Venezuela tiene las peores prisiones de Am¨¦rica Latina
El riesgo de morir asesinado dentro de un penal es m¨¢s alto que en la calle
El 4 de julio de 2008 fue un d¨ªa de suerte. La Guardia Nacional de Venezuela decomis¨® un arma durante la inspecci¨®n de rutina en el Centro Penitenciario de Yare, a 60 kil¨®metros de Caracas. Luego vino el fuego cruzado entre reclusos y guardias.
Hubo 11 heridos: siete internos, tres militares y el director del penal. Fue una suerte que nadie muriera.
El Gobierno quiere construir "c¨¢rceles socialistas" para lograr la reinserci¨®n
En sus estad¨ªsticas sobre Venezuela, Human Rights Watch recoge una tasa anual de 20 homicidios por cada 1.000 prisioneros en 2008. "El riesgo de morir violentamente es mayor dentro de prisi¨®n que fuera de ella", se asegura en el informe de la ONG estadounidense. Un dato significativo: s¨®lo en Caracas hay 45 asesinatos cada fin de semana.
Los datos de 2007 del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) recogen la muerte de 598 reclusos y heridas en 1.023: inspecciones que devienen en balas y enfrentamientos entre bandas delictivas. En 2006 murieron 412 presos e hirieron a 982. En 2005, fueron 408 los fallecidos. Han muerto 2.852 presos en ocho a?os en las c¨¢rceles venezolanas, que est¨¢n catalogadas entre las m¨¢s violentas de Am¨¦rica Latina.
"Uno est¨¢ preso, y si lo matan, pues qu¨¦ m¨¢s da". El Caliche, el nombre de guerra de este venezolano de 32 a?os condenado a nueve por tr¨¢fico de coca¨ªna, est¨¢ resignado a aparecer cualquier d¨ªa en la lista de los muertos. Pero mientras siga vivo, protesta por las condiciones en que debe cumplir su pena, y lo hace con todos los suyos. El 22 de junio particip¨® en el secuestro de 210 familiares de los reos, entre los que se contaban su esposa y sus dos hijos, de cuatro y 10 a?os de edad. "Ahora est¨¢ mi mujer pidiendo una cita con el psic¨®logo. Lloraba, nunca hab¨ªa visto una cosa de ¨¦sas", cont¨® a EL PA?S despu¨¦s de liberar a su familia tras ocho d¨ªas de secuestro. Esa semana, otra c¨¢rcel copi¨® la t¨¢ctica con 300 cautivos.
Protestas como ¨¦stas se duplicaron durante 2007: secuestros, huelgas de hambre y bocas cosidas en carne viva cuando ¨¦stas no causaban efecto. Las razones esgrimidas fueron hacinamiento y lentitud de la justicia. En los 30 penales construidos para 8.000 presos viven 22.000 reclusos (69 espa?oles).
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha emitido cuatro medidas provisionales entre 2006 y 2008 en las que exhorta al Gobierno venezolano a adecuar las condiciones de vida en las c¨¢rceles a los est¨¢ndares internacionales. "Somos el pa¨ªs de Am¨¦rica que tiene el mayor n¨²mero de medidas provisionales de protecci¨®n para que se salvaguarde la vida, la integridad y las condiciones de la restricci¨®n de la libertad de los reclusos", dice Carlos Ayala Corao, ex presidente de la CIDH. "Hay algunas pautas que se le han dado al Estado para que d¨¦ cumplimiento a las medidas, y si bien se han hecho algunos esfuerzos, no se han superado los problemas".
En un intento por resolver la crisis, el ministro de Interior y Justicia, Ram¨®n Rodr¨ªguez Chac¨ªn, prometi¨®: "En un plazo muy corto, vamos a tener verdaderas c¨¢rceles socialistas, donde los internos ser¨¢n rehabilitados y reinsertados, tomando en cuenta a sus familiares como pilar fundamental de este proceso". El plan es inaugurar antes de fin de a?o cuatro centros que comenzaron a construirse en 2004, cuando el Gobierno decret¨® la emergencia carcelaria y anunci¨® inversiones de 110.000 millones de bol¨ªvares (30.000 millones de euros).
Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, es esc¨¦ptico. "Las autoridades no han atendido los problemas de fondo". Para ¨¦l, un verdadero programa de recuperaci¨®n consistir¨ªa en combatir el ocio con educaci¨®n y trabajo, en clasificar la poblaci¨®n reclusa (conviven en el mismo espacio asesinos y delincuentes menores), y en aplicar las normas de seguridad, sanidad y alimentaci¨®n.
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