El agujero verde

Todas las listas de honor del Tour est¨¢n salpicadas de nombres espa?oles. ?Todas? No. Hay espa?oles en la m¨¢s importante, la del maillot amarillo, seis nombres para 10 Tours, incluidos los dos ¨²ltimos, y tambi¨¦n, y muchos -15 veces citados- en la dinast¨ªa de reyes de la monta?a, aunque el ¨²ltimo monarca hispano, Txomin Perurena, date de 1974; tambi¨¦n en el palmar¨¦s de mejor joven y en el de equipos. Pero hay un apartado que se resiste, un aut¨¦ntico agujero verde, verde como el jersey que distingue al l¨ªder de la regularidad: ning¨²n espa?ol lo ha llevado a¨²n hasta Par¨ªs. ?scar Freire ser¨ªa el mejor candidato para llenar ese vac¨ªo -el tricampe¨®n mundial ha demostrado que es de los mejores sprinters del mundo y ha ganado tres etapas en la grande boucle-, pero para ganar el maillot verde no basta con ser el m¨¢s r¨¢pido en las llegadas; hay otras circunstancias que influyen, y escenarios que se le escapan al ciclista de Torrelavega.

"Para ganar el maillot verde", cuenta Pedro Horrillo, compa?ero de Freire en el Rabobank, que no ha sido seleccionado para este Tour, "hace falta medio equipo que controle las escapadas; y se debe estar dispuesto, hasta los d¨ªas de monta?a, a batirse el cobre para puntuar en las metas volantes. Y eso es mucho desgaste que le impedir¨ªa luchar por la victoria de etapa". Adem¨¢s, el Rabobank, que luchar¨¢ con Denis Menchov por la general, dejar¨¢ a Freire que se busque la vida solo en las llegadas. "No podemos estar en todos los frentes", le dijeron al c¨¢ntabro, cuya relaci¨®n con el equipo holand¨¦s no atraviesa su mejor momento.

Freire, que ya ha afirmado que ve dif¨ªcil acabar el Tour, y cuyo objetivo es ganar una o dos etapas -comenzando por la primera, hoy, que termina en el duro repecho de Cadoudal- a¨²n no ha renovado con el Rabobank pese a que desde hace meses tiene sobre la mesa un nuevo contrato por dos a?os. "Econ¨®micamente estamos de acuerdo", dice su hermano y representante, Antonio, quien viajar¨¢ al Tour con la intenci¨®n de cerrar en una semana el futuro. "Pero tiene excesivas cl¨¢usulas ad hominem que lo convertir¨ªan en una jaula, de oro pero jaula. Freire ya no es un ni?o, tiene 31 a?os y en los seis que lleva en el Rabobank no ha dado motivos para que duden de ¨¦l y de su profesionalidad".