Casa Amalia
Me encantan las reuniones de grupo. Sobre todo, cuando las tengo a una mesa de distancia y me permiten practicar el voyeurismo, que es una especie de espeleolog¨ªa sin linterna y sin ox¨ªgeno. Y en esa reuni¨®n, cinco mujeres descuartizan a los hombres, raza de b¨ªpedos cuya zona geogr¨¢fica favorita para pasar las vacaciones es el famoso tri¨¢ngulo de las Bermudas, ese que va del ombligo al bolsillo, y del bolsillo a la bragueta. Las mujeres han pedido cava, y copa tras copa, critican divertidas a todo tipo que se precie, en especial, a ese que ha encontrado novia tras quedarse viudo, o a ese otro cuyo coraz¨®n loco trata de conquistar a la que lidera el grupo.
Distra¨ªdo por la conversaci¨®n, me doy cuenta de que el bacalao est¨¢ delicioso. Bien frito y mejor pasado por el horno con una capa de alioli de manzana. En Casa Amalia el bacalao tiene tanta vida como esa reuni¨®n de mujeres. Me apetece volver a ver la serie A dos metros bajo tierra. Gracias a ella he aprendido a enfrentarme al duelo y a valorar la resurrecci¨®n del bacalao. Para celebrarlo, cojo el porr¨®n con vino blanco de la casa y doy un largu¨ªsimo trago recordando aquellas comidas en casa de mi abuelo en las que me pon¨ªa morado tragando del porr¨®n lleno de vino de Tona. De primero he comido una tortilla de chanquetes, y tengo decidido comerme de postre un flan flambeado al ron, cuyas llamas, y esto lo he comprobado con mi vecino, son capaces de tostarte la retina hasta hacerte ver ese para¨ªso que est¨¢ a dos calles de la imaginaci¨®n.
Casa Amalia es un lugar estupendo. Carme y Carles recibieron el testigo de su padre, fundador del local en 1950, y al unirse Pep formaron un tr¨ªo que recuerda a Peter, Paul and Mary. El restaurante huele a Mercat de la Concepci¨®. Despu¨¦s de tantos a?os sigue emanando perfume de flores, moluscos, arroz con conejo y caracoles, ternasco al chilindr¨®n, sesos rebozados y escalivada con colmenillas confitadas.
El grupo de mujeres ha pedido otra botella de cava. Entre murmullos, he podido discernir que le preparan una sorpresa a la amiga que se ha ido al ba?o: una tarta de cumplea?os.
- Lo mejor: la sensaci¨®n de que el tiempo se ha detenido.
- Lo peor: cierran en agosto, cierran la ciudad.
- Direcci¨®n: Passatge del Mercat, 4. Tel. 93 458 94 58.
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