La lucha por el voto verde
Los dos candidatos a la Casa Blanca se disputan el t¨ªtulo del m¨¢s ecologista
"Nunca hemos dado nuestro apoyo a un candidato. Este a?o, por primera vez, John McCain lo va a tener. Es la gran esperanza verde del pa¨ªs". Jim DiPeso es director pol¨ªtico del grupo Republicanos para la Protecci¨®n Medioambiental. Aunque se siente conservador, su prioridad a la hora de votar es la agenda ecol¨®gica del candidato en cuesti¨®n. Nunca ha apoyado a George W. Bush. "McCain es savia nueva", dice.
El argumento de que McCain es una excepci¨®n entre los republicanos, un candidato verdaderamente ecologista, lo han aceptado incluso los seguidores de Obama.
Es algo ins¨®lito que un candidato republicano acuda a unas elecciones como abanderado del ecologismo. Pero estas elecciones son diferentes de las anteriores. Por vez primera, el medio ambiente es un asunto pol¨ªtico de primera magnitud. Seg¨²n una de las ¨²ltimas encuestas de la consultora Gallup, se trata de un tema que preocupa al 90% de la poblaci¨®n, empatado con la situaci¨®n de la econom¨ªa y cinco puntos por encima de la guerra de Irak. La raz¨®n es sencilla: el gal¨®n (3,7 litros) de gasolina ha superado los cuatro d¨®lares (2,52 euros), una cifra elevad¨ªsima en este pa¨ªs. La crisis del medio ambiente ha llegado al bolsillo de los estadounidenses y, con ella en mente, votar¨¢n.
La crisis del medio ambiente ha llegado al bolsillo de los estadounidenses
Por primera vez la ecolog¨ªa es un asunto electoral de magnitud
Con ambos candidatos acaba lo que muchos ecologistas han bautizado como la "d¨¦cada perdida" en Estados Unidos. "La de Bush ha sido la peor Administraci¨®n para el medio ambiente en toda la historia de este pa¨ªs", dice Nick Berning, portavoz de la asociaci¨®n Amigos de la Tierra en Acci¨®n. "Nunca jam¨¢s ha habido una crisis ecol¨®gica como ¨¦sta, y Bush se la ha tomado como si fuera algo que no existe. Han sido ocho a?os nefastos, de verdad", se?ala. Prudentemente, McCain se ha distanciado de Bush en este campo. Su argumento para proclamarse ecologista es que intent¨® aprobar en 2003, 2005 y 2007 una ley que hubiera instaurado l¨ªmites a las emisiones contaminantes del parqu¨¦ empresarial. En las tres ocasiones fue rechazada por miembros de su propio partido.
El pasado 24 de junio, uno de los m¨¢s s¨®lidos candidatos a ocupar el puesto de vicepresidente en su candidatura, el gobernador de Florida, Charlie Crist, anunci¨® una de las mayores compras de terreno privado de la historia de EE UU. Su Gobierno adquirir¨¢ 480 kil¨®metros cuadrados de plantaciones azucareras para revitalizar los humedales de los Everglades.
McCain ha llegado a definir la defensa del medio ambiente como algo rabiosamente conservador. "Ignorar este problema", dijo en una entrevista en octubre del a?o pasado, "es una postura liberal y hedonista".
Aun as¨ª, el McCain amante de la ecolog¨ªa tiene una cara y una cruz. Los grupos ecologistas no la consideran cierta. "John McCain es el ¨²nico senador que decidi¨® perderse cada una de las votaciones cruciales en materia de medio ambiente el a?o pasado", explica Carl Pope, director ejecutivo de la prestigiosa sociedad medioambiental Sierra Club. Seg¨²n los archivos del Congreso, en 2007, el senador de Arizona no vot¨® ninguna de las 15 propuestas de ley relacionadas con asuntos medioambientales o energ¨¦ticos. Adem¨¢s, el 18 de junio propuso permitir un aumento en el n¨²mero de perforaciones petrol¨ªferas en las costas norteamericanas.
Seg¨²n Joseph Romm, cient¨ªfico de referencia en la comunidad ecologista, McCain se ha tenido que doblegar ante la obviedad. "La ¨²nica propuesta concreta que le hemos o¨ªdo es la de crear m¨¢s centrales nucleares". De hecho, la intenci¨®n de McCain es destinar cuatro millones de d¨®lares a la construcci¨®n de nuevas plantas. "Pero la gran mayor¨ªa de soluciones al calentamiento global viene de planteamientos progresistas: requieren una intervenci¨®n fuerte por parte del Gobierno y un gran apoyo federal a la creaci¨®n de fuentes de energ¨ªa renovable".
"Est¨¢ claro que los dos candidatos est¨¢n m¨¢s de acuerdo entre ellos que con la anterior Administraci¨®n", explica Dan Kammen, gur¨² de la pol¨ªtica energ¨¦tica en la Universidad de California en Berkeley y asesor de Obama en materia medioambiental. "Pero entre ellos hay mucha diferencia", a?ade. "El senador Obama es el ¨²nico que dispone de un plan claro y detallado sobre c¨®mo atacar el cambio clim¨¢tico con objetivos a corto y largo plazo", a?ade.
Obama explica en su p¨¢gina web que desea "combatir el calentamiento global imponiendo una serie de l¨ªmites obligatorios en la emisi¨®n de di¨®xido de carbono a las empresas, reduciendo las emisiones contaminantes en el porcentaje que recomiendan los cient¨ªficos: un 80% de aqu¨ª a 2050". Adem¨¢s, el candidato quiere ofrecer subvenciones e incentivos a las empresas que deseen fabricar coches h¨ªbridos; se opone a las excavaciones petrol¨ªferas frente a las costas norteamericanas, y rechaza la creaci¨®n de m¨¢s plantas nucleares si el Gobierno no se enfrenta antes al problema de qu¨¦ hacer con los residuos radiactivos que generar¨¢n.
La Liga de Votantes Conservacionistas asigna una nota a cada candidato de acuerdo con su historial medioambiental. Esta organizaci¨®n ha analizado cada votaci¨®n en la que han participado ambos senadores. McCain recibe 26 de los 100 puntos posibles, un claro suspenso. Obama es el candidato que m¨¢s nota ha sacado en todas las primarias: un 96, casi una matr¨ªcula de honor. "Ambos marcar¨¢n una gran diferencia respecto a Bush", explica el director pol¨ªtico de esta organizaci¨®n, Tony Massaro. "Pero Obama llevar¨¢ esta diferencia mucho m¨¢s lejos".
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