Pons recuerda a los empresarios que la crisis no solo compete al Gobierno

"Estamos ante una profunda crisis". El presidente de la Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios (AVE), Francisco Pons, no se anduvo con tapujos ayer en el desayuno de trabajo organizado por el Banco Urquijo en Valencia, en el que disert¨® sobre la econom¨ªa espa?ola. Ante una nutrida representaci¨®n de empresarios, entre los que sobresal¨ªan el presidente de Cierval, Rafael Ferrando, o el de la C¨¢mara de Valencia, Arturo Virosque, inst¨® a admitir la realidad por la que atraviesa la econom¨ªa y a "no divagar". "La crisis va a ser dura, pero no m¨¢s que lo fue la de los a?os setenta, las de los ochenta o la de los noventa", pronostic¨®.

Se?ala que los grandes eventos no ayudan a salir de las crisis Insta a cambiar el estado de ¨¢nimo de desconfianza de la sociedad

El presidente del selecto lobby empresarial, tras un recorrido por los 14 a?os de crecimiento que ha vivido Espa?a tras una crisis en la que de nada valieron "ni la Exposici¨®n Universal de Sevilla ni las Olimpiadas de Barcelona", se pregunt¨® que si todo hab¨ªa ido tan bien, por qu¨¦ ahora estamos en crisis. M¨¢s all¨¢ de los condicionantes internacionales, hurg¨® en la debilidad de haber ca¨ªdo en la autocomplacencia sin reconocer que algo estaba fallando. Se?al¨® como una anomal¨ªa que el motor de crecimiento fuera la construcci¨®n, hacia la que se han desviado "medios humanos y financieros". Y como defecto, que no se hubiese controlado la inflaci¨®n, mientras se contabilizaban como crecimiento los fondos estructurales europeos y se perd¨ªa capacidad competitiva.

Pons inst¨® al auditorio a aceptar que la salida a la crisis tiene que pasar por los empresarios y no s¨®lo por el Gobierno. "Nadie nos va a arreglar nada, competimos todos: no s¨®lo el Gobierno", advirti¨®. Desde su punto de vista, el margen de maniobra del Gobierno es reducido, ya que poco puede hacer sin dominar el tipo de cambio de la moneda o el precio del petr¨®leo, y sin marco de intervenci¨®n en los intereses. Sin embargo, no es nulo. Sugiri¨® que el Gobierno debe transmitir rigor y la sensaci¨®n de que est¨¢ manos a la obra para liderar los cambios y reformas que exige la situaci¨®n. Asimismo, deber¨ªa reducir los impuestos a las sociedades que reinviertan en la empresa y aporten solidez, as¨ª como presentar "un vasto plan" de innovaci¨®n de la Administraci¨®n para agilizarla y hacerla m¨¢s eficiente. Como, tambi¨¦n, aumentar la dotaci¨®n para planes de innovaci¨®n, desarrollar un plan multimodal de infraestructuras y liberar financiaci¨®n para las empresas con futuro.

Pero tambi¨¦n encontr¨® obligaciones para los empresarios. Los inst¨® a cambiar el estado de ¨¢nimo de la sociedad sumida en la desconfianza y a ponerse manos a la obra. Y sobre todo, a ser conscientes de los cambios de la sociedad global porque est¨¢n llenos de nuevas oportunidades. Luego aludi¨® a la necesidad que tienen empresarios y trabajadores de amoldarse a una sociedad flexible en la que ya "nada es para siempre" y "el empleo fijo no es posible".

Pons previno de que sin una gran formaci¨®n no se podr¨ªa alcanzar una gran flexibilidad. Cerr¨® su tanda de recetas con una llamada al cambio de actitudes del empresario en pos de la ¨¦tica, ya que la confianza, destac¨®, es la base de la creaci¨®n de riqueza.