Litvinenko dio pistas de mafiosos rusos en Espa?a
Detenidos de la Operaci¨®n Troika compraban voluntades en varios pa¨ªses europeos
Alexander Litvinenko, ex teniente coronel de los servicios secretos rusos, rindi¨® un ¨²ltimo tributo a la polic¨ªa espa?ola. Seis meses antes de morir envenenado por una dosis de Polonio 210, contact¨® con polic¨ªas espa?oles y la cita tuvo lugar, poco despu¨¦s, en una ciudad europea. Litvinenko se hab¨ªa caracterizado por criticar los m¨¦todos empleados por Putin para acceder al poder y su muerte provoc¨® un aut¨¦ntico esc¨¢ndalo internacional. Seis meses antes de aquello, explic¨® a los investigadores espa?oles qu¨¦ papel desempe?aban ciertos hombres de negocios involucrados con la mafia rusa. Algunos de ellos viv¨ªan en Espa?a. A partir de esta entrevista y de un informe de inteligencia de la Guardia Civil, la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n espa?ola pudo ejecutar la mayor operaci¨®n habida hasta el momento contra la mafia rusa en Europa.
Por orden de la Fiscal¨ªa del Estado el caso se adjudic¨® a tres fiscales
Los rusos dirig¨ªan desde Espa?a cientos de negocios sucios en Europa
Los mafiosos rusos agasajaban a Abramovich en sus visitas con el Chelsea
Los papeles de la Operaci¨®n Avispa estuvieron meses sin examinar
Primavera de 2006. Tres fechas y tres escenarios diferentes. Tres piezas sueltas que dos a?os despu¨¦s servir¨ªan para armar un impresionante puzle. 3 de mayo en Palma de Mallorca: la Guardia Civil deposita en la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n un informe sobre la presencia en Espa?a de importantes miembros de una organizaci¨®n criminal rusa con sede en San Petersburgo y denominada Tambovskaya. 10 de mayo en Jumeirah, localidad costera situada a 35 kil¨®metros de Dubai (Emiratos ?rabes Unidos): polic¨ªas espa?oles intervienen en la detenci¨®n de Zakhar Kalashov, alias Sacro, alias El Invisible, un destacado jefe mafioso de origen kurdo y buscado por las autoridades espa?olas. Para lograr su detenci¨®n fue precisa la intervenci¨®n de las m¨¢ximas autoridades del Estado espa?ol. D¨ªas despu¨¦s en una capital europea: unos polic¨ªas espa?oles se entrevistan con Litvinenko para obtener informaci¨®n.
La detenci¨®n de Kalashov era de por s¨ª suficiente quebradero de cabeza como para que alguien, en la sede central de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, pudiera prestarle la debida atenci¨®n a los otros dos sucesos. La detenci¨®n de Kalashov compensaba algunas de las frustraciones que los investigadores especializados en mafias rusas hab¨ªan tenido a lo largo de los ¨²ltimos tiempos. Sab¨ªan que, a partir de la detenci¨®n, comenzar¨ªan a moverse ciertos tent¨¢culos alrededor de la fiscal¨ªa y el juez del caso, Fernando Andreu.
No era una novedad. Sucedi¨® durante la Operaci¨®n M¨¢rmol Rojo y despu¨¦s de la primera fase de la Operaci¨®n Avispa: filtraciones desde dentro que permitieron que algunos imputados se escaparan antes de ser detenidos, presiones desde embajadas, pol¨ªticos espa?oles tocados por la organizaci¨®n, llamadas de abogados importantes, amenazas de muerte o sustituciones en la fiscal¨ªa que dieron lugar a la puesta en libertad de algunos de los detenidos.
Kalashov era un peso pesado y la presi¨®n no tardar¨ªa en llegar a la Audiencia Nacional. Sab¨ªan que los lugartenientes de Kalashov buscaban entre las amistades del juez Andreu. Era su forma habitual de proceder, su lenguaje predilecto, la extorsi¨®n, el soborno, la b¨²squeda de influencias.
Transcurrido el verano, con Kalashov aislado en la c¨¢rcel de seguridad de Soto del Real (Madrid) algunos movimientos dentro de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n propiciaron que se estableciera una estrategia para dar un tercer golpe m¨¢s certero a la mafia rusa en Espa?a. Una orden de la Fiscal¨ªa General del Estado autoriz¨® excepcionalmente que tres fiscales (Jos¨¦ Grinda en Madrid, Juan Carrau en Palma de Mallorca y David Mart¨ªnez Madero en Barcelona) coordinaran una investigaci¨®n a partir del informe elaborado por la Guardia Civil en Baleares. Pero no iba a ser un caso de la Guardia Civil. Los fiscales reunieron en Madrid a jefes de distintos departamentos: Udyco (crimen organizado) y UDEF (blanqueo) de la Polic¨ªa; UCO (crimen organizado) de la Guardia Civil; Vigilancia Aduanera (Agencia Tributaria), Sepblac (Banco de Espa?a) y Unidad Central de Inteligencia Criminal (Interior). Todos deb¨ªan apoyar la investigaci¨®n. Por una casualidad, uno de esos departamentos hab¨ªa abierto diligencias en el Juzgado n¨²mero 5 de la Audiencia Nacional. Conclusi¨®n: Garz¨®n ser¨ªa el juez instructor. As¨ª naci¨® la Operaci¨®n Troika.
?Fue relevante la informaci¨®n aportada por Litvinenko? El ex agente ruso dio algunas pistas sobre la importancia que ten¨ªan algunos jefes mafiosos y qu¨¦ tipo de relaciones pod¨ªan mantener con altas instancias del Estado ruso. Los investigadores espa?oles carec¨ªan de informaci¨®n suficiente para poner a cada jefe en su sitio dentro de la complicada mara?a de las sociedades criminales rusas. A pesar de que ya existe una abundante literatura sobre la materia, s¨®lo la investigaci¨®n sobre el terreno permite centrar cu¨¢l es la verdadera importancia de cada jefe y c¨®mo son sus relaciones con otras organizaciones. Porque si algo distingue a las bandas mafiosas rusas es su constante evoluci¨®n, sus complicadas alianzas, sus cambios de bando y, c¨®mo no, sus guerras particulares.
Litvinenko ten¨ªa un buen conocimiento de c¨®mo aparecieron en escena algunos personajes. Litvinenko trabajaba como teniente coronel en el URPO (Direcci¨®n de Elaboraci¨®n y Eliminaci¨®n de Actividades de las Organizaciones Criminales). Por tanto, conoci¨® muy de cerca las actividades de personajes como Tariel Oniani, Zhakar Kalashov, Vitali Izguilov y Tiourin, entre otros. Oniani y Kalashov participaron en los primeros a?os noventa en muchos secuestros y asesinatos durante la etapa de las privatizaciones. "Hubo muchas muertes de personas que se negaban a vender acciones", coment¨® Litvinenko. Y tanto Oniani como Kalashov participaron en acciones coordinadas con algunos departamentos de la seguridad de Rusia. De hecho, a Kalashov, seg¨²n Litvinenko, se le utilizaba para presionar a Turqu¨ªa debido a su origen kurdo.
La lista de personas sobre las que inform¨® Litvinenko alcanzaba a personajes que ten¨ªan sede en Espa?a. Era el caso de Oniani, Kalashov, Izguilov y Tiourin. Ellos formaban parte de la oleada de ciudadanos rusos que encontraron en Espa?a un buen lugar donde refugiarse por temporadas. Con el paso del tiempo, algunos de ellos hab¨ªan elegido Espa?a como su domicilio habitual, como un lugar donde pod¨ªan blanquear una parte de sus ganancias, y el centro desde donde dirig¨ªan todos sus negocios. La informaci¨®n de Litvinenko aport¨® tambi¨¦n algunos datos sobre Roman Abramovich, actual presidente del Chelsea y propietario de importantes intereses petrol¨ªferos en Rusia.
Curiosamente, los intereses de algunos de estos personajes, caso de Oniani, Izguilov y el propio Abramovich, se cruzan en su pasi¨®n por el f¨²tbol, un deporte que no les es ajeno. Los investigadores espa?oles tienen evidencias de c¨®mo algunos de los rusos afincados en Espa?a compet¨ªan entre s¨ª a la hora de organizarle a Abramovich un buen recibimiento durante su estancia en Espa?a con motivo de los partidos del Chelsea en la Liga de Campeones. El Chelsea ha jugado ¨²ltimamente en Espa?a contra el Barcelona y el Valencia. Y fue la cita de Barcelona la que origin¨® m¨¢s tensiones a la hora de agasajar al magnate afincado en Londres. Por otra parte, de las investigaciones se deduce tambi¨¦n que, entre los imputados por la Operaci¨®n Troika, los hay con intereses en el mejor equipo ruso del momento, el Zenit de San Petersburgo, reciente campe¨®n de la Copa de la UEFA y club en el que militan con grandes salarios buena parte de los integrantes de la selecci¨®n rusa que acaba de ser semifinalista en la Eurocopa. Entre el extraordinario volumen de intereses econ¨®micos que comparten los imputados y que ocupan sus conversaciones, uno de ellos era el f¨²tbol.
Litvinenko facilit¨® informaci¨®n sobre Oniani, Kalashov e Izguilov. Los tres resid¨ªan en Espa?a o, como es el caso de Kalashov, pasaba algunas temporadas. Los tres fueron el objetivo principal de la Operaci¨®n Avispa cuando se llev¨® a cabo en junio de 2005. Sobre todo, Oniani, cuyo papel por entonces era bastante importante dentro de las jerarqu¨ªas criminales. Y si Oniani era el objetivo n¨²mero uno de aquella operaci¨®n, result¨® que Oniani se escurri¨® en el ¨²ltimo momento. Aquella operaci¨®n se vendi¨® como un ¨¦xito policial y en cierto modo lo fue, pero lo que no se dijo entonces fue que hubo una parte de fracaso. Un chivatazo dio al traste con su detenci¨®n. Tres a?os despu¨¦s, todav¨ªa esta pendiente de ser localizado el responsable. Fugado Oniani, desaparecido tambi¨¦n Kalashov, Izguilov termin¨® siendo el detenido de mayor fuste de aquella operaci¨®n. A pesar de todo, no estuvo demasiado tiempo en la c¨¢rcel y obtuvo la libertad condicional. Desde entonces, ha vivido entre Alicante y Marbella. Curiosamente y, a pesar de su condici¨®n de imputado, su poder fue en aumento.
Los tres fiscales encargados del caso comenzaron a sumar toda la informaci¨®n disponible sobre decenas de ciudadanos rusos y sus actividades en Espa?a y fuera de Espa?a. Ten¨ªan ya una experiencia acreditada sobre los intentos habidos para ganar influencia en nuestro pa¨ªs. Algunas gestiones no dejaron de ser algo ingenuas, como sucedi¨® alrededor de Kalashov despu¨¦s de su detenci¨®n. Su defensa se encomend¨® a tres abogados, uno ruso, otro suizo y un tercero espa?ol. Como abogado espa?ol se eligi¨® al ex juez Javier G¨®mez de Lia?o, en la confianza (as¨ª lo aseveran las intervenciones telef¨®nicas del momento) de que su pasada condici¨®n de juez de la Audiencia Nacional les permitiera alg¨²n trato de favor. No ha sido as¨ª a la vista de la experiencia: Kalashov ha sufrido ya tres traslados de c¨¢rcel.
El volumen de informaci¨®n acumulado es tan grande como para hacer necesario que se disponga una sala especial para su examen. Durante la instrucci¨®n del caso, se descubri¨® un hecho sorprendente: gran parte de la informaci¨®n obtenida en los registros de la Operaci¨®n Avispa hab¨ªa permanecido sin estudiar dentro de las cajas de documentaci¨®n. Esa negligencia motiv¨® alg¨²n conflicto y fue subsanada.
La informaci¨®n obtenida es muy compleja porque afecta a una cantidad ingente de operaciones comerciales y no comerciales que los mafiosos efectuaban en numerosos pa¨ªses. La voracidad de sus negocios no conoc¨ªa l¨ªmite y lo mismo negociaban la compra de inmuebles en Alemania, transacciones econ¨®micas con Suiza y Chipre, como importaciones (por no decir contrabando) de cemento a Suecia. Es evidente que el centro de sus actividades econ¨®micas estaba en Rusia y en los pa¨ªses que formaron parte de la URSS (Ucrania y Georgia, entre otros), as¨ª como la Rep¨²blica Checa, pero en todas aparece el denominador com¨²n del soborno y la extorsi¨®n. El pago de comisiones por cualquier motivo es casi diario. En ese contexto sale a la luz el nombre de numerosas personas que ocupan puestos en la Administraci¨®n.
Otro com¨²n denominador es c¨®mo los personajes investigados siguen con detenimiento los avatares de la pol¨ªtica rusa y de qu¨¦ manera cada nombramiento de un alto funcionario en seg¨²n qu¨¦ departamento de cualquier regi¨®n del pa¨ªs puede afectar o no a sus intereses. La informaci¨®n obtenida es tambi¨¦n muy precisa en todo lo referente a las "guerras comerciales" entre las organizaciones. A lo largo de la investigaci¨®n aparecen numerosas informaciones sobre muertes accidentales y amenazas. Dichas informaciones afectan en buena medida a determinadas instituciones de Rusia, pero tambi¨¦n a las de otros pa¨ªses, caso de Grecia, Israel y Alemania. Baltasar Garz¨®n y los fiscales que han coordinado las investigaciones esperan la visita para esta pr¨®xima semana del fiscal general adjunto de Rusia, a la hora de determinar si puede establecerse una cooperaci¨®n entre ambos pa¨ªses. Los verdaderos efectos de la operaci¨®n Troika tardar¨¢n tiempo en conocerse.
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