca
Los cient¨ªficos no atribuyen las precipitaciones al cambio clim¨¢tico
La espectacular tormenta que descarg¨® en la madrugada de ayer sobre el centro y el noroeste peninsular es un fen¨®meno normal en estas fechas. Los modelos de cambio clim¨¢tico predicen un aumento en la frecuencia e intensidad de este tipo de fen¨®menos, pero los cient¨ªficos no asocian la tormenta a ese efecto.
"Es totalmente normal en verano, y no tuvo ninguna relaci¨®n con el calentamiento de las aguas oce¨¢nicas", afirma el jefe de Predicci¨®n de la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa, Ferm¨ªn Elizaga. "El origen de la tormenta no estuvo en el calentamiento del mar, sino en el de la tierra, tras la intensa radiaci¨®n solar que recibi¨® el lunes el suroeste peninsular".
La raz¨®n de que los modelos de cambio clim¨¢tico auguren un aumento de las tormentas es el calentamiento de la superficie oce¨¢nica, que genera una capa baja de aire caliente y h¨²medo. Si llega aire fr¨ªo por los estratos altos de la atm¨®sfera, la capa caliente tiende a elevarse contra ellos y, como est¨¢ muy h¨²meda, genera los cumulo-nimbos cargados de agua que despu¨¦s causan la tormenta en el interior.
Pero en esta ocasi¨®n las burbujas de aire caliente y h¨²medo proven¨ªan del suelo andaluz. "Para que se den estas tormentas deben coincidir tres condiciones", explica Elizaga. "La primera es la inestabilidad en los estratos de la atm¨®sfera". El terreno recalentado del suroeste peninsular form¨® el lunes burbujas de aire caliente en las capas m¨¢s bajas. Por su densidad inferior, estas burbujas deber¨ªan ocupar una posici¨®n m¨¢s alta: de ah¨ª la inestabilidad de los estratos.
La segunda condici¨®n es un "mecanismo de disparo" que impulse las burbujas hacia arriba. Este papel le toc¨® el lunes a unas perturbaciones -vaguadas de presi¨®n con aire fr¨ªo- en los niveles medios y altos de la atm¨®sfera.
Y la tercera es la humedad. "Con toda la lluvia que cay¨® el mes pasado, el terreno est¨¢ cargado de agua y transfiere esa humedad a las capas bajas de la atm¨®sfera, donde se forman las burbujas", se?ala Elizaga.
En suma, las burbujas de aire caliente y h¨²medo formadas en el oeste andaluz ascendieron a las capas altas y formaron los cumulo-nimbos tormentosos que se fueron desplazando del suroeste al noreste peninsular.
Los cient¨ªficos no pueden atribuir al cambio clim¨¢tico un fen¨®meno de este tipo. "Estas tormentas las ha habido siempre", dice Jaime Ribalaygua, presidente de la Fundaci¨®n para la Investigaci¨®n del Clima. "Dicho esto, es cierto que los modelos predicen que se intensificar¨¢n estos fen¨®menos, en frecuencia y en fuerza".
Sea como fuere, las tormentas no se repetir¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas. "Puede darse alguna d¨¦bil y sin precipitaciones", informa Elizaga, "pero la t¨®nica va a ser el calor". Ha llegado el verano.
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