El Gobierno israel¨ª aprueba el canje de presos con Hezbol¨¢ tras un tenso debate
La milicia chi¨ª calla sobre el estado de los militares, que Olmert da por muertos
Rara vez una sesi¨®n del Gabinete israel¨ª se prolonga tanto tiempo, muestra de la enorme sensibilidad que despierta el asunto. El Gobierno de Ehud Olmert aprob¨® ayer por 22 votos a favor (incluidos los de los ministros de mayor peso pol¨ªtico) y tres en contra, tras seis horas de deliberaciones, el canje de varios prisioneros libaneses a cambio de los dos soldados capturados por Hezbol¨¢ el 12 de julio de 2006, el d¨ªa que estall¨® la guerra contra la milicia chi¨ª.
Olmert pretende as¨ª apuntarse un tanto. Su descr¨¦dito ante los israel¨ªes alcanza cotas desconocidas para un primer ministro, sobre todo despu¨¦s de que se revelara el ¨²ltimo esc¨¢ndalo de corrupci¨®n: Olmert recibi¨®, a?os atr¨¢s, 150.000 d¨®lares (unos 95.000 euros) en efectivo de un magnate estadounidense Morris Talansky.
El debate se limitaba a dos opciones: defender a toda costa el regreso a Israel de los soldados -vivos o muertos- o proteger los intereses de Estado. La opini¨®n p¨²blica ten¨ªa pocas dudas. Eldad Regev y Ehud Goldwasser deben volver. El jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, Gaby Ashkenazi, coincid¨ªa. Los jefes de los servicios de espionaje, el Mosad y el servicio de seguridad interior (Shin Bet), se opusieron al canje y recomendaron a los ministros que lo rechazaran. Aducen que el poder de disuasi¨®n de Israel se ver¨¢ minado por el acuerdo.
No obstante, un problema para los partidarios del rechazo era que existen precedentes de intercambios que han supuesto la liberaci¨®n de prisioneros palestinos o libaneses mucho m¨¢s relevantes que los que ser¨¢n excarcelados ahora. Jefes de Hezbol¨¢ (Mustaf¨¢ Dirani) y de Ham¨¢s (el fundador del movimiento islamista, Ahmed Yasin) fueron devueltos la d¨¦cada pasada. Ahora se trata de Samir Kuntar, un druso liban¨¦s que asesin¨® a cuatro personas (incluida una ni?a a la que destroz¨® el cr¨¢neo a culatazos) en 1979, cuatro milicianos de Hezbol¨¢ y los cad¨¢veres de varios combatientes. Israel tambi¨¦n se ha comprometido a facilitar informaci¨®n al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre "cuatro diplom¨¢ticos iran¨ªes desaparecidos".
A cambio, el Gobierno israel¨ª reclama la devoluci¨®n de los dos uniformados y los restos de otros soldados ca¨ªdos en L¨ªbano. Para los jud¨ªos, es esencial que cada cad¨¢ver sea enterrado completo. Tras reconocer sus "profundas dudas", el primer ministro apoy¨® el canje. Antes de iniciarse la votaci¨®n, Olmert declar¨®, por primera vez, su certeza de que los dos militares israel¨ªes canjeables est¨¢n muertos. Una vez completado el intercambio, Israel promete tambi¨¦n liberar a prisioneros palestinos. El Gobierno decidir¨¢ cu¨¢ntos y qui¨¦nes.
El rechazo al intercambio se auguraba devastador para las familias de los uniformados. Al ritmo que se desarrolla este tipo de negociaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo, dejar pasar esta ocasi¨®n habr¨ªa prolongado la incertidumbre meses o a?os. El antecedente del piloto israel¨ª Ron Arad, desaparecido desde que su avi¨®n fue abatido en L¨ªbano en 1986, ha tenido gran influencia en la decisi¨®n adoptada.
Los mediadores alemanes viajar¨¢n ahora a L¨ªbano para obtener el visto bueno definitivo de Hezbol¨¢. Resta por saber si el intercambio ser¨¢ en la frontera entre Israel y el pa¨ªs ¨¢rabe o, como desea el Gobierno de Olmert, se llevar¨¢ a cabo en Alemania. El l¨ªder del partido-milicia chi¨ª, Hasan Nasral¨¢, se ha negado a ofrecer la m¨¢s m¨ªnima informaci¨®n sobre el estado de los soldados israel¨ªes.
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