Una venganza policial origin¨® el caso

La investigaci¨®n por corrupci¨®n policial por la que fueron detenidos cuatro mandos de la unidad antimafia de la Costa del Sol en marzo arranc¨® con el testimonio de un polic¨ªa encarcelado por extorsi¨®n. Denunci¨® la existencia de una red de polic¨ªas que cobraban un canon a los locales para darles protecci¨®n y se convirti¨®, sin soluci¨®n de continuidad, en el testigo protegido de una nueva causa.

As¨ª arranc¨® una investigaci¨®n de a?o y medio en la que se entrecruzan irregularidades en el trabajo policial con venganzas entre miembros del mismo cuerpo. Entre la larga hilera de polic¨ªas a los acus¨®, estaban los nombres de los dos agentes que hab¨ªan denunciado irregularidades en su comportamiento a Asuntos Internos.

El 29 de enero de 2007, el testigo protegido ampli¨® su primera declaraci¨®n desde el centro penitenciario Sevilla 2. A las 14.45, el secretario judicial recog¨ªa con letra de molde sus declaraciones. "Estuve destinado en la comisar¨ªa local de Marbella (M¨¢laga) durante tres a?os, desde el 2003 hasta el 2006, y durante este tiempo he tenido conocimiento de pr¨¢cticas delictivas de determinados funcionarios policiales, de la comisar¨ªa de Marbella, M¨¢laga y Fuengirola", explicaba.

La organizaci¨®n delictiva que describi¨® el agente a Asuntos Internos se encargaba de recoger "cierta cantidad de dinero" de los clubes de alterne de Fuengirola y Marbella para la "protecci¨®n de sus locales" y por permitirles el tr¨¢fico de drogas. Seg¨²n el testigo tambi¨¦n cobraban de traficantes de coca¨ªna "por permitirles el tr¨¢fico de drogas". Entre los clubes que supuestamente pagaban este canon cit¨® dos en Marbella: Milady Palace y Disco Pub Pepa. En Estepona habl¨® del club Play Boy y en Fuengirola del Celeste y Estela.

Dos de los seis polic¨ªas a los que acus¨®, Alfredo Mariju¨¢n y Carlos Farr¨¦, fueron detenidos, aunque en sus escritos de acusaci¨®n no figura el pago de este supuesto canon, sino irregularidades en registros policiales y otros delitos. El polic¨ªa encarcelado y otro de los testigos, tambi¨¦n en prisi¨®n, coinciden en que un conocido traficante de drogas pag¨® al jefe de Marbella, Carlos Farr¨¦, 3.000 euros para que le devolviera su coche y unos documentos que le intervino. Este testigo tambi¨¦n habl¨® de pagos de clubes de alterne y de sustracci¨®n de droga durante registros practicados por algunos polic¨ªas.

Otra de las testigos protegidas, empleada de una discoteca, identific¨® al inspector Farr¨¦ como una de las personas que acompa?aba al due?o en las mesas VIP, donde s¨®lo se consum¨ªan botellas de champ¨¢n o whisky.