Verdi descafeinado
Es Roberto Alagna un tenor medi¨¢tico como pocos. Su espantada en la Scala en diciembre de 2006, tras ser abucheado por un grupito despu¨¦s del aria Celeste Aida en la segunda representaci¨®n de la temporada milanesa, levant¨® r¨ªos de tinta. Para su presentaci¨®n en el Teatro Real de Madrid, escogi¨® un programa ¨ªntegramente dedicado a Verdi, lo que hac¨ªa prever que ven¨ªa a batirse el cobre, algo de agradecer. El p¨²blico lo recibi¨® con simpat¨ªa. ?nicamente ten¨ªa que seducir cantando. Alagna no aprovech¨® la ocasi¨®n.
Hubo tres momentos significativos. El primero fue precisamente Celeste Aida. El tenor la repiti¨® y no porque el teatro se viniera abajo, sino m¨¢s bien, supongo, para mejorar la calidad del primer intento. Se empezaban a hacer palpables las debilidades m¨¢s o menos encubiertas hasta ese momento en arias de Macbeth, I lombardi y La fuerza del destino. No vino a cuento la insistencia en Aida, pero al menos se ve¨ªan ganas de triunfar, quiz¨¢ hasta desesperadas. El segundo momento conflictivo vino con Questa o quella, de Rigoletto, que el tenor cant¨® peor que cualquiera de sus arias anteriores, lo que suscit¨® alguna protesta y un grito de esos que cortan la respiraci¨®n: "A aprender al conservatorio". El tercer momento fue el Exultate, de Otello, donde tenor, orquesta y coro bordearon el naufragio.
Al margen de unos momentos m¨¢s acertados que otros, lo que el concierto dejaba era una sensaci¨®n de monoton¨ªa, de falta de expresividad, de lunares t¨¦cnicos, de emoci¨®n congelada. Trat¨¢ndose de Verdi, mala cosa. La orquesta y el coro no estuvieron excesivamente inspirados a las ¨®rdenes de David Gim¨¦nez. Todo son¨® un poco rampl¨®n, charanguero, con una elecci¨®n de los tiempos m¨¢s que discutible. Alagna s¨®lo convenci¨® a los convencidos de antemano. Su potencia vocal, su timbre carnoso, su empuje evidente dejaron en el aire momentos prometedores pero no acabaron de cuajar en una faena completa.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.