El Solitario culpa a un terrorista corso del doble crimen de Castej¨®n

Tranquilo, pretencioso, insolente a ratos, Jaime Gim¨¦nez Arbe, El Solitario, contest¨® ayer durante m¨¢s de una hora a las preguntas del fiscal, las acusaciones y su abogado defensor en la primera sesi¨®n del juicio por el asesinato de los guardias civiles Jos¨¦ Antonio Vidal y Juan Antonio Palmero en Castej¨®n (Navarra) el 9 de junio de 2004. Neg¨® ser el autor del crimen, del que culp¨® a un terrorista corso. Sin embargo, un testigo protegido le reconoci¨® sin ninguna duda como el hombre que acribill¨® a balazos a los agentes.

"Me niego a pedir perd¨®n por algo que no he hecho", dijo El Solitario cuando el acusador particular, Jos¨¦ Aguilar, le exhort¨® a ello. Y esa fue la postura que mantuvo en toda su declaraci¨®n: que ¨¦l es inocente y que no tuvo la menor participaci¨®n en el doble asesinato, que atribuy¨® a un anarquista relacionado con el Frente de Liberaci¨®n de C¨®rcega. Era una de las personas con las que Gim¨¦nez Arbe dijo que hab¨ªa quedado citado en Zaragoza el d¨ªa de los hechos para que le entregaran un coche Suzuki y un lote de armas. El procesado explic¨® que conoc¨ªa a esos delincuentes desde la d¨¦cada de los setenta y que eran de su misma ideolog¨ªa: anarquistas, antisistema y que "llevaban una acci¨®n directa contra el capitalismo".

En una vista oral a veces un tanto surrealista, El Solitario atribuy¨® el asesinato de Palmero y Vial a la "falta de profesionalidad" del corso Paul Contichiato, el cual habr¨ªa admitido que hab¨ªa "aniquilado a dos flics" (polic¨ªas en slang franc¨¦s) con una metralleta. Un arma que, pese a conocer supuestamente que estaba manchada de sangre, fue entregada a El Solitario y ¨¦l conserv¨® en su poder hasta que fue detenido hace un a?o en Portugal.

A preguntas de su abogado, Marcos Garc¨ªa-Montes, Gim¨¦nez Arbe habl¨® de su periplo "antisistema". Desde sus estancias en Libia y Argelia hasta su conexi¨®n, a finales de los setenta, con Acci¨®n Directa Corsa, con quienes llev¨® a cabo una "expropiaci¨®n" en una sede de Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale en 1978. "Soy un trabajador, siempre he trabajado y me siento orgulloso de ello. (...) No soy ning¨²n atracador, soy un expropiador de bancos, y a mucha honra", concluy¨®.

Ayer declararon nueve testigos, ocho de ellos protegidos, que hablaron tras un biombo para no ser vistos. Uno de ellos, el n¨²mero 6, que es comerciante de origen extranjero, reconoci¨® sin ning¨²n g¨¦nero de dudas, a trav¨¦s de un cristal, a El Solitario como el hombre al que vio acribillar a tiros a los dos guardias civiles.