La Haya imputa al primer jefe de Estado
El fiscal de la Corte Penal Internacional pide la detenci¨®n del presidente sudan¨¦s - El informe acusa a Omar el Bashir de organizar un genocidio en Darfur
La justicia internacional ha puesto por vez primera en su punto de mira a un presidente en ejercicio y asentado en el poder. Tres a?os despu¨¦s de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas le pidiera que investigara la tragedia humanitaria de Darfur, Luis Moreno Ocampo, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), solicit¨® ayer el arresto del presidente sudan¨¦s, Omar el Bashir, por genocidio, cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad.
Aunque los jueces decidir¨¢n ahora si existen indicios racionales de criminalidad para detenerle, el Gobierno de Jartum rechaz¨® las acusaciones y advirti¨® que podr¨ªan "incendiar" la regi¨®n.
Otros dos jefes de Estado han sido imputados por la justicia internacional: el yugoslavo Slobodan Milosevic, ya fallecido; y el liberiano Charles Taylor. Pero el primero fue detenido a?os despu¨¦s de dejar el poder y la imputaci¨®n lleg¨® con la guerra contra la OTAN. Y el segundo se encontraba en la fase terminal de su r¨¦gimen, sin aliados ni posibilidades ya de mantenerse en un puesto que era m¨¢s ficticio que real. La decisi¨®n de encausar a El Bashir no tiene precedentes y supone un nuevo y controvertido paso en la justicia internacional. Algunos lo aplaudieron, como Amnist¨ªa Internacional. Otros fueron m¨¢s cautos, sobre todo los diplom¨¢ticos: advirtieron que puede dificultar las posibilidades de paz.
Las alegaciones contra el presidente El Bashir incluyen haber organizado personalmente una campa?a de exterminio premeditado de tres tribus de agricultores -fur, masalit y zaghawa- en la que perecieron al menos 35.000 personas. Para ejecutarla, se vali¨® de las fuerzas armadas y de las milicias paramilitares de origen ¨¢rabe -conocidas como yanyauid- que han echado a los campesinos de sus tierras. "Otros 2,5 millones de civiles se vieron obligados a huir y permanecen en campos de refugiados sujetos a un r¨¦gimen de violaciones, hambre y terror que contin¨²a ante nuestros ojos. Es un genocidio sin c¨¢maras de gas; sin balas ni machetes. Es por desgaste", asegur¨® el fiscal.
La ONU estima en 300.000 el n¨²mero de muertos por enfermedad, hambre o violencia. Jartum rebaja la cifra a 10.000. El conflicto estall¨® en 2003 cuando el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Sud¨¢n y el Movimiento por la Justicia y la Igualdad se sublevaron contra el Gobierno.
Nada m¨¢s enterarse de la naturaleza de los cargos, el ministerio de Exteriores puntualiz¨® que "no reconoc¨ªa la competencia de la Corte Penal Internacional", dijo su portavoz, Al¨ª al Sadig. En teor¨ªa, el tribunal s¨®lo puede investigar casos en los pa¨ªses que lo han ratificado, pero el Consejo de Seguridad de la ONU aprob¨® expresamente la apertura del expediente de Darfur por la gravedad de los hechos.
Esto hace que el Consejo de Seguridad tenga tambi¨¦n potestad para congelar las ¨®rdenes del tribunal. Aqu¨ª se encaminan ahora los esfuerzos diplom¨¢ticos de Jartum: en conseguir que Rusia y, sobre todo, China, su gran aliado, paralicen la orden de arresto.
La Uni¨®n Africana (UA) pidi¨® a la CPI que suspenda la petici¨®n de arresto "hasta que se resuelvan los problemas m¨¢s acuciantes del pa¨ªs". La UA participa en una misi¨®n de paz conjunta con Naciones Unidas en Darfur, que deber¨ªa contar con 26.000 cascos azules sobre el terreno. Por ahora, s¨®lo se han desplegado 9.000. Tambi¨¦n la Liga ?rabe ha expresado su incomodidad y ha convocado una reuni¨®n urgente para el s¨¢bado.
Consciente de la fragilidad de la situaci¨®n en el pa¨ªs africano, el fiscal Moreno Ocampo ya advert¨ªa que "no pod¨ªa mirar hacia otro lado" en el documento donde detallaba las acusaciones: "Durante cinco a?os, El Bashir ha negado los cr¨ªmenes. Dice que no hay violaciones en Darfur, y eso es una impostura. Ocultando lo que ocurre con la excusa de una lucha contra la insurgencia ha promovido la impunidad de sus subordinados para asegurar que cometieran genocidio".
"En el contexto del conflicto armado, El Bashir atac¨® desde 2003 a los tres grupos ¨¦tnicos de Darfur para destruirlos. Los sac¨® de sus pueblos y los llev¨® a campos de refugiados. Ahora sabemos que tambi¨¦n los persigue all¨ª por ser de esas comunidades y eso es un genocidio", a?adi¨® durante la comparecencia para presentar sus alegaciones. Seg¨²n el fiscal, sus pruebas demuestran que las fuerzas a las ¨®rdenes del presidente El Bashir utilizaron la violaci¨®n como arma de guerra. "Miles de mujeres y ni?as fueron forzadas con la intenci¨®n de aniquilarlas".
EL FIN DE LA INMUNIDAD DE MANDATARIOS Y TIRANOS
- IMPUNIDAD. Hasta los a?os noventa del siglo pasado, los jefes de Estado y de Gobierno ten¨ªan pr¨¢cticamente asegurada la impunidad. No s¨®lo durante su mandato, sino para siempre. Y ning¨²n Estado se atrev¨ªa a importunar a nadie porque el principio de no injerencia mandaba siempre durante la guerra fr¨ªa.
- NUEVAS REGLAS.Las viejas reglas, sin embargo, se han venido abajo. El ex presidente franc¨¦s Jacques Chirac ha tenido que comparecer ante la justicia por presunta financiaci¨®n ilegal de su partido al perder la inmunidad presidencial. Y el jefe de Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, ha colocado como prioridad legislativa blindarse para cuando abandone el cargo
- PINOCHET. El auto del juez espa?ol Baltasar Garz¨®n contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet en 1999 supuso una revoluci¨®n en la justicia internacional. Aunque Pinochet nunca fue extraditado, los lores brit¨¢nicos dejaron sentado que algunos cr¨ªmenes sobrepasan la inmunidad de que gozan en tanto que jefes de Estado o de Gobierno.
- MILOSEVIC. El ex presidente de Serbia y de Yugoslavia fue el primer antiguo mandatario procesado por cr¨ªmenes de guerra por la justicia internacional. Compareci¨® en 2002 ante el Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia y asumi¨® su defensa. Muri¨® en 2006 en La Haya, antes de que se dictara sentencia. El tribunal ha firmado condenas por cr¨ªmenes de guerra, pero dos de los principales responsables (Radovan Karadzic y Ratko Mladic) siguen pr¨®fugos.
- TAYLOR. El ex presidente de Liberia Charles Taylor fue arrestado en 2006 en Nigeria, donde viv¨ªa c¨®modamente exiliado, y trasladado ante el tribunal creado para enjuiciar los cr¨ªmenes de la guerra en Sierra Leona. El tribunal fue creado tras un acuerdo entre este pa¨ªs y la ONU, y se determin¨® llevar el caso a La Haya ante las dificultades para organizarlo en Sierra Leona. Taylor, que como presidente de Liberia invadi¨® el pa¨ªs vecino y saque¨® sus minas de diamantes, s¨®lo fue entregado despu¨¦s de que la presidenta democr¨¢ticamente elegida de su pa¨ªs, Ellen Johnson-Sirleaf, reclamara oficialmente su extradici¨®n.
- RUANDA. El Consejo de Seguridad cre¨® un tribunal espec¨ªfico para dilucidar las responsabilidades del genocidio ruand¨¦s, que en 1994 cost¨® la vida a 800.000 tutsis y hutus moderados. El tribunal prosigue sus trabajos, centrados en los abusos del r¨¦gimen hutu, pero este a?o se ha a?adido un nuevo frente: el juez espa?ol Fernando Andreu ha dictado una orden de detenci¨®n contra 40 militares ruandeses vinculados al actual Gobierno de Kigali, que en teor¨ªa acab¨® con el genocidio.
- OTROS. La ONU tambi¨¦n ha contribuido a crear tribunales para Camboya y Timor Oriental mediante acuerdos bilaterales con estos pa¨ªses.
La Corte Penal Internacional
- La Corte Penal Internacional (CPI) es un organismo judicial con sede en La Haya. Es independiente y no pertenece al sistema de Naciones Unidas, aunque el Consejo de Seguridad puede sugerir l¨ªneas de investigaci¨®n y en casos
muy espec¨ªficos retrasar las ¨®rdenes del tribunal.
- Tiene competencias para juzgar a responsables de cr¨ªmenes de guerra, de genocidio y contra la humanidad.
- Naci¨® en 1998 y empez¨® a funcionar en 2002. Lo han ratificado 106 Estados. Entre ellos no figuran EE UU, Rusia, China ni Sud¨¢n.
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