S¨¦gol¨¨ne Royal se lanza a por el control del Partido Socialista franc¨¦s

S¨¦gol¨¨ne Royal no desiste de su intenci¨®n de ocupar un d¨ªa el palacio del El¨ªseo, sede de la presidencia de Francia, y se prepara ya para 2012. La que fuera candidata socialista, derrotada hace poco m¨¢s de un a?o por el conservador Nicolas Sarkozy, ha sacado varias lecciones de la peripecia que la llev¨® de ser la favorita indiscutible a la derrota m¨¢s amarga: para volver a intentarlo debe tener el control del Partido Socialista (PS), o lo que es lo mismo, suceder en el cargo de primer secretario a su ex compa?ero y padre de sus hijos, Fran?ois Hollande, que ya ha anunciado que no se presentar¨¢ a la reelecci¨®n en el congreso que tendr¨¢ lugar en Reims a mediados del pr¨®ximo mes de noviembre.

La dirigente se mostr¨® dispuesta a buscar el consenso dentro del partido

Royal present¨® ayer su candidatura en Par¨ªs rodeada de 800 seguidores fieles en la parisiense Maison de la Chimie, y apunt¨® un cambio de t¨¢ctica respecto a sus correligionarios: ya no busca el enfrentamiento, sino el pacto. Se enfrenta a varias candidaturas, dos de ellas muy potentes: Martine Aubry, ex ministra y alcaldesa de Lille, que acaba de recibir el apoyo del ex primer ministro Laurent Fabius, y el favorito de las encuestas: el alcalde de Par¨ªs, Bertrand Delano?, que har¨¢ oficial su candidatura el pr¨®ximo domingo, aunque ya sea un hecho consumado. Otros, al estilo del ex primer secretario Henri Emanuelli -que ayer dio el paso al frente-, pretenden simplemente asegurarse parcelas de poder en el juego del compromiso.

Quienes en el PS daban por muerta, pol¨ªticamente, a S¨¦gol¨¨ne Royal tienen que reconocer ahora que hay que contar con ella. En un partido de cuadros, de escasa militancia, donde las lealtades son siempre t¨¢cticas, Royal es la ¨²nica que tiene seguidores fieles dispuestos a apoyarla hasta el final. Ayer, sin embargo, se mostr¨® dispuesta a buscar el consenso dentro del partido. "No saldr¨¢ de mi boca nada desagradable ni pol¨¦mico", dijo. "He dado mucho", a?adi¨®, "pero tambi¨¦n he recibido mucho". Y a sus seguidores dentro del partido les aconsej¨® que no se preocupen demasiado por lo que hacen los dem¨¢s candidatos; "ser¨¢n bienvenidos cuando llegue el momento", dijo.

Nadie descartaba en la Maison de la Chimie la posibilidad de que Royal acabe ali¨¢ndose con su ex pareja Fran?ois Hollande. Su contribuci¨®n al Congreso de Reims presentada ayer, titulada Combatir y proponer, recoge b¨¢sicamente todos los grandes temas que llenaron su campa?a de 2006, desde la democracia participativa hasta una "revoluci¨®n fiscal" que introducir¨¢ la retenci¨®n de los impuestos en el origen, pasando por la prohibici¨®n de la acumulaci¨®n de cargos que actualmente practican casi todos los parlamentarios franceses, adem¨¢s de volver a repensar el sistema de pensiones o el funcionamiento de la seguridad social. La semana que viene estar¨¢ a la venta el libro que Royal ha realizado con el soci¨®logo Alain Touraine, titulado Si la gauche veut des id¨¦es (Si la izquierda quiere ideas), que recoge su proyecto basado en el principio del llamado "Estado preventivo", en el sentido de que la labor de los poderes p¨²blicos, la raz¨®n de la pol¨ªtica, es intervenir antes de que surjan los problemas para prevenir las dificultades econ¨®micas y sociales.

Por lo dem¨¢s, Royal aprovech¨® para descalificar globalmente a Nicolas Sarkozy y a su pol¨ªtica. Ironiz¨® sobre la "manipulaci¨®n del clan Sarkozy", refiri¨¦ndose al creciente protagonismo que est¨¢ adquiriendo el hijo menor del presidente, Jean; defini¨® su pol¨ªtica de "arcaica" y le describi¨® como una mezcla de Silvio Berlusconi y del rapero Doc Gin¨¦co "con un reloj de 50.000 euros en la mu?eca". "Nicolas Sarkozy nos prometi¨® una forma de ruptura y hoy d¨ªa Francia sufre un desgarro", dijo la dirigente socialista.