El sector de la energ¨ªa solar teme morir de ¨¦xito

Los cient¨ªficos sostienen que la irradiaci¨®n solar, en una hora, deja en la superficie terrestre tanta energ¨ªa como la humanidad consume en un a?o. Ah¨ª hay dinero. Seguro. Lo demuestra el auge de una industria, la solar fotovoltaica, que en los ¨²ltimos a?os ha crecido un 35% en el mundo y que en un lustro, si se cumplen las previsiones de la European Photovoltaic Industry Association, a¨²n multiplicar¨¢ por cinco su tama?o. Desde los 2.400 megavatios instalados en 2007 (de ellos 966 en Espa?a, seg¨²n datos de abril) a los 10.900 en 2012.

En ese marco, te¨®ricamente un sue?o para los emprendedores, las empresas espa?olas del sector -Espa?a es el segundo mercado fotovoltaico del mundo, tras Alemania- cargan con un temor: el de morir de ¨¦xito. Saben que la situaci¨®n es insostenible. En 2007, el mercado espa?ol -7.800 millones de negocio, 26.000 empleos, entre directos e indirectos- creci¨® un 450%.

La avalancha ha sido tan espectacular -en apenas dos a?os, las instalaciones se han multiplicado por tres y superan las 18.000- que hasta la asociaci¨®n empresarial ASIF (Asociaci¨®n de la Industria Fotovoltaica), que representa a 500 firmas -aunque se acaba de dividir- llama al orden. Seg¨²n su presidente, Javier Anta, "ninguna industria puede multiplicar por cuatro su actividad cada a?o".

Nueva legislaci¨®n

El diagn¨®stico de Anta, que aparentemente es como propinar una pedrada en el propio tejado, no es una ingenuidad. Se produce cuando el sector negocia con el Ministerio de Industria un nuevo marco retributivo. El actual acaba en septiembre con apoteosis: una carrera para poner en marcha los proyectos empresariales planeados antes. Es un intento de aprovechar los ¨²ltimos coletazos de una coyuntura que ha provocado el boom y que mezcla primas altas y un espectacular descenso en los costes.

Las propias empresas han propuesto f¨®rmulas para "enfriar" el sector, aunque tras la divisi¨®n no todas coinciden. Se aboga por reducir las primas hasta el 10% anual, progresivamente. El objetivo es lograr una tarifa decreciente, revisable cada a?o, para incentivar la ca¨ªda de costes; alcanzar un marco estable, sin topes de potencia -lo que rechaza Industria- y fomentar las instalaciones fotovoltaicas en los edificios y particularmente en las viviendas.