El refer¨¦ndum de Irlanda
Don Carlos Mendo ve en el no irland¨¦s al Tratado de Lisboa un triunfo de la democracia sobre una "burocracia (...) lejana de los pueblos". Olvida que la Uni¨®n Europea dicta normas para necesidades de 450 millones de ciudadanos, y que parezcan abstrusas es consecuencia de la sociedad tecnificada actual: lo mismo ocurrir¨ªa si saliesen del legislador nacional.
El problema est¨¢ en la necesidad de democracia y eficacia en las instituciones para que esa normativa responda a los desaf¨ªos de la globalizaci¨®n: sin el Tratado es imposible.
Si seguimos con ef¨ªmeras presidencias semestrales, Comisi¨®n cortapisada, exigencia de unanimidad en el Consejo y mera consulta del Parlamento para pol¨ªticas como la interior y de justicia, la exterior y de seguridad; una Uni¨®n carente de personalidad jur¨ªdica internacional; sin posibilidad real de "cooperaciones reforzadas" que dejen a algunos avanzar; si hay omnipotencia del Consejo en la mitad del Presupuesto, y si tenemos que despedirnos de unos Valores de la UE y de una Carta de derechos jurisdiccionalmente alegables, etc¨¦tera, etc¨¦tera... Ah¨ª tienen ustedes una UE inerme e injusta.
El TL no es un tratado internacional al uso, es como los anteriores constituyente, por lo que las ratificaciones de todos y cada uno a su aire ya no valen. Dos salidas: o mayor¨ªa de 4/5 de Estados y para ¨¦stos el Tratado entra en vigor, o si se hacen referenda, de todos y a una vez. (El presidente del Gobierno aboga por ello en El Pa¨ªs Domingo).- Carlos Mar¨ªa Bru Pur¨®n, presidente del Consejo Federal Espa?ol del Movimiento Europeo.
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