Jesse Helms, "el senador del no" estadounidense
Ultraconservador, rechaz¨® el fin de la segregaci¨®n racial e impuls¨® la ley Helms-Burton que ampli¨® el embargo a Cuba
Jesse Helms, fuerza conservadora en el Senado de Estados Unidos durante 30 a?os, muri¨® a los 86 a?os el pasado 4 de julio, d¨ªa de la independencia norteamericana, en su Estado natal de Carolina del Norte. Muchos son los apelativos que se han vertido sobre este veterano parlamentario en estos d¨ªas, demostrando que su ideario pol¨ªtico no dejaba indiferente a nadie. El pasado 7 de julio, The Washington Post rescataba una columna de su hemeroteca titulada simplemente "Jesse Helms, racista blanco". Otros diarios como The Wall Street Journal le recordaban como "un ejemplo desafiante" del conservadurismo moderno.
A Helms se le conoc¨ªa como el "senador del no", por sus famosos votos en contra de casi todos los derechos sociales imaginables. Se opuso reiteradamente a que el Estado acabara con la segregaci¨®n racial; a los derechos de los homosexuales; al aborto; a la ampliaci¨®n del Estado del bienestar, y a la investigaci¨®n para acabar con la epidemia del sida. Vot¨® en contra de todas y cada una de las leyes que hubieran financiado el movimiento de los derechos civiles y rechaz¨® que el d¨ªa del nacimiento del doctor Martin Luther King pasara a ser fiesta nacional. Seg¨²n explic¨® en su libro de memorias, publicado en 2005, ¨¦l no se consideraba a s¨ª mismo racista. "Tengo muchos amigos negros", dec¨ªa a menudo. Se trataba m¨¢s bien de una postura ¨¦tica en contra de que el Estado interfiriera en asuntos sociales, nacida de una profunda desconfianza hacia los l¨ªderes del movimiento negro. Helms pensaba que muchos de ellos, como Luther King, ten¨ªan oscuros lazos con el comunismo.
Helms era, de hecho, un rabioso anticomunista. En 1996 propuso en el Senado la conocida como ley Helms-Burton, que consolid¨® y ampli¨® el embargo contra la dictadura cubana. Ya en 1975 hab¨ªa tra¨ªdo a suelo norteamericano al disidente sovi¨¦tico Alexander Solzhenitsyn, autor de Archipi¨¦lago Gulag. El Departamento de Estado trat¨® de prohibir la visita, infructuosamente. Cuando el entonces presidente, el republicano Gerald Ford, se neg¨® a recibir a Solzhenitsyn en la Casa Blanca, Helms le acus¨® de ser un "cobarde que teme ofender a los comunistas". Este peque?o incidente caus¨® que Ronald Reagan se enfrentara a Ford en las primarias de 1976 y que ganara las elecciones de 1980.
Nunca jam¨¢s se arrepinti¨® el senador por Carolina del Norte de sus posturas. Ni siquiera de declaraciones hechas en los a?os setenta y ochenta que le sacar¨ªan los colores a cualquier pol¨ªtico moderno. En 1981 dijo al diario The New York Times: "El crimen y la irresponsabilidad entre los negros son un hecho al que debemos enfrentarnos".
Nacido y criado en el sur estadounidense, miembro de un sistema que santificaba la segregaci¨®n y practicaba el racismo, Helms no sent¨ªa que sus ideas estuvieran fuera de lugar. Para ¨¦l era, simplemente, la expresi¨®n de una conciencia perteneciente a otra ¨¦poca y a otro lugar, m¨¢s al sur de Washington.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.