La hora del PSPV
Cuando hoy concluya el 37? Congreso del PSOE podremos evaluar hasta qu¨¦ punto ha cambiado el discurso del partido en una serie de cap¨ªtulos en los que parec¨ªa anclado o reacio a progresar, incluso con la moderaci¨®n propia de la casa. La inmigraci¨®n, las relaciones con la Iglesia cat¨®lica y la laicidad, la eufem¨ªstica flexiguridad -por no hablar de despido m¨¢s f¨¢cil-, el aborto, la eutanasia y todo un rosario de asuntos que han suscitado miles de enmiendas, son aparentemente expresivas de la aplicaci¨®n y buena salud intelectual de la militancia. No obstante, y a tenor de los precedentes, talante e inercias del partido, lo aconsejable es dar por bueno cualquier avance que se registre. Como dicho sea de paso la aflictiva por tard¨ªa rehabilitaci¨®n de la figura pol¨ªtica de Juan Negr¨ªn, que tiene rea?os tal olvido o ignorancia.
Donde no ha habido que esperar a la clausura para constatar cambios ha ido en el PSPV, producidos adem¨¢s a prop¨®sito de la convocatoria congresual. Por lo pronto, la delegaci¨®n valenciana no ha ido encabezada por quien sigue siendo la figura m¨¢s incombustible al tiempo que amortizada del partido. Nos referimos al ex molt honorable y hoy senador Joan Lerma. Es un desaire que bien pudo ahorrarse el veterano pol¨ªtico si oportunamente hubiese renunciado a un entorchado que no a?ad¨ªa nada a su densa biograf¨ªa. Pero son insaciables. Claro que para su consuelo puede alegarse que, acaso por imprevisi¨®n, ha cruzado armas con esa figura algo m¨¢s que emergente que es Leire Paj¨ªn, esta benidorm¨ª nacida en San Sebasti¨¢n y que a sus 32 a?os ya ha transitado por las Cortes, ha desempe?ado cargos ejecutivos en el PSOE, es la secretaria de Estado de Cooperaci¨®n, pero, sobre todo es, al decir de los enterados, el ojito derecho de ZP. Unas palabras m¨¢s sobre esta dama.
Quien haya seguido con alguna atenci¨®n estos d¨ªas y por estos pagos los proleg¨®menos congresuales habr¨¢ advertido el protagonismo medi¨¢tico de la mentada portavoz, expresivo a su vez del decisivo papel que est¨¢ representando en el seno del partido. Es la mujer fuerte del mismo, una profesional de la pol¨ªtica que no ha hecho otra cosa en su vida que saltar de poltrona en poltrona y se dir¨ªa que su bendici¨®n ha de ser indeclinable para quien aspire en estos momentos a liderarlo. De ah¨ª las caranto?as, m¨¢s que deferencias, que le prodigan cuantos llevan un cirio en esta procesi¨®n. Lo que est¨¢ claro -y por nuestra cuenta a?adir¨ªamos que afortunadamente- es que do?a Leire no aspira a dirigir el socialismo valenciano, tan lejano y ajeno para ella. Un signo de sensatez que justamente consignamos.
Para llenar este vac¨ªo, que ha de colmarse en el congreso del PSPV de setiembre pr¨®ximo, ya hay, como es sabido, tres precandidatos confesos y una cuarta, Ana Noguera, que acaba de sumarse a la cuca?a. Los observadores mejor informados sugieren que no ha sido esta ¨²ltima una improvisaci¨®n o apuesta temeraria. Todo lo contrario: ha esperado el momento y contado con los avales t¨¢citos y expresos de las m¨¢s altas instancias partidarias, que son las de Madrid, como siempre se han entendido por estos pagos. A estas alturas y despu¨¦s de tan sucesivos fracasos del socialismo valenciano, no ha de chocarnos este intervencionismo. Lo grave ser¨ªa que pecase de don Tancredo quien tiene en su mano arbitrar una salida id¨®nea, como es a nuestro entender la descrita.
No han de pasar muchas fechas para que esta opci¨®n cuaje formalmente o se difumine, si bien son abundantes los signos que la prefiguran como la candidatura m¨¢s viable. Abundan en este sentido el hecho de ser mujer en un trance hist¨®rico en el que tal condici¨®n es un vi¨¢tico para el ¨¦xito, tanto m¨¢s si es una mujer que ha demostrado su tenacidad laboral y capacidad dial¨¦ctica en la pol¨ªtica municipal y la brega parlamentaria. El que sea titulada en Filosof¨ªa Moral y Pol¨ªtica constituye una suerte de credencial simb¨®lica contra la corrupci¨®n que abunda y, por otra parte, podr¨ªa constituirse en la primera secretaria general del PSPV e incluso titular de la Generalitat en la estela del precedente establecido por la socialista Clementina R¨®denas como primera alcaldesa de Valencia y posterior presidenta de la Diputaci¨®n. Es posible que Ferraz, sede del PSOE, haya sabido en esta ocasi¨®n poner el ojo donde m¨¢s conviene.
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