"La reacci¨®n del p¨²blico ante nuestro reencuentro nos descoloca"
A¨²n hoy, asombra que aquello prosperara. The Police eran tres m¨²sicos con pocos puntos de contacto, est¨¦ticos o vitales. El m¨¢s novato, Sting, se autoproclam¨® cabecilla de la banda, por encima de dos instrumentistas con el culo pelado, el guitarrista Andy Summers y el baterista Stewart Copeland. Aunque funcion¨® art¨ªsticamente durante unos a?os, las relaciones personales estaban bajo m¨ªnimos.
Un detalle revelador: Copeland se asombra de la extraordinaria vida de Summers, descrita en su autobiograf¨ªa (El tren que no perd¨ª, Global Rhythm Press, 2007). "La verdad es que ignoraba mucho de sus grupos y sus conflictos". Aparentemente, los tres polic¨ªacos no utilizaban los tiempos muertos para charlar.
"Creo que George W. Bush deber¨ªa ser juzgado como criminal de guerra"
Y eso que Stewart Copeland (Virginia, 1952) posee vocaci¨®n comunicativa. Hijo de un famoso agente de la CIA, pas¨® a?os en Beirut ("L¨ªbano es mi segundo pa¨ªs, una herida abierta") y se manifiesta como un locuaz hombre de mundo. "Recuerdo la primera vez que The Police toc¨® en Madrid. En el hotel, coincidimos con otra compa?¨ªa a¨²n m¨¢s deslumbrante: el s¨¦quito de un torero, que nos eclips¨®. Otra vez nos llevaron a un tablao y las mujeres eran impresionantes, parec¨ªan m¨¢s fuertes que los hombres del escenario. Vamos, yo no me hubiera atrevido a echar un pulso con ellas...". Tras actuar en Valencia y Bilbao, el grupo lo har¨¢ hoy en Madrid, en el festival Rock in Rio.
Pregunta. A estas alturas ?se atreve a valorar esta gira de reuni¨®n de The Police?
Respuesta. Est¨¢ siendo mejor y peor de lo que esper¨¢bamos. Cre¨ªamos que resultar¨ªa sencillo y ha resultado duro. Pens¨¢bamos que ser¨ªa breve y hemos visto que la demanda no cesa. La cuesti¨®n es que los tres nos lanzamos a nuestros proyectos particulares y olvidamos la etapa de The Police. Ahora, cuando tocamos esas canciones, comprobamos que han acompa?ado al p¨²blico durante 20, 30 a?os: su reacci¨®n es tan emocional que nos descoloca, antes de dejarnos llevar por esa energ¨ªa.
P. ?Hay vida creativa despu¨¦s de The Police?
R. Claro, yo volver¨¦ a mi trabajo. Toco la bater¨ªa pero mi principal dedicaci¨®n es componer. Una gira de estas dimensiones resulta absorbente, no puedes hacer otra cosa. Me esperan un mont¨®n de propuestas, seg¨²n mi agente.
P. Ahora, salen discos de artistas jamaicanos con el repertorio de The Police. ?Es una convalidaci¨®n de sus esfuerzos para integrar el reggae y el dub en el rock?
R. Resulta gratificante pero opino que nuestras versiones son superiores. Nunca tocamos reggae puro, eran ritmos m¨¢s complicados. Por ejemplo, hab¨ªa un elemento oriental en todo lo que yo tocaba.
P. Sorprende encontrar el nombre de su padre en libros sobre el mundo ¨¢rabe, generalmente en t¨¦rminos positivos, aunque se trate de autores nada simpatizantes de la pol¨ªtica estadounidense.
R. Yo he encontrado incluso referencias a mi madre, que tuvo relaci¨®n con los servicios de inteligencia brit¨¢nicos. Creo que mi padre y sus compa?eros pertenecen a una generaci¨®n muy respetable: hablaban el ¨¢rabe culto y el popular, dedicaron la mayor parte de su carrera a esa parte del mundo. Justo lo contrario de lo que ocurre ahora. Ellos conoc¨ªan a los jugadores principales, entend¨ªan la din¨¢mica de la regi¨®n, ten¨ªan canales abiertos incluso con sus enemigos. Su funci¨®n era clara: deb¨ªan mantener el flujo de petr¨®leo hacia Occidente. Casi siempre lo lograron. Pero hab¨ªa otras fuerzas en la pol¨ªtica estadounidense que obstaculizaban ese objetivo.
P. ?Se refiere al lobby israel¨ª?
R. S¨ª. Mi padre defend¨ªa a Israel pero entend¨ªa que un apoyo ciego nos enfrentaba con libaneses, egipcios, sauditas, sirios, iran¨ªes... con todo el mundo ¨¢rabe, en general. Su conflicto era explicar y defender la posici¨®n de Washington, aun sabiendo la negativa para nuestros intereses reales.
P. La situaci¨®n ha empeorado con la actual Administraci¨®n.
R. S¨ª. Creo que George W. Bush deber¨ªa ser juzgado como criminal de guerra... ning¨²n l¨ªder americano tiene tanta sangre inocente en sus manos, me gustar¨ªa verle en la c¨¢rcel. Procurar¨¦ que no me arrastre la pasi¨®n: estoy convencido de que es el peor presidente de Estados Unidos del tiempo que he vivido. Cuando ¨¦l lleg¨®, mi pa¨ªs era rico, respetado y optimista... y todo se ha perdido. Es incalculable el da?o que ha hecho a EE UU y al resto del mundo.
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