Reflexiones sobre el poder con Hitler y Bush como tel¨®n de fondo
El belga Guy Cassiers sorprende en Avi?¨®n con sus montajes 'Wolfskers' y 'Atropa'
El poder sigue siendo uno de los grandes temas de la escena contempor¨¢nea. Hace un a?o Guy Cassiers vino a Avi?¨®n con Mefisto forever. Ahora acude con dos montajes: Wolfskers y Atropa o la venganza de la paz. Las tres obras forman una trilog¨ªa sobre el poder. El primero basado en la novela de Klaus Mann que, se hab¨ªa inspirado en la vida de Gustav Grundgens, actor y director de talento que acab¨® trabajando para el nazismo; Wolfskers parte de tres pel¨ªculas del ruso Alexander Sokourov sobre los ¨²ltimos d¨ªas de Hitler, Hirohito y Lenin; Atropa, que se representar¨¢ entre ma?ana y el 14 de julio, utiliza textos de Esquilo y Eur¨ªpides y los mezcla con discursos patri¨®ticos de George Bush, Donald Rumsfeld y reflexiones de Curzio Malaparte.
Los dictadores aparecen aislados, en fase de descomposici¨®n
"En Mefisto el teatro es la verdad de la vida mientras que en Wolfskers los tres aut¨®cratas han convertido su vida en teatro", explica Cassiers. "En Atropa quienes toman la palabra son las v¨ªctimas del poder, de las guerras. Los tres montajes giran en torno al poder, en torno a qui¨¦nes se sienten fascinados por ¨¦l, qui¨¦nes lo ejercen y qui¨¦nes lo sufren". Los saltos en el tiempo y el espacio no son un problema para el director belga: "En el origen de las guerras hay circunstancias casi id¨¦nticas como la necesidad de protegerse de un enemigo que amenaza nuestro modo de vida. Ya sea Helena o la bomba at¨®mica, el otro tiene algo que no debiera".
Al expresionismo del primer montaje le ha sucedido en Wolfskers una puesta en escena mucho m¨¢s pict¨®rica, que se dir¨ªa inspirada en Francis Bacon. Los dictadores aparecen aislados, ensimismados, en fase de descomposici¨®n: Lenin paralizado por un ataque cerebral, Hirohito pensando a¨²n que ¨¦l puede imponerle la agenda al general McArthur, Hitler so?ando las ruinas de un Reich milenario que va a perecer con ¨¦l. "Los tres imaginaban que su pueblo iba a desaparecer con ellos. Hirohito era el heredero de una tradici¨®n de deificaci¨®n. Hitler y Lenin crearon una de nuevo tipo. No digo que los tres pol¨ªticos representen el mismo mal o en el mismo grado, sino que los tres acabaron planeando acciones al margen de la posibilidad de materializarlas".
Cassiers procede del mundo de las artes pl¨¢sticas. Trabaja m¨¢s a partir de filmes, novelas, la actualidad pol¨ªtica o cuadros que fund¨¢ndose en textos teatrales. "Cuando empec¨¦ a estudiar, el teatro flamenco era muy burgu¨¦s, encerrado en s¨ª mismo, una forma muerta. Las artes gr¨¢ficas supon¨ªan la posibilidad de analizar, de estudiar ese ser humano que ha hecho tant¨ªsimos dibujos a partir de un mismo modelo. Hab¨ªa que utilizar los sentidos para comprender". Y en Wolfskers logra plenamente satisfacer ese prop¨®sito. As¨ª se lo ha reconocido el Th¨¦?tre de la Ville, en Par¨ªs, que ha invitado a Cassiers para que presente su trilog¨ªa en la capital francesa el pr¨®ximo oto?o.
El festival tiene ya en Wolfskers, que se represent¨® hasta el pasado martes, su primer gran espect¨¢culo, del mismo modo que Val¨¦rie Dr¨¦ville ha sido la primera en desplegar su prodigiosa t¨¦cnica interpretativa en Partage du midi, y Sonia, un montaje del let¨®n Alvis Hermanis, es la primera sorpresa de la selecci¨®n oficial al rescatar el sentido del humor y del absurdo de cierta tradici¨®n rusa en una pieza de Tatiana Tolstoi que descansa en un fr¨¢gil equilibrio entre lo grotesco y la emoci¨®n. Y como de todo tiene que haber, una primera decepci¨®n: un Ordet con algunos excelentes int¨¦rpretes (Pascal Gregory, Jean-Marie Winling, Fr¨¦d¨¦ric Pierrot) mal servidos por una direcci¨®n equivocada, peor decorado y un vestuario inenarrable.
"Cuando ya todo ha sido destruido..."
En Atropa, la acci¨®n transcurre "cuando ya todo ha sido destruido". Los protagonistas son las v¨ªctimas: "Mujeres que intentan sobrevivir entre las ruinas", dice el director belga Guy Cassiers, quien a?ade: "Siempre comienzo a trabajar a partir de im¨¢genes que luego intento trasponer. El aspecto visual es fundamental para m¨ª, no en vano tengo una formaci¨®n de artista pl¨¢stico". Algunos elementos videogr¨¢ficos del primer y del segundo montaje son reciclados para este tercero sobre "la venganza de la paz".
Las acciones que parecen simult¨¢neas no lo son. Y eso lo comprende el espectador a medida que avanza la obra teatral y que comienza a hacerse evidente el desastre.
"Mientras Helena habla, Ifigenia ya est¨¢ muerta. Clitemnestra no le perdonar¨¢ a Agamen¨®n que haya sacrificado a su ¨²nica hija", comenta Cassiers. El destino y el fatalismo, est¨¢n ah¨ª, en el viento que hincha las velas de los barcos que van, imparablemente, "a la guerra, al choque de civilizaciones, mientras fragmentos de discursos del presidente George W. Bush y Donald Rumsfeld, referidos a Irak, son dichos por el propio Agamen¨®n. Pero nadie se da cuenta de ello. Los iraqu¨ªes, como los troyanos, nunca creyeron de verdad que les iban a atacar".
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