El se?or del 'Electrofunk'
SAM SPARRO cancel¨® a ¨²ltima hora su visita promocional a Espa?a. El lanzamiento internacional de su debut da fe de que ser la gran apuesta de la temporada de una multinacional proporciona una agenda muy apretada. Y tambi¨¦n de que este pa¨ªs est¨¢ a la cola mundial en cuanto a expectativas comerciales de cualquier artista reci¨¦n llegado que se exprese en lengua extranjera. Aun as¨ª, 20 minutos de conversaci¨®n telef¨®nica pueden servir para confirmar los indicios de que estamos ante una interesante estrella del pop en potencia: con talento y chispa, humilde, pero sin pelos en la lengua.
La biograf¨ªa de Sam Sparro est¨¢ repleta de datos con gancho. Nacido en Australia, pronto se mud¨® junto a su familia a Los ?ngeles, donde pas¨® una infancia no demasiado feliz en un ambiente profundamente musical y religioso: su padre era un reputado cantante de gospel. ?Desde peque?o cantaba en el coro de la iglesia, y eso me dio tablas en el escenario. Adem¨¢s, esa m¨²sica estaba muy influenciada por el soul?, explica. ?Cuando ten¨ªa 8 o 9 a?os descubr¨ª a Black Box [banda ¨ªtalo-disco que factur¨® el superventas planetario Ride on time]. Fue lo primero que escuch¨¦ de aquella explosi¨®n europea de m¨²sica de baile de finales de los ochenta y principios de los noventa. Mi t¨ªa viv¨ªa en Londres; me grababa cintas y me las enviaba. Y yo bailaba frente al espejo?. Una interesante colisi¨®n que seguramente es el germen del estilo musical del Sam Sparro adulto. Un buen int¨¦rprete soul haciendo m¨²sica pop bailable. Seg¨²n sus propias palabras, ?electrofunksoul influenciado por Stevie Wonder, el funk de Minneapolis y toda la m¨²sica electr¨®nica de los ¨²ltimos 20 a?os?.
Poco que ver con la avalancha de soul encorsetado y adulto encarnada por artistas como Duffy o Adele. ?Ellas tienen una gran audiencia potencial y no resultan ofensivas para nadie. Hacen m¨²sica adulta porque quieren ganar dinero: los mayores compran discos y los j¨®venes los roban. Creo que en general la cultura mainstream est¨¢ en una clara regresi¨®n hacia la moral de los a?os cincuenta. Es tiempo de guerra y recesi¨®n y la gente busca artistas de la vieja escuela, educados, majos y f¨¢ciles?.
Se confiesa, en cambio, nost¨¢lgico del drama y el orgullo camp de los artistas de los ochenta. ?Creo que la sociedad se ha masculinizado mucho desde entonces, quiz¨¢ por la misoginia, hipermasculinidad y homofobia de parte de la cultura hip-hop, de la que soy seguidor, pero que ha hecho mucho da?o en ese sentido?.
Su reconocida homosexualidad y su imagen desmesurada le han hecho blanco de comparaciones f¨¢ciles, pero Sparro no se siente el nuevo Jake Shears, cantante de Scissor Sisters, ni el nuevo George Michael, como su discogr¨¢fica pretende venderle. ?Me parece una comparaci¨®n muy perezosa. No necesitamos un nuevo George Michael. Es como decir que Chris Rock es el nuevo Eddie Murphy. ?No lo es! Es completamente distinto. La gente necesita tener un referente con el que comparar a un artista nuevo para comprenderlo. La ignorancia es la causa?.
Con visos de obtener un gran ¨¦xito comercial gracias al incontestable sencillo Black and gold, Sparro se encuentra c¨®modo a ambos lados del abismo. ?En realidad, el sonido comercial de los noventa es el nuevo indie. El pop para m¨ª es Hot Chip, Cut Copy y cosas as¨ª. Pero las radios que ponen sin parar a Duffy ni siquiera han o¨ªdo hablar de ellos?.
Sam Sparro est¨¢ editado en Universal.
?NO TE ENTRAN GANAS DE ALGO GROOVY?
Pon un poco de soul y funk en tu vida, a?ade un punto de sintetizadores a lo Giorgio Moroder y ser¨¢s rabiosamente 2008. S¨ª, damas y caballeros, rendirse a la energ¨ªa musico-sexual de los setenta y los ochenta es algo bien respetable.Sam Sparro es s¨®lo la punta de lanza de una evidente tendencia aperturista hacia sonidos groovy en la escena pop m¨¢s electr¨®nica como no se hab¨ªa visto desde la ca¨ªda del acid jazz. A pesar de fracasos comerciales de artistas con gran apoyo corporativo como Ali Love y Unklejam, la total recuperaci¨®n del legado de Prince es un hecho, e influencias como Parliament han dejado de resultar avergonzantes. Creo que s¨ª existe un revival soul y funk. Durante una temporada todo ha sido muy fr¨ªo y serio, pero esto ha empezado a cambiar. As¨ª opina el brit¨¢nico Grovesnor, ex componente de Hot Chip, cuyo proyecto en solitario est¨¢ influenciado, seg¨²n sus palabras, por Stevie Wonder, Billy Joel, los sintetizadores de aire europeo y el rhythm and blues. Esta revisi¨®n ha provocado que el electrofunk ochentero de los canadienses Chromeo haya pasado de sonar retro a rabiosamente actual en un par de a?os. Cuando yo empec¨¦ a hacer m¨²sica, el slap (t¨¦cnica percutiva de tocar el bajo caracter¨ªstica del funk) era casi impensable para un indie, pero eso ha cambiado, opina Juvelen, solista sueco admirador de Prince que acaba de publicar uno de los mejores debuts del a?o. El joven ingl¨¦s Primary 1, apadrinado por el productor Erol Alkan, es otro de los llamados a enarbolar la bandera electrofunk en el futuro m¨¢s pr¨®ximo.
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