La herencia del maestro de la pipa
Hijo de provenzal y napolitana, mediterr¨¢neo hasta la m¨¦dula, heredero de los trovadores de la Edad Media y sin embargo ciudadano del siglo XX, anarquista y provocador, amante de los gatos, mal hablado y poeta premiado por la Academia, ateo militante, humorista certero, defensor de los marginados, Georges Brassens (1921-1981) sigue siendo el gran s¨ªmbolo de la canci¨®n francesa. Su influencia, como sus canciones, va mucho all¨¢ de su tiempo y de su estilo.
El rock surgido de las mezclas ¨¦tnicas de los suburbios, con grupos como Zebda y su Le bruit et l'odeur, ser¨ªa imposible sin la sombra del hombre del bigote y la pipa. Es muy significativo que un grupo de Toulouse que mezcla el punk con el rock duro se llame Brassens is not dead y retome canciones del viejo cantautor, con un poco m¨¢s de ca?a, eso s¨ª. Putain de toi fue el t¨ªtulo de un disco de 2006 que reun¨ªa a lo mejor de la canci¨®n francesa en torno al maestro, desde Magyd de Zebda hasta Carla Bruni, que mucho antes de ser primera dama eligi¨® una de las canciones m¨¢s obscenas y divertidas de Brassens, Fernande: "Cuando pienso en Fernanda, me empalmo, me empalmo, pero cuando pienso en Lulu ya no me empalmo
... Una erecci¨®n, pap¨¢, es algo que no se encarga...".
Porque su verdadera huella no tiene que ver s¨®lo con la m¨²sica, sino con un esp¨ªritu, con una forma de ver el mundo y a sus habitantes, que resumi¨® el propio Brassens: "No creo en Dios, ni en una sociedad perfecta, ni en que el hombre vaya a mejorar. Las cosas nunca fueron como me hubiese gustado, tengo tendencia a quejarme, a gru?ir. Pero he sido capaz de transformar eso en humor, en iron¨ªa, en alegr¨ªa".
Las cuatro primeras canciones que recit¨® en p¨²blico, el 6 de marzo de 1952 en el teatro Patachou de Par¨ªs, ya conten¨ªan lo que luego desarroll¨® en decenas de temas. La mala reputaci¨®n, que han cantado desde Paco Ib¨¢?ez hasta Loquillo, requiere poca presentaci¨®n. Brave Margot cuenta la historia de una mujer que, al dar de mamar a un gato hu¨¦rfano, provoca un terremoto en su pueblo. Los enamorados de los bancos p¨²blicos es una de las m¨¢s bellas canciones de amor nunca escritas, un elogio de las parejas "que se besan en las calles / pasando totalmente de la mirada oblicua de los caminantes honestos". El gorila, que tard¨® casi diez a?os en poderse escuchar en las radios francesas, narra la fuga de un zool¨®gico del animal que da t¨ªtulo al tema. Ante la posibilidad de violar a una anciana o a un juez, el gorila se decanta por el magistrado "que en el momento supremo gritaba como el condenado al que acababa de mandar al pat¨ªbulo".
Es dif¨ªcil resumir la cantidad de asuntos que aparecen en las canciones de Brassens, pero siempre hay una serie de puntos en com¨²n. El humor es esencial, al igual que el respeto hacia el otro, sea cual sea su oficio. En la canci¨®n que dedic¨® al ladr¨®n que le rob¨® su casa, le da las gracias por cerrar la puerta al irse y luego le elogia por haberle dejado la guitarra ("solidaridad santa de los artesanos") y por haber olvidado un retrato que le regalaron por su cumplea?os ("qu¨¦ buen cr¨ªtico de arte hubieses sido, capullo"). La cr¨ªtica del nacionalismo es fundamental ("los imb¨¦ciles dichosos que han nacido en alg¨²n lugar") o a la violencia ("morir por las ideas, de acuerdo, pero de muerte lenta"). Las canciones de Brassens tambi¨¦n hablan del amor (desde letras m¨¢s o menos rom¨¢nticas a iron¨ªas geniales, como aquella en la que cuenta c¨®mo un tipo se enamora de un fantasma: "Tengo mil a?os m¨¢s que usted", dice el espectro. "?Qu¨¦ nos importa el tiempo", responde el futuro amante), pero sobre todo dan voz a los que no la tienen.
En sus dos testamentos musicales (El testamento y Plegaria para ser enterrado en la playa de S¨¨te) concentr¨® toda su visi¨®n de la vida: el hedonismo, la generosidad, la ruptura de las convenciones, la anarqu¨ªa... "El d¨ªa en que Dios me ponga la mano en el hombro y me diga vente para arriba a ver si estoy, me pondr¨¦ triste como un sauce, har¨¦ novillos de mi entierro", arranca El testamento. "Tendr¨¦is envidia del eterno veraneante, que hace p¨¦dalo en la playa mientras sue?a que pasa su muerte de vacaciones", termina su Plegaria para ser enterrado en la playa de S¨¨te. Ojal¨¢ haya sido as¨ª.
Elle est a toi cette chanson. Int¨¦grale. Georges Brassens. Cofre con 15 CD. Mercury. Oeuvres Compl¨¨tes: Chansons, po¨¨mes, romans, pr¨¦faces, ¨¦crits libertaires, correspondance. Georges Brassens. Comentarios de Jean-Paul Li¨¦geois. Le Cherche Midi, 2007. 1.584 p¨¢ginas.
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