L¨¢piz rojo contra el urbanismo salvaje
Ibiza congela las licencias de 13 urbanizaciones en zonas de alto valor
"Es un disparate bloquear las licencias en Roca Llisa, la crema de las urbanizaciones de Ibiza, y convertir sus parcelas en r¨²sticas". As¨ª protesta uno de los cientos de propietarios afectados por el reciente veto pol¨ªtico contra el desarrollismo dictado sobre 13 zonas urbanizables de la isla, una moratoria de tres a?os decidida para proteger el paisaje. Su parcela, de 22.000 metros cuadrados, le cost¨® 850.000 euros y tramit¨® la licencia para construir un chal¨¦, junto a un campo de golf. "Ahora mi terreno edificable pasa a valer 6.000 euros, es decir, nada", protesta.
"Di 850.000 euros por un terreno que ahora vale 6.000", se queja un propietario
El PP: "Supondr¨¢ una par¨¢lisis de la construcci¨®n y agravar¨¢ la crisis"
La izquierda de Ibiza en el Consell Insular, con mayor¨ªa del PSOE y los ecologistas de Eivissa pel Canvi, ha congelado la concesi¨®n de licencias en 13 urbanizaciones y ¨¢reas de parajes litorales y monta?osos de gran valor ecol¨®gico y que tienen fuerte demanda residencial. M¨¢s de 400 hect¨¢reas quedan marcadas con el l¨¢piz rojo de la prohibici¨®n.
Adem¨¢s, para frenar que prosiga el urbanismo salvaje se impide en toda la isla la construcci¨®n de chal¨¦s en suelos urbanos que no cuenten con luz, agua, alcantarillas, aceras y calles asfaltadas.
"Queremos salvar 13 enclaves tur¨ªsticos ahora que a¨²n es posible. Y asegurar que no crecer¨¢n en la isla urbanizaciones sin los equipamientos elementales, que deben sufragar los promotores y que, al final, realmente asumen las Administraciones", razona el impulsor de la norma, Miquel Ramon, consejero del Territorio, de Izquierda Unida. La Norma Territorial Cautelar es temporal y regir¨¢ para poder revisar el Plan Territorial. "Las casas sueltas no han de devorar m¨¢s pinares y las calas".
Entre los 13 enclaves salvados est¨¢n por el momento 73,7 hect¨¢reas en la costa de Santa Eul¨¤lia, donde se frenan nuevos edificios que amenazan con devorar el monte en Cap Llibrell y Cap Martinet. En las inmediaciones est¨¢ la citada Roca Llisa. "Hay muchos solares de Roca Llisa donde se conced¨ªan licencias de manera irregular, autom¨¢ticamente. Por eso el mayor impacto inmobiliario de la moratoria afecta a este enclave", observa Ramon.
Suelo, licencias, casas, impuestos... una secuencia ligada a la financiaci¨®n municipal. "Si Roca Llisa pasa a r¨²stico all¨ª se dejar¨¢ de pagar el Impuestos de Bienes Inmuebles y el Ayuntamiento perder¨¢ millones". La voz es del asesor de unos propietarios. "Los due?os de los chal¨¦s y solares son ricos, viven fuera de la isla y no votan, y el Ayuntamiento les recarg¨® el IBI".
Un ataque a la decisi¨®n nace desde la izquierda radical. "Es una norma cosm¨¦tica por innecesaria. Suspende urbanizaciones que ya est¨¢n declaradas suelo r¨²stico", dice Neus Prats, portavoz de los activistas proteccionistas del Grupo de Estudios de la Naturaleza. En Ibiza y en Baleares gobierna el PSOE con Eivissa pel Canvi, que cuestion¨® el desarrollismo de la etapa del PP.
En Ibiza la protesta par¨® 120 viviendas en el litoral Punta Pedrera. Esta zona tambi¨¦n ha quedado blindada por la moratoria. En Sant Josep fue preservado el desarrollo de Cala Comte y Cala Bassa, as¨ª como el ¨¢rea natural de Cap Llentrisca, Sa Talaiasa, en Cala d'Hort, de 115 hect¨¢reas, que se ensancha. "En Cala d'Hort recuperamos la extensi¨®n marcada por el parque natural que el PP borr¨® del mapa para hacer un campo de golf", recalca Ramon.
"Vendr¨¢ una par¨¢lisis total de la construcci¨®n", sentencia Pedro Palau, consejero portavoz del PP, que considera que se desencadenar¨¢ "la especulaci¨®n" y que las prohibiciones "agravar¨¢n la crisis econ¨®mica". Palau, que fue presidente de Ibiza, tild¨® la moratoria de "bluf informativo" y acus¨® al PSOE-Eivissa pel Canvi de "pensar s¨®lo en los grandes titulares".
La norma par¨® las m¨¢quinas que abr¨ªan caminos en el monte del Port de Benirr¨¤s y hollaron el paisaje porque el Ayuntamiento de Sant Joan, del PP, otorg¨® 11 licencias-expr¨¦s para esquivar la primera moratoria del Gobierno de Baleares. "Se estaba ejecutando una nueva explotaci¨®n residencial en Ets Amunts d'Eivissa (Benirr¨¤s), de 14,6 hect¨¢reas que ahora se preservan. As¨ª recalcamos la efectividad de la norma", insiste el consejero, de IU.
Un experto en urbanismo de Baleares resume que la moratoria establece "nuevas exigencias para impedir la construcci¨®n que va m¨¢s all¨¢ de lo que hab¨ªa dictado el Parlamento balear. Es relevante la exigencia de las dotaciones de servicios para las casas en terrenos urbanos".
En Ibiza, durante medio siglo, han nacido urbanizaciones al margen de toda normativa y calificaci¨®n urban¨ªstica. Alguna de manera reciente. Ramon detalla: "Congelamos la urbanizaci¨®n de Illa Blanca que es un suelo urbano que ha nacido al margen de la legalidad".
?Si hay indemnizaciones, qui¨¦n las pagar¨¢? Ramon considera que ser¨¢ en todo caso el Gobierno de Baleares si los tribunales deciden que se han de resarcir los derechos de los afectados. Los efectos de la moratoria de suelo r¨²stico de las ocho hect¨¢reas de Ses Variades de Sant Antoni, justo al lado del puerto de uno de los ¨¢mbitos afectados, contienen carga pol¨ªtica y financiera. Por 40.000 metros -imposibles de edificar- la familia de Abel Matutes cobr¨® 26,4 millones en 2005. En Sant Josep, en distintas parcelas sin edificar de Playa d'En Bossa y Cala Tarida, que superan los 52 hect¨¢reas, la norma "pretende salvar los pocos espacios sin edificar junto a la costa".
Los jueces en la primera sentencia condenatoria sobre corrupci¨®n urban¨ªstica del caso Andratx, en Mallorca, han aludido a la conciencia social para proteger el medio ambiente y frenar la sobrecarga en Baleares y rese?ado las movilizaciones callejeras. El Consell ibicenco reconoce que su norma "supone una aut¨¦ntica toma de conciencia de la dimensi¨®n ambiental o ecol¨®gica".
La patronal reclama que las Administraciones adjudiquen obra p¨²blica y no frenen el sector de la construcci¨®n, ya tocado por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Pero Ramon concluye: "Ten¨ªamos que evitar los hechos consumados, las obras en marcha".
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