"Miembras' abri¨® el debate. Y eso vale para luchar por la igualdad"
El presidente del Gobierno marc¨® su primera legislatura con leyes pioneras en el terreno social; con avances en derechos como el matrimonio homosexual, contra la violencia de g¨¦nero, la ley de dependencia o la igualdad. Todo ello desat¨® la beligerancia de una Iglesia que crey¨® ver amenazados los patrones de conducta que propugna, pero tambi¨¦n enormes expectativas de llegar mucho m¨¢s lejos.
Ha sido un pulso muy duro entre dos fuerzas opuestas, y hoy lo cierto es que el ritmo de cambios ha bajado. El PSOE de 2008 ya no habla de una nueva ley de plazos para avanzar en la ley del aborto ni de eutanasia, como el PSOE de 2004, y no tiene ning¨²n plan para cambiar el marco establecido en 1978 de relaciones con la Iglesia, a pesar de la transformaci¨®n rotunda que ha vivido la sociedad. Su medida estrella en este arranque de legislatura, la creaci¨®n de un Ministerio de Igualdad, se ha visto satirizada por los equ¨ªvocos de su titular, Bibiana A¨ªdo.
"El velo no tiene por qu¨¦ ser discriminatorio. En Espa?a la convivencia se ha conseguido bastante bien sin regulaci¨®n nacional. Hay un equilibrio positivo"
"All¨ª donde se deteriora la educaci¨®n p¨²blica se sientan las bases para articular peor la convivencia con los inmigrantes. Me preocupa Madrid"
Pregunta. ?Se apunta al "miembras y miembros" de la ministra A¨ªdo?; o, en otras palabras, ?es el lenguaje un campo de batalla en el que librar la guerra de la igualdad?
Respuesta. Todos los campos son buenos para librar la batalla en favor de la igualdad, y es normal usar palabras que no responden a la norma de nuestra lengua para insinuar algo, para provocar. Es una t¨¦cnica para fomentar debates que utilizan periodistas, escritores y alguna vez tambi¨¦n responsables pol¨ªticos. Porque ejemplos podr¨ªa poner muchos.
P. ?Cu¨¢les?
R. Much¨ªsimos, yo no voy a hacer propaganda a nadie, pero a veces se utilizan palabras que no est¨¢n reconocidas deliberadamente para provocar el debate. Es un recurso.
P. Aceptemos que ha abierto el debate. Pero un Ministerio de Igualdad con s¨®lo 43 millones de presupuesto, con una ministra tan poco experimentada y sin competencias m¨¢s all¨¢ de una "transversalidad" tan dif¨ªcil, ?hasta qu¨¦ punto no puede ser considerado a veces una broma para afrontar un desaf¨ªo como la pol¨ªtica de igualdad? ?Cree que es suficiente?
R. ?ste es un Gobierno que ha hecho la ley de igualdad m¨¢s avanzada de Europa, la pol¨ªtica m¨¢s ambiciosa en la lucha contra la violencia de g¨¦nero; que ha tomado medidas para incrementar los derechos de maternidad y paternidad; que ha establecido compromisos en el ¨¢mbito de la cooperaci¨®n al desarrollo con un enfoque de g¨¦nero; que por su credibilidad internacional en la defensa de la igualdad ha conseguido que una espa?ola, In¨¦s Alberdi, est¨¦ al frente del organismo de la ONU correspondiente. Y que un Ministerio de Igualdad sea el garante en el Consejo de Ministros de la aplicaci¨®n de las leyes, el que tiene que supervisar, vigilar, estimular, promover que todo el armaz¨®n normativo y que las decisiones que hemos tomado sobre igualdad se hagan realidad, me parece imprescindible y absolutamente necesario. Respeto las valoraciones despectivas, pero para m¨ª [Bibiana A¨ªdo] merece el respeto de representar al Gobierno de Espa?a y de tener sus plenos derechos constitucionales para ser ministra, a pesar de tener 31 a?os y ser mujer.
P. ?Cree que el velo puede ser discriminatorio?
R. Cualquier manifestaci¨®n o expresi¨®n que pueda ser atentatoria contra los derechos fundamentales o comportamiento puede ser discriminatorio. El velo normalmente no tiene por qu¨¦ entenderse como discriminatorio, y afortunadamente en nuestra sociedad, donde ya hay un n¨²mero importante de personas de origen musulm¨¢n, la convivencia, sitio a sitio, con reglas articuladas de forma local -y no hemos buscado una regulaci¨®n nacional-, se ha conseguido bastante bien. Hay un equilibrio bastante positivo.
P. Est¨¢ hablando de una sociedad muy diferente de la de 1978, cuando se firm¨® el concordato con la Santa Sede. Hoy nos encontramos con m¨¢s de un mill¨®n de musulmanes, cientos de miles de protestantes, budistas... La sociedad ha cambiado por completo, pero el concordato con la Iglesia no. ?No cree que merece ya la pena situar la relaci¨®n con la Iglesia a la altura de estos tiempos, de esta sociedad?
R. Al igual que he dicho que en materia de defensa de la lengua lo mejor es la Constituci¨®n, en las relaciones con la Iglesia tenemos que ir a la Constituci¨®n, que establece un Estado aconfesional y mandata a los poderes p¨²blicos a mantener una relaci¨®n singular con la Iglesia cat¨®lica, porque en Espa?a hay una mayor¨ªa de personas de confesi¨®n cat¨®lica. La interpretaci¨®n que se ha hecho de ese precepto constitucional es que exista un marco de acuerdo, de colaboraci¨®n; as¨ª ha sido en toda la democracia, y el marco ha funcionado razonablemente. La mejor prueba es que ning¨²n gobierno lo ha querido cambiar ni anular, y en esto debemos ser respetuosos con lo que se ha producido. Cuesti¨®n distinta, que est¨¢ fuera de los acuerdos y en otro terreno, es que quien legisla es el Parlamento de la naci¨®n, y eso lo hemos demostrado claramente. Yo tengo una visi¨®n laica de la sociedad, creo que los comportamientos y costumbres se rigen por reglas civiles que nos marcamos los ciudadanos en democracia desde el respeto a la libertad religiosa. Por tanto, tenemos un marco jur¨ªdico razonable, m¨¢s all¨¢ de que las relaciones hayan sido mejores o peores. No soy partidario de cambiarlo.
P. A pesar de que muchos miembros de su partido s¨ª quieren cambiarlo.
R. Es as¨ª, aqu¨ª le doy la raz¨®n; reconozco que es un debate que hay de verdad en mi partido.
P. ?Y cu¨¢l es su respuesta a esa demanda de cambios?
R. La Ley de Libertad Religiosa tiene 30 a?os y la realidad en Espa?a ha cambiado, hay que favorecer el pluralismo; ya hay muchos m¨¢s creyentes de otras religiones y hay que reforzar la libertad de conciencia. Vamos a modificar la ley.
P. ?Eso significa m¨¢s religi¨®n?
R. Significa garantizar el derecho a todas las confesiones y a la libertad religiosa;ah¨ª est¨¢ tambi¨¦n la grandeza de la democracia. Yo siempre me he declarado agn¨®stico, pero como dem¨®crata s¨¦ lo que es un Estado de derecho, y mi obligaci¨®n y mis principios son defender que todo el mundo pueda tener y practicar sus ideas religiosas.
P. ?De qu¨¦ va a hablar con el presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco Varela, en los pr¨®ximos d¨ªas, y en qu¨¦ t¨¦rminos?
R. Las conversaciones son siempre correctas. Las discrepancias vienen despu¨¦s en forma de manifiestos. Pero en el di¨¢logo personal, las relaciones son correctas, y -esto no s¨¦ si forma parte de la diplomacia vaticana, que en la corta distancia siempre la practica muy bien- seguramente ser¨¢ una conversaci¨®n respetuosa, por supuesto, y agradable. Veremos si las relaciones con la Conferencia Episcopal son adecuadas, las relaciones con el Vaticano; veremos cu¨¢les son los planes en relaci¨®n a las actividades del Vaticano y del Gobierno. En fin, las cosas que corresponden.
P. Tras la ¨²ltima exhibici¨®n de fuerza de los obispos contra el Gobierno, en diciembre ¨¦ste anunci¨® que har¨ªa frente a su ofensiva con firmeza. ?A qu¨¦ se refer¨ªa? ?C¨®mo le ha hecho frente?
R. A decirles que no ten¨ªan raz¨®n y a denunciar lo que fue una afirmaci¨®n absolutamente injusta e injustificada en lo que afectaba al terrorismo. Y as¨ª lo hemos hecho saber en todos los ¨¢mbitos.
P. ?Por qu¨¦ no avanzar m¨¢s en la cuesti¨®n del aborto, como prometi¨® en 2004 y sus bases le est¨¢n pidiendo? ?Por qu¨¦ se opone ahora a la ley de plazos, que cerrar¨ªa los huecos legales por los que se ha colado la persecuci¨®n a las mujeres que abortan?
R. Aqu¨ª tambi¨¦n puede usted tener algo de raz¨®n. Tenemos un compromiso electoral, y es que vamos a iniciar una reflexi¨®n sobre el resultado de una ley que est¨¢ en vigor desde hace 20 a?os. Y mientras tanto vamos a aprobar un decreto para reforzar la seguridad jur¨ªdica y el derecho a la intimidad de las mujeres que deciden abortar y de los profesionales que practican el aborto. Lo haremos en un plazo razonable de tiempo. Paralelamente, emprenderemos una reflexi¨®n sobre la ley. ?sta es una de las leyes sobre un tema sensible para la sociedad espa?ola que ha pervivido con un consenso t¨¢cito. La aprob¨® el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez y no la modific¨® el Gobierno del PP, que pudo hacerlo durante ocho a?os. Por tanto, hemos de aproximarnos a la ley desde esa perspectiva. Ser¨ªa deseable que cualquier modificaci¨®n de la ley pudiera tener consenso. A ver si con este nuevo PP que dicen que hay, esto es posible.
P. El PP ha hecho suya la objeci¨®n a Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, es decir, el incumplimiento de la ley. ?C¨®mo van a contestar a esto? ?Van a suspender o hacer repetir a los ni?os? ?O van a sentarse a negociar con el PP y la Iglesia?
R. Tendr¨¢ que aplicarse la ley. No s¨¦ si es fruto del PP de la legislatura pasada, pero es una de las cosas m¨¢s poco comprensibles de la actitud del PP y de la derecha m¨¢s integrista de este pa¨ªs. Estamos hablando de Educaci¨®n para Ciudadan¨ªa, una asignatura que nace para forjar y trasladar valores de convivencia democr¨¢tica, constitucionales, de respeto a derechos fundamentales y tolerancia. En definitiva, es una asignatura para reforzar la Constituci¨®n. Aquellos que he visto abrazar la Constituci¨®n hasta apretarla y ponerla en dif¨ªciles circunstancias, me sorprende que cuando incorporamos a nuestro sistema educativo una asignatura como ¨¦sta, puedan plantear esta reacci¨®n. La ley se tendr¨¢ que aplicar.
P. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece la condena a un locutor de la cadena Cope por injurias al alcalde de Madrid?
R. Respeto a la decisi¨®n judicial, y prudencia porque hay recurso. No vaya a ser que lo que digamos hoy...
P. ?Cree que el PP estaba ideol¨®gicamente condicionado o secuestrado por esta emisora?
R No lo s¨¦, sinceramente. Ese mundo de relaciones lo desconozco, no lo s¨¦.
P. Estamos viendo c¨®mo se forman guetos de inmigrantes en colegios p¨²blicos mientras casi no entran en los concertados con dinero p¨²blico. ?Qu¨¦ opina de las cuotas de m¨¢ximos de inmigrantes que quiere imponer Catalu?a?
R. Puede tener dificultades de articulaci¨®n. El m¨¦todo m¨¢s razonable en los pa¨ªses que han conocido un proceso intenso de inmigraci¨®n es que todo el sistema educativo, tanto los colegios p¨²blicos como los concertados privados, tenga el nivel de responsabilidad y de compromiso suficiente con la integraci¨®n de ni?os inmigrantes. Es un problema al que el Gobierno ha tratado de dar respuesta en la LOE, pero las autonom¨ªas tienen una parte importante de competencias de gesti¨®n en la educaci¨®n. All¨ª donde se deja deteriorar la educaci¨®n p¨²blica se est¨¢n sentando las bases para una sociedad que articula peor la convivencia, que pierde fibra ciudadana, fibra legal desde el punto de vista democr¨¢tico, y tengo una preocupaci¨®n profunda sobre lo que pasa en la Comunidad de Madrid con la educaci¨®n p¨²blica, por ejemplo. Pero tenemos el sistema constitucional que tenemos, y son los ciudadanos de cada comunidad los que tienen que juzgar.
P. Pronto ser¨¢ hora de tomar una decisi¨®n en materia de energ¨ªa nuclear. ?Va a cerrar la central nuclear de Garo?a en 2009, cuando corresponde, o prorrogar¨¢ su vida ¨²til? ?Sigue inmune a las voces que defienden cada vez m¨¢s las nucleares ante los precios de petr¨®leo y el calentamiento?
R. De Garo?a hablaremos en 2009, cuando toque, pero como en muchos otros terrenos de la vida p¨²blica, hay posiciones distintas. Tenemos un compromiso, y es respetar la vida ¨²til de las centrales, salvo necesidades energ¨¦ticas imperiosas, y no promover nuevos parques nucleares. Primero, porque la inversi¨®n en energ¨ªa nuclear es car¨ªsima, v¨¦ase lo que pasa en Finlandia. Segundo, si no hacemos ahora el esfuerzo que necesitamos en energ¨ªas renovables, y para ello tenemos que sentir la necesidad, seguramente perderemos la oportunidad. Y la oportunidad para Espa?a de ser una potencia en energ¨ªas renovables es ¨²nica, porque tenemos un gran nivel de I+D, unas grandes condiciones y podemos hacerlo. Es una cuesti¨®n de voluntad de pa¨ªs, de esfuerzo de pa¨ªs y de Gobierno. Y tercero, que yo sepa, ning¨²n partido pol¨ªtico se ha manifestado a favor de incrementar el parque nuclear en Espa?a. Corr¨ªjame si me equivoco.
P. Hay voces dentro de la Comisi¨®n Europea, en su Gobierno, a favor.
R. Todo el mundo es sensible al debate, s¨ª, pero nadie ha salido a decir, ni el PP ni nadie -y, por supuesto, en el PSOE no va a pasar-, que quiere m¨¢s centrales nucleares. No hay ninguna propuesta en el Parlamento.
P. El ministro de Industria s¨ª es m¨¢s partidario.
R. Es un debate que est¨¢ ah¨ª y hay opiniones diferentes. El partido se ha pronunciado, hay un programa electoral y a todos nos obliga. -
La entrevista con el presidente del Gobierno ha sido realizada por el director de EL PA?S, Javier Moreno; los subdirectores Berna Gonz¨¢lez Harbour y Jos¨¦ Manuel Romero; el redactor jefe Miguel Jim¨¦nez, y el corresponsal diplom¨¢tico, Miguel Gonz¨¢lez. Fotograf¨ªa de Marisa Fl¨®rez y Gorka Lejarcegi
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