"Roma nos ense?a que ning¨²n imperio es eterno"
El ataque de un grupo terrorista, una banda de piratas, provoca el p¨¢nico en la capital del imperio, cuyos habitantes ven c¨®mo se elevan inmensas columnas de humo en el horizonte. Un general exige poderes especiales, que ponen en peligro la democracia, y consigue arranc¨¢rselos al Parlamento. No hablamos del 11-S: ocurri¨® en el 68 antes de Cristo y el general era Pompeyo. Fue el principio del fin de la Rep¨²blica romana. El hecho de que Robert Harris rescate esta historia en su Imperio demuestra el ojo del brit¨¢nico para leer el presente en el pasado. Lo peor es que tambi¨¦n se las apa?a con el futuro: en su ucron¨ªa de 1992 Patria, que relata una Europa de los a?os sesenta en la que han ganado los nazis, existe un sistema de colores que alerta de los diferentes grados del peligro terrorista..., como ocurri¨® en realidad tras el 11-S.
Harris (Nottingham, 1957) acaba de visitar Madrid para presentar su libro El poder en la sombra (Grijalbo en castellano, Edicions 62 en catal¨¢n), una mezcla de realidad y ficci¨®n en la que un escritor negro es contratado por un ex primer ministro brit¨¢nico que meti¨® a su pa¨ªs en una guerra injusta e impopular para redactar sus memorias en un momento en el que el pol¨ªtico est¨¢ a punto de ser procesado por cr¨ªmenes de guerra (en el cine, dirigidos por Roman Polanski, Pierce Brosnan encarnar¨¢ al ex primer ministro, y Nicolas Cage, al escritor). Este periodista convertido en novelista de ¨¦xito sabe de qu¨¦ habla: fue el ¨²nico informador que pas¨® con Blair la noche electoral de 1997, que le llev¨® a Downing Street.
Pregunta. ?Cu¨¢l de sus novelas describe m¨¢s el mundo pos 11-S, Imperio, que transcurre en Roma, o El poder en la sombra?
Respuesta. Es evidente que hay paralelismos muy fuertes entre Estados Unidos y el Imperio Romano; ¨¦sa es una de las razones por las que escribo sobre el pasado. Las crisis no cambian: describo problemas pol¨ªticos en Imperio relacionados con el terrorismo, con la democracia, con correlatos en el presente, y que funcionan como alegor¨ªas.
P. Pero la historia de Pompeyo y los piratas es m¨¢s que una alegor¨ªa: es nuestro presente.
R. La gran lecci¨®n del mundo antiguo es que nada dura para siempre. La historia de Roma nos demuestra que ning¨²n imperio es eterno. No hay ninguna raz¨®n para pensar que la Rep¨²blica estadounidense se va a prolongar eternamente, en un momento en que el ¨²nico poder global se enfrenta a fuerzas muy poderosas, relacionadas con los militares, con los derechos civiles, con el dinero...
P. Usted ha dicho muchas veces que El poder en la sombra es una historia ficticia, aunque resulta dif¨ªcil creer aquello de "cualquier parecido con personajes reales es pura coincidencia...".
R. (Risas). Inspirado en realidad, sin duda; pero decir que es un retrato literal es absurdo. Hay paralelismos entre mi novela y la realidad, la edad del primer ministro, su pol¨ªtica, la situaci¨®n mundial... Pero no pretendo decir que es una descripci¨®n exacta de Blair.
P. Esta novela, ?es una forma de venganza literaria contra el Nuevo Laborismo?
R. No podr¨ªa responderle. Comenc¨¦ bastante pronto a estar desilusionado con las pol¨ªticas de los laboristas, con su acercamiento a Donald Rumsfeld y a los neocons. ?C¨®mo un Gobierno de centro-izquierda pudo hacer esto? Lo hubiese entendido de los conservadores... ?Qu¨¦ posible raz¨®n puede haber para esto? Es como si el primer ministro fuese un agente del Gobierno estadounidense, igual que en la novela.
P. ?Y es posible?
R. No, pero hay algo insano en c¨®mo los ¨²ltimos tres primeros ministros, Thatcher, Major y Blair, han hecho fortuna en EE UU tras dejar el poder, y eso coincide con su identificaci¨®n con Washington. Resulta dif¨ªcil no pensar que es una retribuci¨®n por sus pol¨ªticas.
P. Tambi¨¦n especula con la corrupci¨®n. ?Qui¨¦n es el responsable de la desaparici¨®n de miles de millones al inicio de la invasi¨®n?
R. La agenda de los neoconservadores parec¨ªa na?f al pretender traer una democracia universal. Adem¨¢s, hay mucho dinero en juego en Irak. Por eso no creo que con el cambio de presidencia en noviembre haya una retirada.
P. Tuvo acceso a Blair durante la campa?a de 1997. ?Por amistad o por relaci¨®n profesional?
R. Un poco de cada cosa... Nos ve¨ªamos antes y despu¨¦s de que fuese nombrado. Pertenecemos a la misma generaci¨®n y compart¨ªamos puntos de vista, aunque mi verdadero amigo en pol¨ªtica es [el ex ministro] Peter Mandelson. No tengo ning¨²n tipo de animadversi¨®n personal contra Blair. La forma en que se organiz¨® todo fue vergonzosa: las mentiras, el ocultamiento de fuentes de inteligencia, c¨®mo entramos en la guerra, las presiones contra la BBC..."No creo que, con el cambio de presidencia, EE UU se retire de Irak" "Tony Blair y yo somos de la misma generaci¨®n, pero no ¨¦ramos amigos"
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