Campanas

- Las partes por el todo. La Agencia Catalana de Residuos tiene una particular pol¨ªtica de comunicaci¨®n: s¨®lo da informaci¨®n parcial sobre c¨®mo va la recogida selectiva de residuos, aspecto vital para mantener limpio el medio ambiente inmediato al ciudadano. Si se le piden los datos del conjunto de Catalu?a, una portavoz del departamento de prensa responde que se espere a que se den, cuando toque y fragmentados, en cada una de las capitales catalanas. El consejero Francesc Baltasar, de quien depende la Agencia de Residuos, es periodista de profesi¨®n. A lo mejor no fue a clase el d¨ªa en que se explicaba que si se diluye una noticia en cuatro peque?as se pierde impacto y presencia en los medios, que es de lo que se trata, sobre todo cuando los datos son favorables.

- M¨¢s sobre gabinetes de prensa. Los cinco d¨ªas que tard¨® el Ayuntamiento de Barcelona en hacer p¨²blica la grave lesi¨®n del jefe de su Guardia Urbana han dado pie a todo tipo de especulaciones. No vale excusarse en que el propio intendente pidi¨® que no se revelara el caso. Se trata de un cargo p¨²blico, que, supuestamente, recibi¨® la agresi¨®n en el ejercicio de su funci¨®n, y, por tanto, el ciudadano, el contribuyente, el que le paga el sueldo, tiene derecho a saber qu¨¦ pas¨®. La opacidad impuesta por los servicios de prensa del Consistorio ha originado una tormenta pol¨ªtica que se hubiesen podido ahorrar y ha desatado una espiral de rumores que se les han vuelto en su contra. El d¨ªa que tocaba tampoco fueron a clase o no atendieron al profesor.

- M¨¢s sobre el incidente del intendente. Flaco favor a la imagen del Gobierno de la Generalitat le hizo el martes pasado el consejero Joaquim Nadal al asegurar, hablando en nombre del Ejecutivo aut¨®nomo, que la Administraci¨®n catalana se enter¨® con cinco d¨ªas de retraso del pelotazo que recibi¨® el jefe de la Guardia Urbana y de sus graves consecuencias. Assumpta Escarp, concejal de quien depende la Guardia Urbana, sali¨® inmediatamente al paso de esta afirmaci¨®n y explic¨® que horas despu¨¦s del suceso inform¨® del caso a Joan Saura, consejero de Interior. Consecuencia: los miembros del Gobierno catal¨¢n, en el mejor de los casos, act¨²an perfectamente descoordinados.